En FAPAR hemos preparado este estudio para conocer exhaustivamente los hábitos de ocio y tiempo libre de los jóvenes, desde el punto de vista de los padres y de las madres, porque muchas familias no nos sentimos representadas en los datos publicados en los medios; datos que agrupan a edades con características muy diferentes (15-29), y  transmite a los mas jóvenes la idea que todos salen desde edades muy tempranas, y que todos beben desmesuradamente, lo que no corresponde a nuestra realidad.

Se ha focalizado la encuesta en las familias con hijos en edad escolar de secundaría en la provincia de Zaragoza. Más tarde y ante el interés suscitado se decide ampliar a las provincias de Huesca y Teruel, por lo que el estudio se puede considerar representativo de todo Aragón.

Las preguntas se han agrupado por temáticas y grupos de edad.

La variable de edad comprendida a partir de los 18 años la descartamos por cuanto esta Federación agrupa a las familias con hijos menores de 18 años que son a quienes representamos.

Agrupando las edades conseguimos tres grupos; 12-13, 14-15 y 16-17 años, por la diferencia de características de estos grupos de edad entre sí.

Las temáticas en las que agrupamos la  encuesta son las siguientes;

“Frecuencia de las salidas y edad de comienzo”

- Observamos un porcentaje que va aumentando con la edad, que sale por la tarde y/o por la noche, con la salvedad que a edades mas jóvenes vuelven a casa antes de las 20h.

-    El mayor porcentaje de salidas de tres o más días se encuentra en el grupo de los doce y trece años, dicho porcentaje va disminuyendo con la edad, hecho que se corresponde a dos variables;

1.       El incremento de la dificultad de los estudios aumenta el tiempo de dedicación al estudio.

2.       Para los jóvenes de doce y trece años sus salidas están relacionadas con el juego, el deporte, salir a pasear, ir al parque, etc. como ya hemos mencionado anteriormente y veremos más adelante.

- Un factor importante, es la modificación de las salidas en época de exámenes, entre los doce y los trece años no salen en esta época. Con el aumento de la edad, las salidas son menos frecuentes y, en general, cuando lo hacen regresan antes a casa.

“Horarios”

- El 90%, sale antes de las 20h en las edades de doce y trece años, un 72% en las comprendidas entre catorce y quince años y en las de dieciséis y diecisiete son casi del 50% los que salen antes de las 22 horas. Hay niños y niñas que realizan sus salidas desde las 16 horas y regresan a casa antes de las 20h.

- El regreso a casa lo hacen antes de las 22h en general, siendo a partir de los dieciséis-diecisiete años cuando se abre más el abanico de posibilidades alcanzando un 61% los que regresan después de las 24 horas.

- Hasta los dieciséis años, la mayoría cena a la vuelta a casa, debido a que regresan antes de las 20h. Entre los dieciséis y los diecisiete años los porcentajes se igualan entre los que cenan antes de salir, los que lo hacen  cuando regresan y los que cenan fuera. Éstos últimos aprovechan sus salidas para cenar en grupo con los amigos y amigas.

- Casi todos los grupos han retrasado la edad de salida. Entre los doce y trece años con el paso al IES y a los catorce y quince porque comienzan a negociar esta ampliación con los padres. Este retraso va aumentando lentamente hasta los dieciséis-diecisiete años.

-Entre los dieciséis-diecisiete años, la marcan los padres mayoritariamente. Aunque se percibe que a partir de los catorce-quince comienzan a negociarse los horarios y ésta opción aumenta con la edad hasta consensuar con los padres los horarios de las salidas.  

Control por parte de los padres

En relación con los horarios observamos que son los padres quienes marcan los horarios de salida y vuelta a casa en las edades mas tempranas y a medida que los hijos se hacen mayores consensúan con ellos los nuevos horarios dándoles una mayor autonomía.

El principal método que utilizan los padres en todos los rangos de edad, con un porcentaje muy elevado (entre el 70-80%), es el diálogo con sus hijos, tanto para prevenir comportamientos de riesgo, como para prevenir el riesgo de consumo de drogas o alcohol. La inmensa mayoría de padres demandan más información y formación a través de la escuela de padres para poder afrontar esta etapa de sus hijos.  

“Dinero que gastan”

- Entre los doce y los quince años suelen ser ir al parque con los amigos, a casa de amigos, a pasear, dar una vuelta, al ciber, a la casa de juventud, al centro cívico, al pub, a la peña, al teatro, a museos, a conciertos, al Centro Comercial,…

- Las principales actividades del fin de semana son el deporte mayoritariamente, seguido de la música y actividades con la familia entre los doce y los trece años. Dichas actividades se van modificando con la edad, donde se va imponiendo el estudio debido a la mayor dificultad del mismo, y disminuyendo el deporte, manteniéndose las actividades con la familia, la música y otras aficiones. A los dieciséis y diecisiete años, las actividades se reparten entre los bares, la disco, el cine y otros.

- Prácticamente en su totalidad, salen siempre en grupo aunque tengan pareja.

- Entre el 70 y el 75% de los jóvenes de doce a quince años no consumen alcohol, en este tramo de edad un porcentaje de jóvenes, 17%,  entre los catorce y quince años empieza a tomar contacto con el alcohol.

A los dieciséis y los diecisiete aumenta un poco el porcentaje de los que lo han probado o los que lo toman con los amigos cuando salen.

- La mayoría de los jóvenes, no consume sustancias nocivas. Entre los catorce y los quince años hay un pequeño porcentaje, apenas representativo del 2%, que prueban dichas sustancias sin ser un consumo habitual. Este porcentaje aumenta en el tramo de los dieciséis y los diecisiete años hasta alcanzar el 8% aunque no sabemos la frecuencia con la que lo hacen.

- En todos los tramos de edad, más de la mitad de los jóvenes no ha llegado ebrio nunca a casa. Únicamente entre los dieciséis y los diecisiete aparece un  porcentaje que reconoce que en algún momento si lo han hecho, no llegando al 40%.

Si queremos que los jóvenes cambien sus pautas de comportamiento en su tiempo libre; la familia, la escuela y las administraciones tienen que trabajar conjuntamente para que haya una concienciación social que anteponga el interés de los jóvenes por encima de cualquier otro. De igual manera, si queremos que los jóvenes consuman menos alcohol es necesario cambiar muchos modelos de adultos para convertirnos en referentes válidos para ellos. Con ese objetivo hacemos las siguientes propuestas:  

Que la Administración vigile el cumplimiento de la legislación sobre la limitación en el acceso a los bares y el consumo de alcohol a menores.  

Que se transmita a los jóvenes desde la familia, la escuela y la sociedad, los problemas de salud que ocasiona su consumo y las molestias que ocasionan a los adultos.  

Que se articulen alternativas de ocio y tiempo libre atractivas para los jóvenes que rivalicen con el consumo de alcohol. >Que esas alternativas sean asequibles para que su precio no constituya un obstáculo en su disfrute.  

Que las medidas que se lleven a cabo cuenten con los jóvenes para que sean ellos quienes autogestionen su tiempo libre.  

Que la escuela aborde con entusiasmo los temas transversales de educación para la salud y educación en valores.  

Que se rentabilicen las instalaciones públicas de los centros escolares para que puedan ser utilizadas por los jóvenes como lugar de encuentro.