CEAPA se opone a la reducción de la ESO a tres años

La Confederación queda a la espera de conocer más detalles de los cambios.
En una primera valoración del discurso de investidura de Mariano Rajoy, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) muestra su oposición a la reducción de un curso de la ESO, porque supone un recorte en la función que debe tener la escuela de compensar las desigualdades individuales y colectivas, al reducir el número de años de escolarización común de todo el alumnado.
No obstante, CEAPA está a la espera de que el Gobierno exponga con mayor concreción unas medidas de las que prácticamente sólo se conocen sus enunciados. En su discurso de investidura de hoy, Mariano Rajoy ha reproducido prácticamente las propuestas que ya contiene el programa electoral con el que concurrió el Partido Popular a las elecciones generales del pasado 20 de noviembre.
Respecto a la propuesta de ampliar a tres años el Bachillerato, lo importante es que el Gobierno reducirá de cuatro a tres años la Educación Secundaria Obligatoria. CEAPA se opone a la reducción de la ESO a tres cursos, de manera que los alumnos terminen estos estudios a los 15 años. CEAPA sí está de acuerdo con una ampliación a tres años del bachillerato, pero no a costa de que la ESO pierda un año.
Además, a juicio de CEAPA, esta reforma de la secundaria promoverá en la práctica la separación del alumnado según sus capacidades a los 15 años: a los supuestamente más capaces el sistema educativo y los propios centros les guiarán hacia un Bachillerato de tres años, y a los menos capaces hacia una FP devaluada.
CEAPA es favorable a una educación común para todo el alumnado hasta los 16 años, al considerar que el sistema educativo garantiza así una educación básica para todos los niños y niñas, independientemente del nivel socioeconómico y cultural de su familia y de sus características personales. Como muchos estudios señalan, el entorno social y familiar del alumnado incide en sus resultados educativos, y esta confederación considera que la escuela debe compensar esas desigualdades de origen.
Sin embargo la intención del Gobierno de Mariano Rajoy de reducir hasta los 15 años la educación común, aun manteniendo la escolarización obligatoria hasta los 16 años, supone un recorte a la igualdad de oportunidades y una poda a la función de compensación de las desigualdades individuales y colectivas que debe tener la escuela.
En los últimos lustros, la tendencia en el sistema educativo es recortar la educación común. Así lo quiso imponer la LOCE, a los 14 años, y la última reforma de la ESO del Gobierno del PSOE (y que entrará en vigor si no hay cambios en el próximo curso escolar), que lo adelanta en cierta manera también a los 15 años, creando dos opciones en 4º de la ESO. A ambas reformas se opuso CEAPA, por las razones ya esgrimidas.
CEAPA advierte que el fracaso y el abandono escolar cristalizan en la educación secundaria, pero se gestan en Primaria, e incluso en Infantil, y por tanto es en estas etapas donde las Administraciones educativas deberían actuar.
Por otro lado, CEAPA acoge con satisfacción que Mariano Rajoy afirme que “no podemos permitirnos el lujo de replantear el modelo de nuestra educación al compás de cada cambio de gobierno”, aunque los cambios que planea para la ESO en cierta manera sean una contradicción con esta afirmación.
Esta confederación comparte que hay que dotar de estabilidad normativa al sistema educativo, porque la sociedad no puede embarcarse, una vez más, en la elaboración de una nueva ley educativa. Los centros educativos no pueden perder tiempo y energías en la sustitución y aplicación de nuevas normas y reglamentos, habiendo asuntos mucho más urgentes.
CEAPA también aplaude el anunció del presidente del Gobierno de que buscará “el más amplio consenso”. Por ello, CEAPA tiende la mano al Gobierno porque, como tantas veces hemos mantenido, para afrontar los retos que tiene nuestro sistema educativo es necesario que todos y todas rememos en la misma dirección, que trabajemos juntos, sin la actitud de prepotencia de la que hace gala algún gobierno autonómico.
No obstante, en un momento en el que los padres y las madres estamos muy preocupados por el futuro de nuestros hijos e hijas ante una realidad socioeconómica hostil, CEAPA ha echado de menos que el presidente del Gobierno lanzara el mensaje de que recortar en educación en estos momentos es cruzar la línea roja de lo aceptable si queremos afrontar el futuro y recobrar la confianza.
Madrid, 19 de diciembre de 2011
¡SÌ AL RECORTE DE LA ESO! Estoy totalmente de acuerdo en que se reduzca un año la ESO. Un niño con 14 años ya sabe a ciencia cierta si le conviene hacer el bachillerato o la FP. Yo incluso suprimiría la ESO. Con una buena Primera es más que suficiente. La Primera se termina con 12 años y a esa edad también se sabe el alumno que sirve para estudiar una carrera. ¡Ya está bien de derroche! Por supuesto que al que sirva para estudiar, aunque carezca de recursos, se le den todo tipo de facilidades (enseñanza gratuita, material, etc.), pero ¿por qué tienen que soportar los jóvenes a los profesores de la ESO cuando éllos no lo desean? Es inconstitucional obligar a unos padres a que unos hijos que no sirven para estudiar pasen por el calvario de la ESO hasta los 16 años. Está bien que adelanten un año. Y, como digo, lo ideal sería suprimir directamente la ESO. El Estado se ahorraría una barbaridad con esta medida.