En diez años, España no aumenta el gasto escolar en relación al PIB
En 2006 era del 4,31% mientras que al final de las transferencias (2000) era del 4,33%
La conclusión es evidente: el gasto educativo en relación al PIB no sube en España. La media sigue igual que antes de las transferencias (que finalizaron en 2000), incluso con los presupuestos socialistas de los últimos años que siempre se han ufanado de incrementar el gasto educativo.
El gasto público en Educación en relación al PIB, una vez excluídos los capítulos financieros, ha descendido incluso cuatro centésimas desde el año 2000 hasta 2006, aunque se ha incrementado en cinco centésmas entre 2005 y 2006, último año del que se disponen datos oficiales. En el año 2000 las Administraciones gastaban en Educación un 4,33 por ciento del PIB, y en 2006 descendieron hasta el 4,29 por ciento, descontados los capítulos financieros, que dificultan la comparación de datos de un año a otro.
Otro dato significativo es el gasto en enseñanzas no universitarias excluidas las becas, que se sitúa en 2006 en el 3,02 por ciento del PIB, sólo dos centésimas por encima de los invertido en el año 2000.
En definitiva, de poco sirve que las Administraciones educativas, principalmente las de las Comunidades Autónomas, nos digan año tras año, presupuesto tras presupuesto, que incrementan el porcentaje de fondos destinados a Educación si no lo relacionan con el PIB.
En términos absolutos, en diez años la inversión educativa se ha disparado desde los casi 22 millones de euros de 1996 a los más de 42 de 2006. Pero esto no significa que se incremente el gasto en relación al PIB. Las Administraciones educativas suben el porcentaje de gasto en términos semejantes al incremento de ingresos. No se arriesga, no se apuesta por incrementar el gasto por encima del PIB y, en consecuencia, el objetivo explícito o tácito de alcanzar la cifra del 6 por ciento en Educación se queda una vez más en una promesa política incumplida.
El problema se va a producir este año ya que entre los meses de octubre y diciembre de 2008 el PIB podría haber registrado una tasa negativa del 1,1 por ciento frente al trimestre anterior a la vez que la tasa interanual habría caído un 0,8 por ciento frente a un crecimiento del 0,9 por ciento.
El Banco de España confirmó a finales de enero que la economía doméstica había entrado en recesión en el cuarto trimestre de 2008, cuando el PIB encadenó su segunda contracción consecutiva entre el desplome de la demanda nacional y con un crecimiento por debajo de las recientes proyecciones del Gobierno para el conjunto de 2008.
¿Con este cierre del año, la tasa de crecimiento del PIB en el conjunto del 2008 se habría situado en el 1,1 por ciento, cifra que representa una sustancial desaceleración con respecto a la tasa de avance del año previo (3,7 por ciento)?, dijo el Banco de España.
Según el informe, el ¿pronunciado declive del ritmo de crecimiento a lo largo de 2008 fue debido a la intensa ralentización de la demanda nacional, que registró una tasa de avance promedio del 0,4 por ciento frente al 4,2 por ciento de 2007?.
Con estos crecimientos nulos o negativos será difícil equiparar el nivel de gasto educativo con el PIB, sobre todo si éste entra en recesión. Entonces, las Administraciones deberán hacer una apuesta por la Educación, manteniendo tasas de gasto a pesar o, precisamente, por la crisis. Será el momento de apostar verdaderamente por la Educación como remedio –eso sí, a largo plazo– contra la pérdida de productividad.
De todos modos, siempre hay que advertir que no son las economías que más gastan las que mejores resultados educativos obienen y que no hay relación directa entre más inversión y mejor rendimiento.
Por comunidades, Canarias era en 2005 la cuarta comunidad con mayor inversión en Educación y Castilla-La Mancha ha alcanzado el tercer lugar, tras las inalcanzables Navarra y País Vasco (con un sistema impositivo distinto). En otras comunidades, como Baleares y Madrid por un lado, o Galicia y Asturias, por otro, las variaciones del gasto tienen que ver, sobre todo, con variaciones en el número de alumnos.