Campaña para exigir medidas urgentes de conciliación.
Gracias si firmáis y difundís esta campaña. Es necesario que el tema de conciliación se aborde a nivel estatal. Es un problema de toda la sociedad
Ver propuesta de FAPAR reclamando un Plan Nacional de Conciliación
CONTENIDO DE LA CAMPAÑA
Las familias NO somos prioridad en esta sociedad. Nunca lo fuimos. Y ni siquiera una pandemia global como la del coronavirus ha hecho que esto cambie.
Cuando el pasado 14 de marzo nos encerramos en casa, a las más de 4 millones de familias con hijos e hijas que hay en España se nos dejó solas ante la problemática de conciliar la vida familiar y laboral.
En esta crisis se han olvidado de las madres y las familias: se nos carga con la responsabilidad sin ofrecernos ninguna solución. Y en un país donde la mala gestión de la conciliación hace que esté cubierta por los abuelos y abuelas – ahora grupos de riesgo- y por los colegios y escuelas infantiles -cerrados hasta septiembre y con una vuelta incierta- hemos llegado a una situación insostenible.
Al final acabaremos renunciando, y ya sabemos que las que renunciamos siempre somos las mismas: las mujeres.
6 de cada 10 mujeres renuncian a su carrera profesional al ser madres, según nuestro estudio “Somos Equipo”. Pero como resultado de esta crisis muchas más van a verse obligadas a renunciar al “trabajo remunerado” para no abandonar los cuidados familiares (el trabajo reproductivo).
Nos negamos a que la única solución para poder conciliar en esta crisis sea, de nuevo, la renuncia de la mujer y por eso exigimos al Gobierno que apruebe urgentemente medidas para favorecer la conciliación. Desde la Asociación Yo No Renuncio proponemos:
- Teletrabajo por imperativo legal (como medida correctora temporal, dada la actual situación de emergencia). Entendemos que esta medida debe extenderse más allá del fin del estado de alarma, hasta poder tener certeza de la manera en que se hará por ejemplo, la vuelta a las aulas en septiembre. El Gobierno ha prorrogado el carácter preferente del teletrabajo frente a cualquier otra medida. Pero no obliga a la empresa a mantenerlo aunque el/la trabajador/a lo haya venido realizando con normalidad, eficacia y sin perjudicar a la empresa. Si así se viene desarrollando la actividad desde la entrada en vigor del Decreto del estado de alarma, no existen fundamentos razonables para denegarlo por parte de la empresa ya que la situación que dio lugar a su implantación no ha cambiado sustancialmente.
- Facilitar la adaptación de jornada y la reducción de la misma sin pérdida salarial, siendo el Estado el que asuma el coste. Cuando el teletrabajo no fuera posible, el/a trabajador/a tendrá opción de adaptar su jornada laboral lo máximo posible, siendo de obligado cumplimiento para la empresa el respeto a este derecho ya contemplado en el ET sin tener que acudir a la vía judicial para hacerlo valer. No se pueden anteponer los criterios empresariales a las necesidades vitales de niños, niñas y dependientes.
- Ayuda retributiva para la contratación de personal para aquellas familias en que todos los progenitores o tutores legales estén trabajando fuera del hogar. Cuando ni el teletrabajo ni la adaptación o reducción de jornada son posibles, bien por características laborales o bien por circunstancias económicas familiares justificadas, el Estado debe articular una ayuda (distinta al Ingreso Mínimo Vital) para estas familias, dirigida a la contratación de una persona cuidadora de los menores o personas dependientes.
No podemos permitir que en una situación tan urgente como esta las familias queden en el olvido. Firma y comparte esta petición y exijamos las medidas que necesitamos para poder conciliar, ahora más que nunca.
Porque esto no es conciliar. Yo no renuncio.