1.-
CONCRECIÓN DE
LOS COMPROMISOS EN MATERIA DE INFRAESTRUCTURAS EDUCATIVAS.
Tal y como venimos poniendo de manifiesto desde FAPAR,
entendemos improrrogable, la necesidad de acometer un
ambicioso Plan de Infraestructuras en la escuela pública
aragonesa que permita solventar las
carencias en esta materia que hemos denunciado a lo
largo de los últimos meses. El plan, que debe concretarse
presupuestariamente desde la Ley de Presupuestos para 2004,
debe afrontar dos retos básicos:
Ampliación
de la red de centros públicos urbanos, con especial
atención a Zaragoza, donde es precisa la construcción de
un nuevo centro en cada una de las Zonas de la ciudad, así
como un nuevo centro en Huesca y Teruel.
Plan
de Reformas y mejoras en los centros ya existentes, en
todo el territorio aragonés.
2.
ESCOLARIZACIÓN EQUILIBRADA DE ALUMNOS DESFAVORECIDOS
ENTRE TODOS LOS CENTROS SOSTENIDOS CON FONDOS PÚBLICOS.
Desde
FAPAR, en línea con lo manifestado por instituciones de la
solvencia del Defensor del Pueblo, venimos denunciando la
inhibición de los centros concertados a la hora de asumir
el esfuerzo que conlleva la escolarización de alumnos
desfavorecidos. Consideramos, en ese sentido imprescindible
equilibrar dicha escolarización, resaltando la necesidad de
aprovechar la oportunidad de desarrollar nuevas experiencias
enriquecedoras en todos los centros, sin que ello llegue a
suponer una saturación de la red pública, tal y como
sucede ya en determinados centros públicos.
3.
LA APLICACIÓN DE LA LOCE.
La
aplicación de la LOCE, coincide temporalmente con el tiempo
de esta legislatura, por lo que consideramos necesario que
dicho proceso sea emprendido por el Gobierno de Aragón
desde el compromiso de mitigar, en la medida de lo posible
los efectos perniciosos de esta Ley, especialmente en relación
con los itinerarios, que constituyen un ataque a la
igualdad de los alumnos, así como en relación a la nueva
regulación de la Educación que supone una profunda
conculcación de derechos fundamentales como la libertad de
conciencia y religiosa de los padres y madres.
4.
AMPLIACIÓN DE LOS SERVICIOS EDUCATIVOS.
Sin
duda uno de los retos trascendentales que exige la sociedad
española y aragonesa actual, viene representado por la
necesidad de apoyar a las familias trabajadoras, en su
esfuerzo por conllevar su vida laboral, con su deseo de
educar a sus hijos. La escuela aparece pues, como un
instrumento trascendental de este proceso y por ello es
preciso incidir en actuaciones que constituyan un apoyo básico
para las familias en una Comunidad Autónoma como Aragón,
que presenta una de las tasas de natalidad más bajas del
mundo.
Concretamente,
los servicios complementarios de los centros (comedores,
transporte, etc.) y medidas tales como la ampliación de los
horarios de los centros o la extensión y ampliación del
alcance de programas como el de Apertura de Centros a la
Comunidad, deben ser el eje de estas medidas.
No
menos importante, en este sentido, deber ser el apoyo y la
incidencia que debe hacerse en las actividades
extraescolares y complementarias que suponen, no sólo un
apoyo a las familias, sino una importante fuente de
experiencias y de nuevos conocimientos para los alumnos que
amplían sus horizontes educativos.
Por
último, es preciso hacer hincapié en la necesidad de
ampliar de forma significativa la red de escuelas públicas
infantiles de 0 a 3, que en estos momentos es prácticamente
inexistente.
5.
DESARROLLO DE NUEVAS TECNOLOGÍAS.
El conocimiento de las nuevas tecnologías constituirá,
en el siglo XXI uno de los parámetros básicos para conocer
el grado de desarrollo y de cultura de una sociedad. por
ello, desde FAPAR consideramos básico que el conocimiento y
la destreza con la que los alumnos sean capaces de
desenvolverse en el uso de estas tecnologías sentará las
bases de su nivel formativo en el futuro.
Aprovechar
esta fuente inmensa de conocimiento, saber elegir la
información que en ella se contiene y trasladar esos
conocimientos y esa información al proceso educativo,
supone sin duda un reto que debe de afrontarse con la máxima
ambición.
6.
APOYO A LA ESCUELA RURAL.
A juicio de FAPAR, resulta necesario atender con la máxima
dedicación las necesidades de la escuela rural,
especialmente en cuanto a la disposición de recursos,
estabilidad del profesorado y servicios complementarios, a
fin de garantizar la igualdad en la calidad de la educación
que reciben los alumnos y de incentivar el equilibrio
territorial.
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