¿Estudias o trabajas?
EFE 31/03/2008
Unos 250.000 estudiantes terminan bachillerato cada año. Cuando ha comenzado la cuenta atrás, a dos meses de Selectividad, la mitad duda qué hacer en su futuro más inmediato. La mayoría opta por la Universidad y otros, cada vez más, buscan en la Formación Profesional Superior una alternativa rápida para acceder al mundo laboral. Entre los preuniversitarios, un 44% escogerá su carrera por vocación, mientras que un 28% tiene en cuenta las salidas profesionales, según un avance del estudio realizado por Círculo Formación entre 17.000 estudiantes, al que tuvo acceso Efe. Un 11% lo que valora es el sueldo. Las carreras más demandadas para el próximo curso son las Biosanitarias, Publicidad, Magisterio, Economía e Ingeniería. Un 14% de los encuestados se lanzaría a cursar sus estudios en el extranjero. También hay otros que lo enfocan de manera práctica: «Quiero hacer un módulo en el que se estudie poco y se gane mucho», planteaba una estudiante a un asesor al que pedía orientación en una feria educativa. A estas alturas, unos no tienen claro qué carrera cursar, otros tienen tomada su decisión desde pequeñitos, aunque pueden cambiar de idea poco antes de matricularse, y todos han recibido información en sus centros escolares o encuentros organizados por universidades y comunidades autónomas.
Las próximas citas son en Madrid, en Aula, el Salón Internacional del Estudiante, y en Barcelona, en el Salón Estudia. Entre ambos, del 2 al 6 de abril, esperan reunir más de 200.000 alumnos y profesores en busca de orientación sobre titulaciones, salidas profesionales, idiomas, becas, estudios en el extranjero y los nuevos planes en FP y Universidad para adecuarse al Espacio Europeo de Educación Superior, el llamado Proceso de Bolonia. Esta se prevé una de las cuestiones que susciten más consultas. Aparte de novedades, lo que les preocupa es «qué va a pasar si inician los estudios con un plan antiguo que puede cambiar en 2010, o si desaparece su titulación», señala Charo Díaz Yubero, directora general del área educativa de la Fundación Hogar del Empleado (FUHEM). Pero se espera «muchísima demanda de información» en torno a la Formación Profesional, «una apuesta de futuro clarísima», asegura Mariano Carballo, asesor del Ministerio de Educación y Ciencia en la última edición de AULA. Les interesa cómo acceder a los ciclos formativos, dónde se imparten, el paso entre grado medio y superior y desde éste a la Universidad, una vía alternativa -dijo a Efe Carballo- «para quienes no superaron la selectividad o no alcanzaron la nota de corte exigida». Tienen mucha información, pero la decisión es difícil. Un 8,50% de los universitarios de primer año sienten que se han equivocado, y cambian de carrera. «Hay que analizarlo -señala Díaz Yubero-.
La sociedad, los padres, son permisivos en el sentido de que si te equivocas no importa. Y sí importa. Hay que responsabilizarlos: No puedes pasar el año esperando a ver si la siguiente carrera te gusta, tienes que terminar el curso y después te cambias».
NO TODOS QUIEREN IR A LA UNIVERSIDAD
Tres de cada cuatro padres desean que sus hijos tengan estudios universitarios antes que profesionales, pero el interés de los alumnos, desde que finalizan la ESO, se va aproximando entre ambas opciones. Y aumenta el prestigio de la FP: «Ya no es la vía de los buenos y la vía del fracasado escolar», señala Carballo. Más del 90% de los que terminan Bachiller sigue estudiando. Los que optaron entre 2001 y 2005 por la Universidad triplicaban a los que acceden a ciclos formativos de grado superior, según datos del INE. La percepción es que puede haber menos distancia. La FP es la etapa no universitaria más valorada y la única que ha ganado puntos entre 2001 y 2007, concluye un estudio de la FUHEM. Además cada vez hay menos diferencia salarial y menor tasa de paro entre los jóvenes con FP de Grado Superior -un 7,35%- que entre los universitarios -un 8,48%-, según el Observatorio Joven de Empleo. Las ventajas: Proporciona una titulación superior en dos años, los alumnos hacen prácticas en empresas que luego les emplean y no excluye la continuidad de tu formación académica, resume Carballo. «Puedes empezar FP y terminar de catedrático». Hay quien «diseña su propio itinerario»: uno de cada cuatro titulados en un ciclo formativo superior se incorpora luego a la Universidad. Y a la inversa, hay licenciados que completan su formación con ciclos prácticos que no recibieron para desempeñar mejor su trabajo, explica el asesor del MEC. Si las carreras universitarias tuvieran esa parte práctica, los alumnos «se engancharían» mejor, opina Charo Díaz-Yubero: «Están hartos de teoría». «Hay que descartar de la Universidad y de los bachilleratos tanta clase magistral.
Los alumnos de FP ven cosas más tangibles, más prácticas y de poderse implicar en el conocimiento», añade. TITULACIONES La Universidad pierde alumnos, pero sigue siendo la opción más elegida. El último informe «Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE» señala que la tasa de entrada ha bajado del 47% al 43% entre 2000 y 2005 y, paralelamente, la de entrada en estudios de FP Superior se ha incrementado del 15% al 22% en ese periodo. Los universitarios se encuentran muy satisfechos con su carrera, aunque más de la mitad siente que no se les prepara adecuadamente para la vida profesional, indica un informe de la Fundación BBVA.
Desde la Complutense, la mayor de España, explican que la Universidad está inmersa en un proceso de cambio en sus planes de estudio para adaptarlos al Espacio Europeo de Educación Superior, y eso implica que las nuevas estructuras de grado se adaptaran al máximo a la demanda del mercado de trabajo. El hecho de que aumenten las matriculaciones en ciclos formativos es «muy positivo», señalan las fuentes, «son enseñanzas que merecen reconocimiento social y España necesita buenos técnicos». No obstante, inciden, siempre será necesario especializarse con títulos propios de postgrado, «fomentando la formación continua». Tener un título te da una posibilidad, pero una cosa es la formación y otra el puesto de trabajo, añade Díaz Yubero. «La sociedad es muy cambiante, y no todos sacan una oposición o cogen un trabajo fijo, sino que hay que evolucionar hacia las nuevas tendencias, es un reciclaje permanente».