Conflicto y mediación

Sergio y Miguel Ángel tienen 14 y 13 años respectivamente. A pesar de su juventud estos dos alumnos del instituto de secundaria Los Enlaces de Zaragoza asumieron ayer un importante papel en su vida académica: mediaron en la pelea entre dos compañeros del mismo centro. Lo más llamativo del asunto es que no se trata de un caso puntual, sino que este es el objetivo del programa RAC, Resolución Alternativa de Conflictos.

Esta iniciativa que deja en manos de los chavales la solución a sus propios problemas tuvo sus primeras experiencias en el centro ya el año pasado. «Creemos que es una vía que abre muchas puertas y va a mejorar la convivencia en el instituto», explicaba Isabel Cavero, una docente del mismo. Pero no ha sido hasta este curso cuando se han impartido las clases de formación. «Iniciamos una campaña de información y sensibilización por todas las clases», apuntaba el jefe de estudios, Javier Orduña. A raíz de esto la respuesta de los estudiantes fue, añadió, «más que sorprendente».

Un total de 36 alumnos se mostraron interesados en convertirse en mediadores, «aunque solo pudimos elegir a 15, que es el cupo del plan». Los seleccionados y 10 profesores del centro recibieron un curso de 12 horas impartido por una empresa especializada en mediación de Gerona.

El jefe de estudios destacó que la mediación es voluntaria, cuando dos jóvenes tienen un problema pueden ser ellos mismos quienes la pidan echando una solicitud en el Buzón de mediación. Si esto no ocurre, desde la jefatura de estudios se les plantea la posibilidad, «pero no se les obliga». Y tal y como explicó Orduña, la mayoría de las veces los chavales se decantan por la conciliación. «En estos casos los implicados se reúnen con un profesor que les muestra la fotografía de los 15 compañeros y cada uno de ellos elige a uno». Ya solo queda acordar la fecha para el encuentro.

En la conciliación normalmente solo están presentes los cuatro alumnos, los implicados y sus mediadores, «aunque en casos excepcionales también hay profesores presentes pero solo como acompañamiento». Lo normal es que los docentes se reúnan cada 15 días con los mediadores para que estos les cuenten cómo van sus encuentros.

«Los cuatro chavales tiene edades similares, lo que favorece una empatía que no existe con los profesores dada la diferencia generacional», señaló Orduña. El papel de los mediadores es ayudar a los implicados a que ellos solos encuentren la solución, «pero nunca deben aconsejar».

Un papel complicado que ayer tuvieron que desempeñar por primera vez Sergio y Miguel Ángel. A pesar de ello, y aunque al principio aseguraron estar un poco nerviosos, «estamos muy contentos porque hemos ayudado a que dos compañeros se reconcilien», dijeron.