Ayer comenzó la semana de elecciones a los consejos escolares,
«No sabía ni que eran hoy»
Ayer comenzó la semana de elecciones a los consejos escolares, un órgano en el que se toman decisiones cruciales para los colegios, pero que no cuentan normalmente con la implicación de los padres. Ayer se pudo comprobar
JAVIER LUIS VELASCO. HERALDO 25/11/08
A todos los padres les preocupa, o al menos debería preocuparles, la educación que reciben sus hijos en el colegio. Sin embargo, pocos lo demuestran en las urnas que desde ayer se han instalado en más de 300 centros escolares de Aragón. En ellas se decide durante esta semana la composición de los consejos escolares, un órgano de participación, gestión y control de los centros educativos. En ellos se toman decisiones muy importantes, pero los padres apenas se implican en la elección de las personas que les van a representar los dos años siguientes. Sus porcentajes de participación en ocasiones es ridículo, quedando a veces por debajo del 10%.
En los consejos escolares están representados el director del centro, los padres, los profesores, el personal no docente y un representante del Ayuntamiento. Normalmente se reúnen unas cuatro o cinco veces al año y toman decisiones fundamentales para la política de gestión del centro.
Aprueban los proyectos, el Plan General Anual, participan en la selección del director, deciden la admisión de alumnos, conocen la resolución de conflictos disciplinarios, analizan el funcionamiento del centro y el rendimiento de los alumnos… Asuntos todos ellos cruciales para el día a día, que pueden llegar a decidir hasta el cambio de tipo de jornada que llevarán los chavales.
Estas elecciones se celebran cada dos años, y en ellas se renuevan los cargos que acaban mandato, cuatro años después de ser elegidos. Esta semana hay urnas en más de 300 colegios, cada uno de los cuales elige el día que mejor se adapta a su calendario. Ayer hubo elecciones en varios centros, en los que los alumnos, los profesores y los padres eligieron a sus respectivos representantes. A pesar de la campaña de concienciación de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (Fapar), los padres volvieron a repetir porcentajes bajos de participación en los centros consultados.
En el colegio Escuelas Pías, por ejemplo, eran pocos los que se pasaban a dejar su papeleta a las 15.00, hora en la que se abrían las urnas. Estaban hasta las 19.00, y aunque hasta hoy no se conocerá la participación, su director, Víctor Hebrero, no esperaba que fuera muy superior a las de años anteriores. En otras votaciones, cuenta, «han llegado a participar 80 o 100 padres», en un centro de 967 alumnos, pertenecientes a 720 familias en las que tanto el padre como la madre tienen derecho a voto. Solo cuatro se presentaron como candidatos. «Creo que no están muy concienciados de la importancia de los consejos. Cada vez votan más, pero la participación de los padres es complicada», afirma el director del centro.
También los alumnos
A mediodía, Mari Luz González, Beatriz González y Mari Carmen García, todas ellas madres de alumnos, acudían a dejar su papeleta en las Escuelas. Comentaban que lo hacían por la «importancia» que creen que tiene este órgano en el funcionamiento del centro, y porque, afirman, «los padres nos tenemos que implicar en la educación de los hijos». Conchita Mauleón, madre de dos alumnos de 3º y 4º de la ESO, acudía a votar casi por casualidad: «No sabía ni que eran hoy. No sabía nada, y eso que estoy todo el día en el colegio».
Esta es una de las reclamaciones que hace Fapar, que los colegios insistan a los padres en la importancia de los consejos y de sus elecciones a través de circulares en las que dejen claras las competencias de estos órganos y los días de votaciones. «Deben dar más información. Algunos ponen un cartel en la puerta y ya está», dice Ana Abán, presidenta de la asociación. En las Escuelas Pías han colgado carteles, pero también mandaron el calendario electoral a los domicilios familiares y lo han destacado en su página web.
En este centro también votaron ayer los alumnos y los profesores. Los primeros lo hicieron por la mañana y los segundos, por la tarde, cuando terminaron las clases. Antes trataron de concienciar a los chavales de la importancia de participar en las elecciones. «Un alumno me ha preguntado si era obligatorio. Le he dicho que no, que era un derecho que él tenía, pero que hay países donde no pueden hacerlo», cuenta el director. Lo habitual es que todos los alumnos pasen por las urnas.