Asociaciones de padres discrepan sobre las reformas educativas

Representantes de las principales Asociaciones de Padres han discrepado sobre las reformas educativas de los dos Reales Decretos que modifican la etapa final de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que ha aprobado este viernes el Consejo de Ministros y las ven "insuficientes" para solucionar el fracaso escolar.
Concretamente, el presidente de la Confederación Católica de Asociaciones de Padres y Alumnos y Padres de Familia (CONCAPA), Luis Carbonell, se ha mostrado a favor, en declaraciones a Europa Press, de adelantar los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) a los alumnos de 15 años, aunque no sean repetidores "si ayuda a que los alumnos tengan otra salida distinta antes de abandonar los estudios o fracasar", cuando hasta ahora estos programas estaban dirigidos a alumnos repetidores de 16 años.
Por el contrario, José Luis Pazos, miembro de la Junta Directiva de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), , ha comentado que "no le parece bien el adelanto de los PCPI a alumnos de 15 años porque la medida no puede servir para que determinado alumnado salga muy rápidamente del sistema ordinario".
A Pazos le preocupa cómo va a quedar el texto definitivo, "pero en principio el borrador decía que los centros no tendrían la obligación de tener siempre estos PCPI como estudios que se impartan en todos los centros". "Nosotros queremos que estén en todos", ha explicado. También ha advertido de que actualmente algunos centros utilizan esta opción "en exceso para librarse de alumnos que tienen algún tipo de dificultad o comportamiento determinado".
Además, Carbonell ha advertido de que los dos Reales Decretos "pueden maquillar" los datos referidos al abandono y al fracaso escolar y considera que "incidirán poco en la solución de estos problemas". Asimismo, los ha calificado de "parches en el sistema educativo, que, en su opinión, "está obsoleto no funciona y esto se refleja año tras año en el abandono escolar tan tremendo y el fracaso escolar que padece España".
Por otro lado, mientras que Carbonell se ha mostrado a favor de un curso de 4º de la ESO con las tres opciones –dos para Bachillerato y una para FP–, Pazos lo ha criticado porque, a su parecer, "el escenario anterior era mejor". Asimismo, pide que todos los centros oferten e impartan las tres alternativas y que desde este punto de partida, "se le aclare perfectamente al alumnado que las tres vías son exactamente iguales en cuanto a posibilidades, titulación y, sobre todo, en cuanto a validez".
Finalmente, los dos representantes han aplaudido que se entregue un certificado del nivel de adquisición de competencias básicas o conocimientos alcanzados durante la ESO, cuando hasta ahora, según ha recordado Pazos, "se iban con las manos vacías". Para Carbonell, estos alumnos "por lo menos contarán con un título que acreditará qué conocimientos tienen, lo que les permitirá regresar algún día y completar su formación, o acreditar cuáles son sus conocimientos".
Fuente: Europa Press – Madrid – 29-07-11
La reforma de la ESO sabe a poco
Asociaciones de padres de alumnos y profesores evalúan la nueva normativa y consideran que los cambios son positivos, aunque "insuficientes y tardíos"
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy dos reales decretos que plantean cambios sustanciales en Formación Profesional (FP) y 4º de ESO. Una de las novedades es que los alumnos que no acaben la Secundaria recibirán un certificado oficial de escolaridad con el nivel de adquisición de las competencias básicas alcanzadas. Este certificado tendrá carácter validez en toda España y entrará en vigor en el próximo curso.
No es la única iniciativa encaminada a recuperar a quienes quedan fuera del sistema. La otra gran baza es la flexibilización de acceso a Formación Profesional. Los titulados de grado medio podrán matricularse en un grado superior a través de un curso puente, sin necesidad de cumplir los dos años de Bachillerato y con una reserva de entre el 20 y el 30% de las plazas. Además, los caminos se bifurcan en el último curso de la ESO. Cuarto se diversifica en tres opciones, dos orientadas a Bachillerato -letras y ciencias- y otra a la Formación Profesional de grado medio.
