El nuevo sistema permite aplicar
nuevas tecnologías con grandes grupos
M.S.TIMONEDA
/ Alcorisa
Nuevas Tecnologías y trabajo en equipo han dejado de estar
reñidos para el CRIE de Alcorisa. La compra de una pizarra
o pantalla electrónica pone al servicio del centro las
ventajas de la informática, al tiempo que los alumnos
pueden participan en grupos de hasta 30 personas en las
actividades escolares.
La pizarra tiene 72 pulgadas y viene acompañada de un
software que facilita que al material escolar se le den todo
tipo de aplicaciones.
El sistema, de tecnología canadiense, se denomina ‘smart
board’ y es la primera vez que se aplica a un centro
educativo público.
Una
vez más, el CRIET de Alcorisa vuelve a ser pionero en
aplicar Nuevas Tecnologías para la educación, aunque en
esta ocasión, su experiencia se ha exportado a los CRIE de
Albarracín y Calamocha, que han visto en las pizarras
electrónicas una oportunidad para regresar a la enseñanza
basada en la interacción alumno-profesor, sin dejar al
margen la informática y los ordenadores. Según el director
del centro radicado en Alcorisa, Salvador Berlanga:
“recuperamos el poder de la palabra del maestro, pero
desde la participación colectiva”.
La tecnología se basa en una pantalla, que puede ser de 47,
60 o 72 pulgadas, que va conectada a un proyector y éste a
un ordenador. En éste están almacenados los materiales que
el profesor prepara para sus alumnos y que se proyectan
sobre la pantalla. Sobre la pizarra se puede escribir, mover
y borrar letras e imágenes, colorear y proyectar y
modificar desde una frase o una imagen hasta un mapa físico
o político. “Es como si esta pizarra fuera la pantalla de
nuestro ordenador y el rotulador o nuestro dedo que se
aplica sobre ella, el ratón del ordenador”, explicó
Sergio García, responsable de la empresa distribuidora del
sistema.
Herramienta interactiva
Su tamaño facilita que un grupo numeroso de alumnos pueda
seguir sin problemas una clase teórica, que también se
convierte en práctica, porque los alumnos salen a realizar
ejercicios sobre la pantalla (igual que se hacía con las
antiguas pizarras escolares), en la que se puede interactuar
Es, según Sergio García, “una herramienta donde se
desarrolla la intuición de cada participante y también la
interactividad”.
El responsable de la empresa distribuidora del Smart board
-fabricado por la firma canadiense Smart Technologies Inc-
indicó que el sistema “se está utilizando en varias
universidades españolas, en centros de diseño,
autoescuelas y centros de emergencias”. También “el Ejército
es un cliente importante”, añadió.
Materiales
específicos del centro
La
posibilidad de realizar clases prácticas en grupos es la
ventaja que convenció al CRIE de Alcorisa por apostar por
la pizarra electrónica que regaló al centro el
departamento de Educación de la Universidad de Zaragoza.
Según el director del centro, “queremos apostar por las
Nuevas Tecnologías, pero sin ir hacia el individualismo,
porque nuestra intención es potenciar el trabajo en equipo
y la cooperación entre los alumnos”.
El centro ha elaborado materiales específico sobre los
contenidos que imparten en los periodos que los alumnos
permanecen en el colegio. La Unión Europea (UE), el Medio
Ambiente o el Agua son temas destacados. No obstante, el
director señaló que “aún estamos estudiando las
posibilidades que pueden tener estar pizarras electrónicas
y también sus defectos que tendremos que rectificar
mediante la práctica escolar”.