Bajan los casos de absentismo en Zaragoza, pero hay más de 600
El Casco y Oliver son las zonas más problemáticas, sobre todo, en Secundaria.Cuatro de cada diez son de etnia gitana y en el 20% de situaciones es culpa de los padres.
15/03/2008 CELIA SORIA. El Periódico de Aragón
Los casos de absentismo en las aulas han bajado en Zaragoza con respecto a los dos últimos cursos escolares, pero sigue situándose por encima de los 600 alumnos. Esta cifra dista mucho de los 385 que se registraban en el año 2002 y, aunque las instituciones públicas no consideran alarmante, los datos sí han merecido en los últimos cinco años la puesta en marcha de un protocolo de prevención y control de las ausencias a clase. Esta planificación ha permitido que en la actualidad, de 609 casos contabilizados, solo 40 se consideren graves y hayan llegado a la Fiscalía.
Según un informe elaborado por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, durante el presente curso escolar, las 24 comisiones de zona de Zaragoza capital y provincia han trabajado en 609 casos que se concentran fundamentalmente en los barrios del Casco Histórico, Oliver-Valdefierro, el Rabal y también Universidad. Según explicó la directora provincial de Educación de Zaragoza, Ana Isabel Ayala, «esta concentración se produce porque es precisamente en esos distritos donde se produce una mayor escolarización».
El absentismo es especialmente llamativo entre los 14 y los 16 años. Primero y segundo de Educación Secundaria son los cursos que registran la mayor parte de los abandonos. De hecho, en ese ciclo es donde se producen seis de cada diez casos de los registrados, frente a un 37% en Primaria. Asimismo, las mujeres son ligeramente más proclives a colgar los estudios (un 53% de los casos así lo demuestran).
Un dato especialmente llamativo es el alto grado de población gitana que abandona el pupitre. Según el informe, cuatro de cada diez casos examinados por las comisiones se correspondían con alumnos pertenecientes a esta etnia. Esta situación se produce especialmente en el área rural y está vinculado a familias itinerantes dedicadas a negocios ambulantes como la venta en ferias o la campaña agrícola.
Donde no hay distinciones es entre la población española e inmigrante. «Por ejemplo, Delicias es uno de los barrios de Zaragoza donde se concentra mayor población inmigrante y, sin embargo, ha arrojado unos índices muy bajos de absentismo, por debajo incluso del distrito Universidad», explicó Ayala. Según el informe, solo un 20,85% de las situaciones tratadas se correspondían con población extranjera.
¿REBELDE O MARGINAL? En opinión de la directora provincial, esto tiene una explicación. «El abandono se produce fundamentalmente entre los 14 y 16 años y en la mayor parte de los casos responde a actos de rebeldía de los alumnos hacia sus familiares o el centro escolar, pero no lleva detrás conflictos en el hogar o sociales. Esto último solo sucede en los expedientes graves, que son mínimos», puntualizó.
A la hora de analizar por qué un alumno deja de asistir sistemáticamente a las aulas, el informe coloca en primer lugar el propio rechazo del estudiante. Al menos, tres de cada diez chavales así lo afirma. En segundo lugar y de manera sorprendente, el estudio revela que los padres juegan un papel fundamental puesto que casi tres de cada diez no llevan al niño a la escuela o se retrasan con regularidad.
Tras estos motivos, se enumeran otros de diversa índole clasificados de mayor a menor relevancia: la itinerancia familiar anteriormente citada, problemas en el hogar, necesidad de cuidar a hermanos pequeños en el entorno familiar, jornada laboral de los padres que impide el control del alumno…
Este último punto ha merecido un análisis más pormenorizado por parte de las instituciones y en el apartado de las conclusiones se apunta la confianza que los padres que trabajan en horario escolar depositan en sus hijos. «Son muchos los casos en los que los padres dejan a sus hijos en casa y salen a trabajar confiando que los niños serán lo suficientemente responsables para levantarse a la hora y asistir a clase», contempla el documento. Sin embargo, el 59% del alumnado absentista tiene episodios de varios días de ausencia a las aulas de forma consecutiva.
Pese a estos datos, las instituciones se muestran optimistas y confían en la labor de prevención que se está realizando en los centros educativos y en trabajo conjunto de DGA y ayuntamientos. Algunos datos avalan estas esperanzas. Por ejemplo, el hecho de que durante el pasado curso escolar un 42% de los chavales hayan presentado mejoras en su escolarización y solo tres de cada diez hayan tenido que derivarse a instancias superiores.