Colectivos sociales piden una ordenanza cívica menos restrictiva para los jóvenes
La Federación de Barrios Osca XXI, FAPAR y el Consejo de la Juventud proponen que en el caso de menores, las multas económicas se sustituyan por medidas más educativas
RUBéN DARÍO NÚÑEZ. Huesca HERALDO DE ARAGÓN
La Federación de Barrios Osca XXI, la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón y el Consejo de la Juventud consideran que el borrador de ordenanza cívica presentado por el Ayuntamiento de Huesca es «excesivamente prohibitivo» para los jóvenes, por lo que piden que se incluyan medidas más educativas y preventivas y que se ponga en marcha un plan de convivencia que implique a los centros escolares, a los servicios sociales y a la Policía Local.
Los tres colectivos sociales coinciden también en que las multas económicas, que pueden llegar hasta los 3.000 euros, se deben sustituir por medidas educativas cuando las infracciones sean cometidas por menores. «Sino, solo se hará daño al bolsillo de sus padres, pero ellos no aprenderán nada porque no son conscientes del valor que tiene el dinero igual que los adultos», manifiestan.
Estas fueron las opiniones que trasmitieron ayer a los grupos políticos municipales en el transcurso de una reunión de trabajo para proponer alegaciones al borrador de ordenanza cívica presentado a mediados de enero.
El presidente de la Federación de Barrios Osca XXI, Antonio Tuda, hace especial hincapié en el problema del botellón pidiendo que se concrete más, ya que la ordenanza solo lo prohibe «cuando altere gravemente la convivencia ciudadana, cuando se facilite el consumo de alcohol a menores y cuando se haga en envases de cristal o lata». Y se pregunta si entonces está permitido hacer botellón con envases de plástico. También pide más control para erradicar las pintadas en edificios públicos y privados.
Además, la Federación de Barrios Osca XXI exige que si se aprueba esta ordenanza cívica, se haga cumplir, porque recuerdan que hasta ahora ha habido otras normativas municipales de limpieza o de tenencia de animales «y luego no se ha hecho nada».
Por su parte, la presidenta de FAPAR-Huesca, María José Naya, reconoce que la ordenanza cívica es positiva, pero que «debería hablar más de prevenir, de promocionar y de educar». Y es que, a su juicio, esta normativa «solo transmite prohibición para los jóvenes y eso no es positivo porque parece que se les tiene miedo».
Ceder espacios para grafitis
En el tema concreto de las pintadas, afirma que hay que diferenciar entre los grafitis entendidos como arte y los grafitos de simples firmas o manchas en las paredes, y que se debería plantear la cesión de espacios de titularidad pública para que estos jóvenes expresaran sus inquietudes artísticas como, por ejemplo, los patios escolares de recreo.
A este respecto, Naya denuncia que faltan centros de encuentro juveniles. «Hay que darles alternativas y por eso llevamos muchos años quejándonos de que los patios estén cerrados por las tardes y los fines de semana».
La presidenta de FAPAR hace referencia también a otro de los puntos polémicos del borrador, las multas por jugar en la calle cuando se atente contra la integridad física de las personas que usen ese espacio público. En este sentido, solicita que haya un compromiso del Ayuntamiento para aumentar la red de carriles bici o las pistas de skate «porque es positivo que los niños y jóvenes jueguen en la calle y que vayan en monopatín y en bicicleta».
Otro de los colectivos con voz en este asunto es el Consejo de la Juventud de Huesca. Su presidente, Jesús Núñez, coincide con FAPAR en que es necesario facilitar a los jóvenes oscenses más espacios de ocio y, además, piden «flexibilidad» en la aplicación de las sanciones «porque se podría dar el caso de que te multaran por el simple hecho de llevar una lata de cerveza por la calle».
En cuanto al problema de los grafitis, Jesús Núñez censura todas aquellas pintadas que ensucien los espacios públicos «porque limpiar luego esas paredes supone un gasto enorme». N obstante, también deja claro que «hay arte urbano y pintura mural que incluso vemos que es conveniente fomentar en lugares autorizados» como patios de recreo, el cauce del Isuela y muros privados como por ejemplo las naves industriales, «siempre que los propietarios dieran permiso».