Estas medidas han sido consideradas por AMPAS y asociaciones de profesores como positivas, aunque "insuficientes y tardías". En concreto, el sindicato independiente de profesores ANPE se ha mostrado satisfecho con la reforma de FP, pero no son tan optimistas en lo que se refiere a los cambios en cuarto de la ESO. La vicepresidenta de la organización, Carmen Guaita piensa que no mejorarán la situación de los estudiantes y lamenta que se haya propuesto una reforma tan "tímida", cuando el sistema educativo "requiere un cambio profundo". A su juicio, los cambios deberían extenderse a toda la Secundaria e incluso al Bachillerato.
"Hay muchos chicos que no aguantan hasta los 15 años para hacer lo que les motiva, y por eso les perdemos", explica Guaita. La vicepresidenta de ANPE considera que los "atajos" que representan los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) son una forma "de conseguir los mismos objetivos por otras vías" y deberían facilitarse en los primeros años de Secundaria.
Virgilio Gantes, vicepresidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), es aún más radical: "Nosotros somos partidarios de que todos los estudiantes se midan con la misma vara y terminen la enseñanza obligatoria con un mismo nivel de conocimientos por lo que no estamos de acuerdo con que haya distintos itinerarios". Gantes considera que los cursos no deben ramificarse hasta Bachillerato y opina que la principal preocupación de esta reforma educativa debían haber sido los programas de adaptación curricular.
José Antonio Martínez, miembro del Consejo Escolar del Estado y presidente de la Federación de Asociaciones de Directores de Instituto, advierte que el talón de Aquiles de la reforma está en el desarrollo legislativo que hagan cada territorio. "El éxito vendrá determinado por la financiación de las comunidades autónomas, y no hay que perder de vista que los cambios llegan en un momento en el que se están produciendo "brutales recortes" por la crisis económica", puntualiza Martínez.
Este profesor, director del instituto Pío Baroja del barrio madrileño de Orcasitas, conoce al dedillo los resquicios de los dos reales decretos que acaban de ser aprobados ya que participó en su estudio como miembro del Consejo Escolar del Estado. "El último curso de la ESO es excesivamente complejo y muchos alumnos se ven sobrepasados. Nuestro trabajo es intentar simplificar las cosas y por eso planteamos que se estableciesen distintos itinerarios", cuenta.
Carlos López Cortiñas, portavoz de UGT, crece que la normativa es el cierre perfecto para el debate surgido con la Ley Orgánica de Educación. "Las medidas, principalmente la referida a la formación profesional y la elección de perfiles, cumplen con lo esperado y contribuyen a la integración de los alumnos. Creo que van en el camino correcto y ayudan a los jóvenes en el proceso educativo", opina. Cortiña celebra, además, la creación del curso puente porque considera que "el alumno va a encontrar otras opciones para formarse".
Luis Carbonel, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), ha reconocido que su colectivo se queda "con ganas de más": "Esta reforma recuerda a los derogados itinerarios educativos" (que consistían en dar acceso a determinadas orientaciones y no a otras, de acuerdo al rendimiento escolar). "No soluciona el sistema educativo que tenemos, que está obsoleto. El abandono escolar es del 30% y para cambiar eso se necesitan medidas más eficaces", ha cuestionado. "Por ejemplo, los títulos para los que no acabaron la secundaria llevan buena intención pero no solucionan el abandono escolar. Lo que hay que hacer es cambiar los parámetros y excluir el sistema sectario para promover el esfuerzo de alumnos y docentes", propone.
En Comisiones Obreras también hay sensación de satisfacción. Su portavoz, José Campos, ha destacado que las medidas servirán para combatir el abandono escolar y que la elaboración del decreto haya sido muy participativa al tener en cuenta a las organizaciones y sindicatos. Aunque, según su criterio, habría que ajustar un poco más la instrumentación. "Nos hubiera gustado que haya más opcionalidad en el 4º de la ESO y que haya una memoria económica más detallada, que comprometa más a las comunidades", ha señalado. Tampoco le convence que "no queda claro cuál es la implicación de las privadas".
Fuente: EL PAÍS – MARÍA VICTORIA ENNIS / AURORA MUÑOZ – Madrid – 29/07/2011