Con el paro, a estudiar
Crece la formación de adultos pese al menor apoyo empresarial – Se pide una enseñanza de los trabajadores personalizada y menos transversal
Los sindicatos calculan que millón y medio de parados en España tienen baja o muy baja empleabilidad. Cuando se está parado o el expediente de regulación de empleo es inminente, uno se plantea si está preparado para su puesto. Desde el trabajador extranjero que hoy tiene que saber español para conseguir empleo, a un contable que comienza a ver como competencia a sus compañeros licenciados. Cuando vienen mal dadas, más vale gastar en estudios que irse fuera de vacaciones, y el número de matrículas aumenta. Eso sí, con menos ayuda empresarial. El pasado mes de julio en las jornadas La formación como motor de la empleabilidad, organizadas por la Fundación Élogos y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), los ponentes de grandes compañías destacaron la necesidad de formar en nuevas tecnologías de manera menos transversal, más personalizada y más útil. Pero la realidad expresa lo contrario. Julián Trigo, director de Admisiones de IE Business School, piensa que las empresas del Ibex 35 no han hecho un gran recorte en formación, pero sí las de menor tamaño. "Lo que sí se nota es que para seminarios concretos la compañía que mandaba a 30 empleados ahora envía a tres", estima Trigo.
ELISA SILIÓ – Madrid – 05/10/2009, El País
Las matrículas de la UNED subieron un 12% en 2008. Este curso se prevé más
Si a un seminario asistían 30 personas de una compañía, hoy son tres
En IE han crecido entre un 25% y un 30% las solicitudes para masters a tiempo completo. Los jóvenes, convencidos de que no es buen momento de encontrar trabajo, aprovechan para continuar aprendiendo y son muchos los desempleados que buscan reciclarse para montar su propia empresa. Y mientras, los masters a tiempo partido interesan a entre un 15% y un 20% más de personas. La mayoría, ante la menor actividad de su compañía, saca tiempo hoy para estudiar.
"En Francia y Reino Unido ha crecido la demanda de nuestros masters al 133%", cuenta Ramón Aragón, director de Relaciones Externas de la escuela de negocios ESCP en Madrid. En España el incremento
ronda el 25%. "Hay gente que tiene trabajos solventes y lo deja porque quiere afianzar su formación. Eso antes no se producía. Aunque el inglés sigue siendo una desventaja", dice Aragón. Y sigue: "En los MBA Executive no se da este aumento. El 70% de los alumnos recibe ayudas de sus empresas, pero se han reducido a la mitad. Y este desinterés en la formación puede ser peligroso para las compañías. El trabajador no se identifica con ellos y le es menos fiel".
"Los datos los tendremos en noviembre, pero claramente aumentarán las matrículas. El pasado año se pasó de 150.000 estudiantes a casi 170.000. Es decir, un 12% más", cifra Emilio Luque, director de Investigación del Instituto Universitario de Educación a Distancia. "En 2008 nos tocó el latigazo de la crisis, pero no hubo tiempo en que la gente pensase en sus expectativas y se matriculase en la UNED. Somos muy baratos, unos 800 euros al año, y eso anima", explica. La gente, coincidiendo con la crisis, opta por grados con mejor inserción laboral y de ciclo corto que vocacionales como Historia o Filosofía. "Para muchos tiene valor en el mercado laboral que reciban docencia aunque no hayan acabado. Por ejemplo, de matemáticas financieras". La idea es tratar de que el tipo de competencias en que se formen los alumnos sean más cercanas a la demanda. En opinión de Luque, sociólogo, se necesitan "trabajadores flexibles, más capaces, más críticos, más analíticos".En la Universidad Oberta de Catalunya son un 25% más los alumnos de títulos oficiales a distancia que en 2008-2009. Su vicerrector de Política Universitaria y Profesorado, Josep Lladós, encuentra la explicación en tres factores: la crisis, su completa transición con éxito a los grados europeos y la implantación de nuevos títulos con demanda social. "Es un error estratégico que las empresas y el Estado dejen de invertir en formación. Está claro que la gente quiere aprender y falta gente con cualificación. Durante un tiempo muchos trabajaron en sectores en los que ésta no se necesitaba -turismo, hostelería o construcción-, pero ahora tiene que haber un reajuste", subraya Lladós. El perfil del alumno de la Oberta es similar al de la UNED: de 30 a 40 años, con empleo (90%), con un éxito o fracaso anterior en la Universidad (60%), con familia a cargo (50%) y un rendimiento muy alto. "Lo que estamos apreciando es que se matriculan cada vez más jóvenes nativos digitales que prefieren la enseñanza a distancia que la presencial".
Jorge Azcárate, presidente de la Asociación Nacional de Centros de Enseñanza a Distancia (Anced), calcula que el número de matrículas en los centros asociados aumentó en 2008 un 7% con relación al año anterior. "Este año posiblemente tengamos un incremento cercano al 10%", cifra.
Aprender los primeros acordes de guitarra puede esperar. El inglés urge. Los conocimientos le han restado espacio al ocio. "Los sectores de energías renovables, comercio, medioambiente y marketing han crecido", enumera
Azcárate. Por no hablar de la obtención del Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, vital cuando no sobra trabajo. Los datos de CCC indican que un 14% de los alumnos que realizan el curso de graduado en ESO continúan luego sus estudios a distancia. La mayoría de los hombres, para instalador electricista y ellas, para auxiliar de enfermería.
Ya todo el mundo sabe que sin formación las opciones de trabajar se reducen.