Colegios mezclados
MARIANO Gistaín | PERIÓDICO DE ARAGÓN
Sale el informe de Cáritas y la city enrojece de vergüenza. Ah, no. Enrojece de rojerío. Menos mal que no presentaron el infome de Cáritas antes de las elecciones. Será que no estaba acabado. Hay mucha monserga con los colegios, pero parece que nadie mete mano a la concertada para que pille cupo de emigrantes, sí, como cuando las huchas aquellas del Domund, los negritos y los chinitos del Domund, de cuando se hizo el seminario a escote, como la depuradora), que luego resulta que se cae. Claro, muy de izquierdas no ha sido la gestión de estos años. Más bien una gestión de negocios, la estabilidad y la confianza propician los negocios. Es un factor localizador, aunque no el primero. Ya se entiende que no se hacen las cosas o se dejan de hacer por rojerío, aunque en los momentos pre y postelectorales sigan dándonos la brasa con derechas e izquierdas: las políticas sociales se hacen (si se hacen) por sentido práctico, porque se vive mejor si todo el mundo tiene un mínimo y puede ir de ikeas. Se vive mejor si no te queman el coche en la banlieue, o te atracan cada dos por tres. Hasta la gente, cuando come, vota más, hasta un tope, que entonces ya se va de yates. Pero bueno, lo de aquí no ha sido por so. Esos guetos escolares que denuncia Cáritas en su espeluznante último informe no se nombran en la info de rutina, bla bla blu, la de las ruedas de prensa sobre arquitectura virtual. No salen, pero por lo visto, haylos. Menos mal que no ha salido el tema antes de las elecciones, que si no aún faltarían otros miles de votos por aquí y por allá. Total, que Izquierda Unida ha ido casa por casa a preguntar, ni siquiera ha necesitado abrirse blogs. Al precio que está la conexión, un blog es para electorados pijísimos. Ay, qué triunfalismo más penoso.
El mundo se nos va alejando a toda leche (a todo adsl) y aquí seguimos sin ponerle piso a Google o similares. El entusiasmo por los objetos, aunque sean automontables y autoportables, no debería hacernos descuidar tanto lo que ya está pasando por ahí fuera. Ahora resulta que los chinitos y los negritos (y los indios) de las huchas del Domund están aquí. Y no vale con darles el lapicerico esportillado. Hay que ponerles conexión, y entreverarlos bien con amiguitos nativos, ay. Lo bueno es lo que dice Cáritas, que no es cosa de mucho dinero, sino de ponerse, de política.
MARIANO Gistaín. Periodista y escritor
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Cáritas alerta de la existencia de «colegios gueto» en el Casco y el barrio Oliver
La organización lanza una campaña para conseguir que todos los ciudadanos tengan una educación digna.
P. CIRIA. Zaragoza | HERALDO DE ARAGÓN
Media docena de escuelas de la capital aragonesa tienen un porcentaje de alumnado inmigrante o perteneciente a minorías étnicas que supera el 85% del total y la mayoría de ellos se concentran en dos barrios de la ciudad: Oliver y Casco Histórico. Cáritas alerta en su memoria anual de la existencia de estos centros y asegura que los efectos de esta situación los sufren tanto los niños como los educadores. «Estos colegios gueto hacen que muchos padres prefieran llevar a sus hijos a escuelas de otros barrios antes que matricularlos allí. Debe haber un reparto más equilibrado», argumentó María Pilar Tirado, técnico de Cáritas.
El secretario general de ese organismo, Alberto Ruiz, apuntó que en la distribución desigual influye que en los colegios concertados no se den ayudas para el comedor escolar y que no cuenten con suficientes apoyos psicopedagógicos. «Se producen agravios comparativos entre familias a la hora de acceder a un centro», comentó. Para facilitar la elección de una escuela ajena a la red pública, Cáritas aportó durante el año 2006 más de 7.000 euros en concepto de becas de comedor.
Los responsables de esta entidad criticaron que la integración de las minorías étnicas y de los inmigrantes y el trabajo con las segundas generaciones sean todavía una asignatura pendiente del sistema educativo e insistieron en que hay que trabajar para conseguir que todos tengan el derecho a una educación digna. Por ello, han lanzado una campaña para concienciar a la población y cuyo acto central será una fiesta por la inclusión, el 2 de junio en la plaza de San Bruno.
A juicio de Cáritas, hay que actuar porque los niños en situación de exclusión de zonas rurales sufren en la escuela mayor presión y marcaje social que en la ciudad. «Tienen más dificultades y no pueden acceder a todas las ayudas o a los servicios sociales», comentó Ruiz. éste resaltó que tampoco hay una igualdad de oportunidades real en el acceso a la Universidad de colectivos desfavorecidos o rentas bajas.
En la Comunidad, el incremento del alumnado inmigrante en los últimos años ha sido significativo, pero si se analizan los datos de la última década, las cifras son abrumadoras: el número de estudiantes de enseñanzas de régimen general procedente de otros países ha aumentado un 1.607%. Por niveles educativos, es en Educación Primaria donde se concentra el mayor número de niños inmigrantes (7.124 según la DGA), cifras que van descendiendo conforme avanza la edad de los estudiantes. La situación puede invertirse en los próximos años, ante la ralentización de la llegada de alumnos extranjeros y el paso de los niños de unos niveles a otros.
Las cifras de Educación señalan que el 77,4% acude a centros públicos, mientras que el resto lo hace a privados (en los que se incluyen los concertados). Por nacionalidades, la mayoría proceden de Ecuador (28,7%), seguidos por los de Rumanía (16,4%), Colombia (9%), Marruecos (6,6%) y China (4,4%).
Apuesta por la integración
Ante este aumento del alumnado inmigrante, Cáritas considera que no se ha sabido integrar el sistema educativo y el social y que es necesario hacer un trabajo conjunto de mediación para facilitar el acceso de las familias más desfavorecidas a los recursos educativos (escuelas de padres, equipos psicopedagógicos y apoyos escolares y de refuerzo, entre otros).
Desde el departamento de Educación de la DGA argumentan que se está haciendo un esfuerzo importante en programas de lenguas y de integración. Repiten, además, que los inmigrantes se escolarizan en los centros que tienen más próximos y que no se puede decir a una familia que no escoja una escuela porque ya hay más niños extranjeros allí matriculados.