Cae el consumo de drogas entre los adolescentes, pero aumentan las borracheras
La delegada del Plan Nacional sobre Drogas alertó en Zaragoza de que los jóvenes abusan cada vez más del alcohol. Se prepara una nueva estrategia nacional.
Zaragoza. HERALDO DE ARAGÓN
Un nutrido grupo de médicos, especialistas en adicciones y profesionales lo vaticinó hace tiempo: la sociedad se negaba a considerar el alcohol como una droga, alarmándose por los consumos de cocaína o heroína y manteniéndose extremadamente indulgente con las bebidas etílicas.
Ahora, el Gobierno ha reconocido que tiene entre las manos un problema de primer orden para el que necesitará idear una buena estrategia. Y lo ha hecho en Zaragoza, durante la reunión que ayer mantuvieron representantes de casi todas las comunidades (no pudieron asistir Murcia, País Vasco y Andalucía) con la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), Carmen Moya.
La representante entró en la Comisión Interautonómica con una premisa que ofrece una de cal y otra de arena: entre los adolescentes se reduce el consumo de drogas duras, «pero las borracheras han aumentado».
De hecho, los últimos datos del Observatorio Español sobre Drogas revelan que, por primera vez, en 2006 se invirtió la tendencia creciente de consumo de estupefacientes entre la población de 14 a 18 años, disminuyendo con respecto a la encuesta anterior en relación con todas las sustancias, legales e ilegales.
No obstante, el tabaco y el alcohol se posicionaron como el principal problema, con consumos en aumento, sobre todo entre las chicas. Lo positivo es que ha aumentado la percepción del riesgo y la implicación familiar. Con estas premisas de base, los retos consisten en seguir promoviendo la responsabilidad social y pública ante este fenómeno y trabajar para reducir el interés de los jóvenes y la tolerancia social ante ellas. El PNSD insiste en que, además, hay que controlar la promoción de la oferta y mantener los programas educativos sobre habilidades para la vida en la infancia y la adolescencia.
Colaboración entre países
Estas conclusiones marcan el nuevo rumbo de la estrategia nacional. Uno de los retos es retrasar la edad de inicio en estos consumos, algo que no es fácil pero que resulta vital porque cuanto antes se empieza, peor es el pronóstico del consumidor.
Este objetivo choca con el modelo que se ha impuesto en los últimos años, en el que el policonsumo es lo más habitual, frecuentemente combinando el alcohol con cannabis o con cocaína. A veces, este hábito se integra en la vida escolar o en la profesional, viéndose potenciado los fines de semana.
Con estas premisas, las comunidades abordaron ayer el primer borrador de la nueva estrategia nacional sobre drogas, ya que la que está en vigor expira este año y hay que preparar una para el periodo que comprende entre 2009 y 2016.
Otra de las metas será intensificar la colaboración no solo entre comunidades, sino con los países próximos, para evitar la entrada de drogas en nuestras fronteras. De fondo, quedará buscar la mejor manera para prevenir y educar, pero también para rehabilitar a quienes lo necesiten.
Hábitos consolidados
La última encuesta a adolescentes que se hizo en Aragón fue en 2006. En ese momento, el 67,9% de los jóvenes de 14 a 18 años dijo haber tomado alcohol en el último mes (15,2% menos que dos años antes); el 36,8% aseguró haber fumado tabaco (una reducción del 3,4%), y el 27,9% tomó cannabis (22,1 % inferior a 2004). En ese momento, tanto la consejera de Salud, Luisa Noeno, como el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, destacaron que se trata de un consumo experimental con sus propias señas de identidad y ya avanzaron que el alcohol y el tabaco era lo que más les preocupaba.
Así, según la encuesta, a los 14 años el 39,6% dijo haber bebido alcohol en el último mes; a los 15, el 61,7%; a los 16, el 76,3%; a los 17 el 88,9% y a los 18 años, el 79,1%. Es decir, con la mayoría de edad parece que el consumo comienza a moderarse, porque se pasa a una fase más madura.
No obstante, la DGA ha intensificado los programas que tiene activos en colegios o a través de internet (por ejemplo, www.siguemesindrogas.com) para reducir el consumo de las drogas principales, que no son otras que el alcohol y el tabaco, pese a la ‘bondad’ con la que suele juzgarlas nuestra sociedad e incluso algunos padres.
A nivel estatal, el Plan Nacional sobre Drogas también tiene acciones destinadas a escolares.