El 18% de los jóvenes de la UE-27 entre 15 y 24 años se encuentra en paro
La tasa de desempleo de los jóvenes de la UE-27 de entre 15 y 24 años es casi del 18%, diez puntos por encima de la tasa general del 8%. Además, las tasas de paro juvenil duplican, o incluso triplican, las de desempleo total en la mayoría de los Estados miembros, según Adecco Institute.
Europa Press
03/04/2007 (13:48h.)
En su informe ‘Transición de la escuela al mercado laboral’, Addeco Institute señala que el paro juvenil en España se encuentra en la media del 18%, mientras que existen «diferencias abismales» entre los distintos Estados miembros, desde los niveles del 20% ó 30% de países como Polonia, Italia, Grecia o Francia hasta la horquilla del 7%-9% de otros como Dinamarca o Irlanda.
Concretamente, el estudio sitúa como ejemplo a seguir dentro la UE a Dinamarca, que cuenta con un índice de desempleo entre los jóvenes del 7,5%, una tasa baja de desempleo entre los adultos (3,8%) y presenta un equilibrio de géneros en el mercado de trabajo.
DESCONEXION ENTRE LA ESCUELA Y LA EMPRESA EN LA UE.
Por otro lado, el informe destaca que «cada vez aumenta más la distancia entre las competencias laborales de los jóvenes y las necesidades de las empresas», de ahí el riesgo de sufrir una cada vez mayor tasa de desempleo y escasez de conocimientos.
Además, señala que estos problemas «coinciden en el tiempo con el envejecimiento de la fuerza laboral, lo que agrava la escasez de talento y competencias a pesar de haber una tasa de desempleo entre los jóvenes del 18%».
Adecco insta en su informe a mejorar la calidad de la formación de los jóvenes de la UE, para lo cual propone desarrollar diversas organizaciones intermedias, tanto públicas como privadas, que trabajen de forma conjunta con las instituciones educativas existentes.
Asimismo, considera que «Europa debe abarcar todo el sector de formación y competencias mediante un programa coordinado por una ‘Comisión de competencias profesionales de la UE’ que incluya empresarios y responsables de políticos».
Finalmente, apunta que, como primer paso, esta tarea debería asignarse a un «coordinador de transición» para cada escuela de la UE, bajo financiación pública o privada, que ejerza el papel de mediador entre el sistema educativo y la vida laboral.