Catalunya, a la cola de España y la UE en la calidad del sistema educativo
Barcelona. (EFE).-
Catalunya se encuentra a la cola de todas las comunidades autónomas y de los países europeos en calidad de su sistema educativo al registrar los índices más bajos de tasa de graduación y los más altos de abandono escolar prematuro, que además han empeorado de manera considerable en los últimos 5 años.
Estos son algunos de los datos que arroja el informe sobre el estado de la educación en Catalunya 2006-2007 elaborado por la Fundación Jaume Bofill, que alerta sobre una realidad que sus autores califican de «alarmante» y de la que responsabilizan no sólo a la escasa financiación de la administración, sino también a empresarios, sindicatos, docentes y familias.
Uno de los índices educativos más preocupantes es el que hace referencia al abandono prematuro de los estudios de la población de entre 18 y 24 años, que es del 34,1% (uno de cada tres estudiantes), lo que supone el triple del objetivo europeo para el año 2010, fijado en el 10%, y está cinco puntos por encima de la tasa del año 2000.
El abandono prematuro es muy superior a la media de España (30,8%), y dobla los niveles del País Vasco (13,9%) y Navarra (17,2%). Sólo Baleares, Andalucía, Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha presentan una situación peor y, en el marco europeo, sólo obtienen peores resultados Malta y Portugal.
Catalunya se sitúa también lejos de la media en el nivel de formación de la población joven ya que sólo un 60,3% de los jóvenes de 20 a 24 años ha superado la educación secundaria postobligatoria, frente al 61,3% de España y a 15 puntos de distancia de la UE, cuando el objetivo para 2010 es el 85%.
Los responsables del informe han alertado también sobre el hecho de que este indicador haya evolucionado de manera negativa en los últimos cinco años, ya que en el año 2000 los jóvenes que superaban la secundaria postobligatoria era del 68,1%, ocho puntos más.
También ha creado alarma la tasa de graduados, donde Catalunya se encuentra la segunda por la cola de toda España -sólo por delante de Canarias- con un 69,6%, seis puntos por debajo de la media española (75,3%), y lejos de las tasas más altas del País Vasco y Navarra, ambas con el 84,4%.
En el caso catalán, el informe pone al descubierto una aparente contradicción como es que Catalunya cuente con las tasas más altas de promoción de alumnos en Primaria mientras que registra la segunda tasa más alta de repetición en cuarto curso de ESO.
Uno de los coordinadores del estudio, Ferran Ferrer, ha advertido hoy de que este hecho sólo se entiende porque en Primaria se tiende a «esconder» la realidad del fracaso escolar que aflora luego en Secundaria.
Los expertos aseguran que la llegada en los últimos años de muchos jóvenes inmigrantes con un nivel de estudios bajo y que no siguen estudios ha generado un impacto negativo, aunque también advierten que un factor decisivo en el panorama actual es la atractiva oferta que existe en Catalunya de puestos de trabajo para los que no se requiere cualificación.
El informe hace también responsable de esta situación a un sistema educativo que no es capaz de retener al alumnado más desorientado y en el que se continúa invirtiendo poco desde la administración pública, ya que en 2005 la inversión por estudiante era de 3.500 euros frente a los 5.000 del País Vasco.
A manera de conclusión, el informe asegura que el derecho a una educación de calidad para todos es todavía hoy un objetivo pendiente de conseguir en un sistema además aquejado de una fuerte dualización entre los sectores público y privado subvencionado.
El director de la Fundación Jaume Bofill, Jordi Sánchez, ha asemejado lo que ocurre en el sistema educativo catalán con los «socavones» descubiertos en la red ferroviaria ya que «tanto los socavones ferroviarios como los educativos obedecen a una falta de inversión suficiente mantenida en el tiempo».
Respecto a la responsabilidad de los docentes, los expertos han pedido una formación inicial y profesional de alto nivel y una selección de los aspirantes a profesores para garantizar que son aquellos que tienen vocación.