FAPAR SIGUE APOSTANDO POR LA JORNADA PARTIDA EN INFANTIL Y PRIMARIA
Al inicio del curso escolar nos encontramos de nuevo con las noticias de petición de cambio de jornada escolar en Infantil y Primaria de jornada partida a jornada comprimida que solicitan algunos sindicatos. Desde FAPAR, una vez más queremos recordar lo siguiente:
• Este tema ha sido ampliamente debatido en nuestra Comunidad a través del Consejo Escolar de Aragón (abril 2003), máximo órgano consultivo y de participación en materia educativa en nuestra Comunidad, en el que se concluyó que en las modificaciones horarias entran en juego numerosas variables (pedagógicas, sociales, biológicas, y climáticas) y que la decisión de estas modificaciones son competencia exclusiva de la Administración Educativa, que en estos momentos ha sido tajante y clara a favor del modelo de jornada partida.
• La posición que sostiene FAPAR es fruto del amplio debate y reflexión desarrollado en los últimos años con el conjunto de nuestras APAs y con expertos que han participado en jornadas que hemos realizado.
• Los estudios existentes sobre el fracaso escolar son una llamada de atención a la insuficiencia del tiempo escolar lectivo, puesto que el éxito escolar lo garantizan fundamentalmente, las condiciones socioeconómicas de las familias y los apoyos externos que los alumnos con más recursos pueden tener y que deberían suplirse con una ampliación del tiempo lectivo para todo el alumnado y no con una reducción
• La educación se presta como un servicio público que debe estar al servicio de las necesidades e intereses de sus ciudadanos, que no pasan hoy por comprimir el tiempo escolar para que el profesorado de la escuela pública tenga más tiempo libre.
• Cualquier cambio en la organización de un centro educativo debe tener como principal objetivo la mejora en la formación integral de nuestros hijos e hijas, es decir del alumnado, por encima de cualquier otro interés laboral o profesional.
• La jornada escolar no puede negociarse en una mesa sectorial, puesto que esta decisión no sólo afecta a las condiciones laborales del profesorado, sino a las condiciones educativas de nuestros hijos y a las familias.
• Las familias somos parte indispensable de la comunidad educativa de nuestro centro y no pueden tomarse decisiones que nos afectan al margen de nuestra opinión.
• La autonomía de los centros no puede servir para generar diferencias entre los centros ni para producir divisiones en la comunidad educativa. El modelo de jornada ha de ser igual para todos los centros por razones tan elementales como la necesidad de preservar la igualdad de condiciones para todos; no se podría entender que dos centros próximos ofreciesen modelos diferentes, que dificultarían los procesos de escolarización, descompensarían las condiciones sociales del entorno y crearían desigualdades insalvables
• La experiencia nos muestra que en aquellas Comunidades Autonómicas que han modificado su modelo de jornada se han producido mayores diferencias entre la red pública y la concertada, puesto que ésta última ha mantenido su modelo partido y sus servicios, dando así respuesta a las demandas de las familias.
• Finalmente, considerar que en este curso escolar en el que se va a aprobar la Ley de Educación Aragonesa, ésta debe aspirar a ser una ley de consenso que mejore los rendimientos académicos del alumnado y por tanto, de nuestro sistema educativo, objetivo éste en el que será fácil lograr el consenso deseado.
es altamente importante esta propuesta que favorece a nuestros jóvenes en todo el mundo si miramos cuando asistimos a la escuela en doble jornada siempre estaba nuestra madre esperandonos , nos saludaba amorosamente y teniamos un almuerzo o comida caliente, también muchas veces ayudamos a terminar de hacer la ensalada o el jugo que complemetaba cualquier comida.Permaneciamos en casa bajo la vigilancia de nuestra madre y dialogabamos con nuestros hermanos o amigos de nuestra edad, de la vecindad, igual conversabamos con ella mientras revisaba nuestras tareas.
Las madres actuaban igual con sus hijos es decir hablaban en el mismo idioma e intercambiaban impresiones relacionadas con los permisos y el conocimiento de los amigos de los hijos.
Aclaro que también hay que hacer reformas en cuanto al horario de trabajo de los padres para que puedan estar al llegar estos de su colegio.Soy colombiana y vivo en la ciudad de Bucaramanga.
No me parece conveniente la jornada partida. Los niños acaban agotados. Creo que debemos pensar en su rendimiento y en su capacidad física. El horario de tarde comprende una hora y media en la cual su interés ya está mermado a causa del cansancio que les produce acudir al colegio dos veces al día. Después de la jornada de mañana los niños necesitan comer en el colegio o en casa y después descansar, para poder realizar, más tarde, en casa, los deberes que los profesores les indican. Considero innecesario dejar que los niños lleven este estrés de ida y vuelta, así como los que comen en el colegio dejarles dos horas en el recreo o haciendo alguna actividad de relleno, cuando lo que necesitan es descansar. Si este rato del recreo del comedor hay que sufrirlo, por lo menos démosles a los chicos un rato de relajación acompañado de actividades más lúdicas.
No me parece bien la jornada partida, creo que lo que pretenden la mayoría de los padres es que se hagan cargo de sus hijos mientras ellos trabajan. Esta jornada partida tiene tiempos muertos (el antes y después de la hora de la comida) que se intenta rellenar con cualquier cosa. Además después de esta jornada muchos tienen actividades extraescolares que intentan ocupar más tiempo. Dejémosles más tiempo libre y que jueguen unos con otros en el parque seguro que aprenden más, y reduzcamos nuestras jornadas tan largas en el trabajo para dedicarles más tiempo que es lo que necesitan.