Aragón no asegura una ayuda complementaria a los erasmus
Los alumnos erasmus de Asturias, Cataluña y Madrid son, junto a los de Aragón, las únicos que no tienen asegurada una ayuda complementaria de sus comunidades autónomas a las becas de la Unión Europea y del Ministerio de Educación.
El programa Erasmus, además de ser una experiencia enriquecedora e inolvidable, supone, en algunos casos, una importante carga económica para quienes tienen la suerte de disfrutarlo. El alojamiento, la comida y el material de estudio son los principales gastos a los que un participante en este plan de movilidad internacional debe enfrentarse. Para ello, el erasmus cuenta con una serie de becas, que le ayudarán en mayor o menor medida, en función de su comunidad autónoma de origen, a esquivar los números rojos.
Alumnos de Magisterio en la Facultad de Educación de Huesca.RAFAEL GOBANTES
De partida, todos los estudiantes españoles contaron el pasado curso con una beca mensual de 292 euros, de los que 120 derivaban de fondos europeos, a través del Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (OAPEE), y los 172 restantes provenían del Ministerio de Educación. Las previsiones oficiales apuntan a que los que disfruten la experiencia durante el nuevo curso percibirán unas cantidades similares.
A partir de ahí, cada erasmus debe buscar cuantas vías de financiación, tanto públicas como privadas, le sea posible. Son precisamente las aportaciones de carácter público las que generan las mayores desigualdades en la bolsa de ayudas que disfruta cada alumno, pues el dinero que un estudiante obtiene de su comunidad variará considerablemente en función de su lugar de residencia.
La diferencia entre los presupuestos mínimos de dos estudiantes españoles puede alcanzar los 408 euros. El Gobierno andaluz, uno de los más generosos para con sus estudiantes internacionales, asegura a los jóvenes empadronados en su territorio una renta mínima mensual por encima de los 600 €. Se han dado casos de alumnos que han logrado elevar su asignación total por encima de los 900 €, una cifra que les permite, en función del nivel de vida de su destino, incluso ganar dinero. Extremadura, con 330 € mensuales para todos los solicitantes es la otra comunidad que asegura una renta superior a los 600 €. Muy lejos está la prestación complementaria de la Generalitat Valenciana, la más baja del estado, cuyo importe se define entre los 60 y los 90 €, haciendo un total de 382 € para los más afortunados.
No todos reciben una beca de la DGA
Si bien la aportación valenciana es la más exigua del panorama nacional, cabe destacar que todos los solicitantes acaban percibiendo esta prestación, algo que no ocurre, como en otras tres autonomías, en la comunidad aragonesa. Asturias, Madrid y Cataluña son, junto a Aragón, las cuatro regiones que no aseguran una ayuda de estas características a sus empadronados. En el caso de la Comunidad de Madrid ni siquiera se ha hecho pública una partida aproximada, sino que se ha vinculado la cuantía final a la "existencia de disponibilidad presupuestaria".
Para el presente curso, Aragón ha dispuesto una cuantía total máxima de 316.500 euros, distribuyéndose en 237.375 € para el año 2011 y 79.125 para 2012. Sin embargo, no todos los solicitantes tienen acceso a esta ayuda pública. Así ocurrió el pasado año, en el que un total de 923 estudiantes (891 de la Universidad de Zaragoza y 32 de la Universidad San Jorge) continuaron sus estudios en otro estado de la Unión Europea. Del global de los consultados, son mayoría los que afirman que resulta "complicado" recibir esta ayuda complementaria y que "pocos la consiguen".
Según datos oficiales, este año se otorgará un máximo de 160 becas complementarias, que en ningún caso superarán los 250 euros mensuales. Es decir: la prestación máxima que un aragonés podrá recibir, en total, de las entidades públicas, será de 542 €, en el hipotético caso de que accediera a una de las ayudas de la DGA. En todo caso, una cifra muy alejada del máximo marcado por Andalucía. Los baremos empleados para otorgar esta ayuda giran, principalmente, en torno a requisitos básicos de renta familiar y al expediente académico del solicitante.
Asimismo, varias comunidades otorgan también una ayuda en concepto de desplazamiento, un punto que tampoco se tiene en cuenta desde la DGA.
Tardanza en el pago de algunas becas
Una de las principales quejas que esgrimen los estudiantes que se desplazan a los destinos más caros es que este aspecto no se valore a la hora de decidir quién merece la beca. Mientras en Dinamarca el gasto mensual se puede disparar hasta los 750 €, en Portugal y Grecia se puede dormir, comer y cubrir los diferentes dispendios de un mes con menos de 450 €. Ante esta clara diferencia, hay quienes defienden que no tiene sentido que se obvie este aspecto.
Además, algunos aragoneses que participaron en el programa durante el curso académico 2010/2011 no han percibido todavía el importe total de su beca. Éste es el caso de Pilar P., una alumna de la Universidad de Zaragoza que cursó sus estudios en Colonia (Alemania) y que no ingresará la última fracción de su subvención hasta los meses finales del presente año.
Otras ayudas
Ante la imposibilidad de cubrir sus gastos con las aportaciones públicas, muchos estudiantes recurren a otro tipo de becas, como las que ofrecen las cajas de ahorros o algunas entidades de carácter privado. La obra social de Ibercaja, por ejemplo, destinó un total de 120.000 € el pasado año académico a los estudiantes aragoneses que participaron en los distintos programas de movilidad internacional.
Fuente: Heraldo. MALUENDA. ZARAGOZA 06/09/2011