Decenas de universitarios se encierran en Interfacultades contra el ‘Plan Bolonia’
HERALDO DE A. 10/12/08. LARA COTERA. Zaragoza
Con la protesta, que es indefinida, los jóvenes denuncian la mercantilización de la Universidad pública
Decenas de universitarios comenzaron ayer al mediodía un encierro indefinido en el vestíbulo del edificio de Interfacultades. Con esta movilización, convocada por la Asamblea contra la Privatización de la Universidad (ACPU), los alumnos quieren mostrar su rechazo a la aplicación del ‘Plan Bolonia’.
Lo que nació hace casi una década como una declaración destinada a homologar las titulaciones de la Unión Europea, ha sublevado a miles de estudiantes de todas las facultades españolas, que denuncian que detrás de esta propuesta se esconde una privatización y una rendición de los principios universitarios a las demandas de las empresas.
Los convocantes del encierro en Zaragoza, que ayer cubrieron de colchones, sacos de dormir y pancartas el vestíbulo de Interfacultades, aseguran que esta protesta será «pacífica y abierta», pero que «debe servir para visibilizar el rechazo» hacia estos nuevos planes de estudios. Según concretaron, en este espacio ‘ocupado’ profundizarán «en el estudio de lo que no nos explican» y reflexionarán «sobre lo que se quiere imponer».
Varios representantes de los manifestantes mantuvieron ayer por la mañana una reunión con el rector de la Universidad, Manuel López. Según explicó Ivana Turégano, portavoz de ACPU, pidieron a la institución académica que mantenga por la noche algunas luces o la calefacción, para que el encierro sea un poco más asequible. A cambio, los manifestantes se comprometen a tener una actitud respetuosa, mantener limpio el espacio en el que se han encerrado y a no entorpecer la entrada o salida de alumnos durante las horas lectivas.
Se ha previsto que la celebración de asambleas sea constante.
Precisamente, ayer por la tarde, los concentrados entablaron un debate en el que participó el vicerrector de Estudiantes, Fernando Zulaica.
También han iniciado un encierro 150 universitarios de la Universidad de Lérida, con lo que son ya siete grandes centros académicos de varias ciudades (Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza y la capital ilerdense) los que protestan contra el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
Falta de transparencia
Óscar y Fran preparaban ayer sus colchones mientras se leía un manifiesto en el vestíbulo de Interfacultades. Unos minutos antes, medio centenar de estudiantes se habían concentrado a las puertas del Rectorado, donde proclamaron lemas como: «Fuera empresas de la Universidad», «Stop mercantilización» y «Nosotros estudiamos, nosotros decidimos».
Los estudiantes que rechazan este proceso denuncian que no ha existido un debate previo y que su implantación «no se está haciendo de forma transparente». Alegan que los cambios que se proponen tienden a la «privatización» y «mercantilización» de la universidad. Explican que, en los años 90, la educación pasó a considerarse un servicio, «en una fábrica de recursos humanos para las empresas» que no busca el bien común sino objetivos mercantilistas.
«La educación superior ha pasado a configurarse como un mercado en el que hay una oferta, que son las titulaciones; hay una demanda, que somos los estudiantes; y hay una moneda común, el crédito europeo, en base al que las universidades compiten y se someten a las reglas del mercado, eliminando las carreras que no son rentables para las empresas», sentenció Ivana Turégano.
Los encerrados exigen la paralización inmediata del proceso de convergencia europea. Además han denunciado lo que califican como «criminalización del movimiento estudiantil» al abrirse 27 expedientes a estudiantes de la Autónoma de Barcelona o tras el desalojo forzado de los alumnos que se encerraron en una facultad valenciana.