El colegio concertado Virgen del Romeral de Binéfar anuncia que cerrará en junio

«Estupor y sorpresa» son los sentimientos que albergan los padres de los doscientos niños escolarizados en el colegio religioso concertado Virgen del Romeral de Binéfar después de que esta misma semana la comunidad de religiosas que atiende el centro les comunicara que dejará su cometido a finales del presente curso.

Ni la Asociación de Padres de Alumnos (APA) ni el resto de progenitores pueden creerse una decisión tan drástica, aunque muchos de ellos ya atravesaron una situación similar hace cinco años, cuando la anterior congregación religiosa que se hacía cargo del colegio decidió concluir su labor.

En total, alrededor de doscientos alumnos de guardería, Educación Infantil y Primaria acuden a este colegio concertado, que está atendido por nueve profesores y cinco religiosas de la congregación Hijas de Santa María del Sagrado Corazón de Jesús, que son las titulares del centro desde el curso 2003-2004.

La presidenta del APA del «Virgen del Romeral», María José Holguín, manifestó la intención de los padres de «buscar otra congregación religiosa que se haga cargo del colegio, porque nosotros queremos este tipo de educación para nuestros hijos». «Si fuimos capaces de hacerlo una vez, creo que podremos conseguirlo de nuevo, porque estamos dispuestos a hacer lo que haga falta para conseguir que el colegio abra el curso que viene», añadió Holguín, quien pidió al resto de padres que tengan calma porque «no se arreglan las cosas en dos días».

Fuentes del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón aseguraron ayer sobre el procedimiento necesario para clausurar un centro educativo que la Administración «no va a permitir la clausura de este colegio, porque las normas del concierto establecen que todo cierre sea pactado entre las partes implicadas y si no llegan a un acuerdo debe primar el principio de garantía de escolarización de los niños». Además, la Administración autonómica no tiene constancia real de que las titulares del centro educativo binefarense vayan a cerrar el colegio o vayan a introducir ninguna modificación.

La religiosas, por su parte, no quisieron hacer ninguna declaración pública a este diario, «porque es una cuestión interna», comentó la portavoz, quien añadió que «en su momento, el colegio dará las explicaciones oportunas». No obstante, según informaron algunos padres que asistieron a la reunión el pasado miércoles, las religiosas comentaron que quieren dejar su labor docente en Binéfar porque no han conseguido su objetivo de hacer un seguimiento educativo de los alumnos desde los primeros años hasta la Educación Secundaria ya que no pueden ampliar el colegio, como, al parecer, era su meta.

Tras conocer la decisión de las religiosas, la alarma de los padres se acrecienta porque saben que el solar donde se ubica el colegio fue cedido para un centro religioso y si deja de albergarlo los herederos pueden reclamar legalmente la propiedad del solar por lo que llevaría aparejado la desaparición del colegio.

Desde FAPAR defendemos la creación de plazas escolares públicas porque la Escuela Pública es la que garantiza una educación de calidad y compensadora de desigualdades, vertebra el territorio y facilita la cohesión social.  Uno de los factores que influyen en la calidad de la educación es la escolarización equilibrada, y en este sentido los colegios concertados, como centros sostenidos con fondos públicos están obligados a ser corresponsables y deben responder ante la  Administración y la sociedad. No tenemos la seguridad de que  la Congregación de Binéfar puede unilateralmente cerrar el colegio,  por ello debemos tomar este anuncio con la debida precaución, pero si así fuera, confiamos y exigimos  al Departamento de Educación que garantice la escolarización de los alumnos en su propia localidad, arbitrando las medidas necesarias para ello, con la ampliación del C.P. Victor Mendoza o la creación de un nuevo Colegio Público de
Educación Infantil y Primaria, si fuera preciso.