Cuatro autonomías tienen la figura del cuidador de alumnos de infantil
LA VOZ DE GALICIA / 24-09-2008
El País Vasco, Navarra, Cataluña y Baleares ofrecen atención completa a los niños de tres años en las aulas públicas
La figura del cuidador para los alumnos de infantil en los colegios públicos, que ayudaría a los profesores en materia de aseo personal y autocontrol de los pequeños, es una realidad en al menos cuatro comunidades autónomas españolas. Aunque en Galicia no se contempla su creación, en el País Vasco, Navarra, Cataluña y Baleares la mayor parte de los colegios públicos tienen a una persona que muda a los niños que se hacen pis o que se mojan en el patio, y evita así que los escolares pequeños esperen empapados a que sus padres vayan a cambiarlos. Otras dos autonomías, Comunidad Valenciana y Madrid, prevén la creación de esta figura en los próximos años
Cataluña, a por el 100%
Fuentes de la Generalitat catalana explicaron ayer que actualmente hay una plantilla de 862 técnicos de educación infantil en los colegios públicos, cuya función es servir de apoyo al profesor, pero que el objetivo de la Consejería de Educación es que en pocos años se cubra el 100% de las plazas. En Baleares, Navarra y el País Vasco también se da el servicio, aunque en algunos casos solo se hace a petición del propio centro.
Peor lo tienen en la Comunidad Valenciana, donde se prevé que el cuidador no empiece a acudir a los colegios antes del 2011. El problema es que para entonces habrá nuevo Gobierno autonómico y tal vez se suspenda este proyecto de apoyo educativo. En Madrid, en cambio, la situación es inversa. En el 2005, la Comunidad de Madrid anunció la creación de esa figura, pero todavía no se ha implantado. En muchos lugares son los propios ayuntamientos -o los padres, como en el caso de Leganés- los que corren con los gastos que ocasiona contratar a este cuidador, servicio que dejarán de ofrecer cuando la consejería asuma el gasto.
En Asturias, Extremadura, Andalucía y la Región de Murcia, así como en las dos Castillas, no hay constancia de que las arcas públicas vayan a financiar este personal. La situación es, más o menos, similar a la de Galicia: los profesores no tienen obligación de cambiar a los niños aunque muchos sí lo hacen para echar una mano a los padres. En general, además, ocurre lo mismo que en la comunidad gallega: los centros privados o concertados son más flexibles con esta norma y rara vez llaman a los padres para que cambien al niño. En todas estas comunidades, igual que ocurre en Galicia, las asociaciones de padres claman por un servicio que consideran básico para hacer real la conciliación de la vida familiar y laboral. En Madrid se han recogido más de 30.000 firmas en ese sentido.
El baño en el aula
En Andalucía se llegó a solicitar de la Administración que en las aulas con niños de tres y cuatro años el baño estuviese dentro, para facilitar a los pequeños ir al lavabo cuando lo deseen. En algunos centros públicos de la Comunidad de Madrid -ocurre en uno de Coslada- esta singularidad del aula es destacada por el propio centro como un atractivo más para elegirlo.
Lo que molesta a las asociaciones de padres, como la FAPA Giner de los Ríos, de Madrid, es que la implantación de los cursos de educación infantil en la enseñanza reglada lleva demasiados años -ocho como mínimo- y los servicios apenas han mejorado desde entonces. Y es que el cuidador no solo cambiaría al crío cuando tuviese un escape, sino que lo atendería para ayudarle en el comedor -en muchos centros no se insiste a los pequeños para que se lo coman todo- o auxiliarle en el patio.