Equiparar el horario de la escuela pública y la privada supone un avance en la igualdad de oportunidades
El Periódico de Catalunya – Diciembre 2005Para septiembre del 2006, cuando empiece el próximo curso escolar, la Conselleria d’Educació de la Generalitat Catalana proyecta que los alumnos de las escuelas públicas de primaria catalanas amplíen su horario de cinco a seis horas diarias, equiparándolo así al de las escuelas privadas. Los presupuestos de la Generalitat ya incluyen las partidas para contratar a los 2.000 maestros necesarios para ampliar el horario sin modificar la jornada laboral, y para empezar a financiar esa sexta hora en las concertadas. Si se firma el pacto escolar que recoge esta medida, a la que algunos sindicatos se resisten, se aplicará de forma general. En caso contrario, se ensayará sólo en algunos centros.
Los alumnos de la escuela pública tienen hoy 176 horas lectivas menos al año. La diferencia con la concertada suma 1.056 horas a lo largo de los seis años de la primaria, lo que equivale a más de un curso. Es un desequilibrio injusto. No hay consenso sobre que, entre los 6 y los 12 años, una hora más de clase vaya a comportar un mayor rendimiento escolar. Pero dedicar este incremento horario a actividades complementarias y de refuerzo, que de esta forma pasarían a ser gratuitas y accesibles a todos, sería, en cualquier caso, un avance en la equidad del sistema educativo.
La escuela pública tendrá cada mes 20 horas más de clase
• La ampliación horaria se aplicará en septiembre en los 1.600 centros de primaria de Catalunya
• La medida conllevará que el erario comience a financiar la sexta hora diaria en la concertada
Cuando dentro de 10 meses, el martes 12 de septiembre del 2006, se inicie el curso en las más de 1.600 escuelas públicas catalanas de enseñanza primaria, sus más de 240.000 alumnos de entre 6 y 12 años, o al menos parte de ellos, tendrán una jornada más extensa. La Conselleria d’Educació ha decidido que el alumnado permanezca seis horas diarias en el aula, 60 minutos más que ahora, lo que equiparará su situación a la de los usuarios de la escuela privada concertada. Los niños recibirán entonces 20 horas más de clase al mes.
Pese al recelo de un sector del profesorado, alimentado en parte por dos de las principales organizaciones sindicales del sector, USTEC y UGT, la decisión, que aún no ha sido oficializada, tiene una difícil marcha atrás. El proyecto de presupuestos de la Generalitat para el 2006 ya ha incluido una partida para contratar a los aproximadamente 2.000 docentes que se precisan para evitar que la puesta en marcha de la iniciativa lleve aparejada una ampliación de la jornada de los maestros. Y la presión social, que procede de las filas de las familias, acecha.
DECISIÓN UNILATERAL
Educació ha vinculado la aprobación de la medida a la firma, por parte de los principales actores de la comunidad educativa catalana, del denominado Pacte Nacional de l’Educació, embrión a su vez de la futura ley catalana de educación.
La firma del pacto no debería demorarse más allá del mes de febrero para que la extensión de la jornada pudiera entrar en vigor en septiembre. Pero la consellera de Educació, Marta Cid, aseguró el pasado viernes a este diario que si no hay pacto el Govern «se reserva el adoptar la actuación que crea conveniente». Y añadió: «El salto cualitativo en la plantilla 6.000 docentes nuevos en el 2006 no es porque sí».
Esa afirmación se traduce, según el testimonio que los colaboradores de la consellera han transmitido a los directores de los centros en diferentes reuniones mantenidas en las últimas semanas, en que la extensión de la jornada se llevaría a cabo en una parte de los centros, a modo de avanzadilla voluntaria, hasta que la medida se generalizase en un periodo máximo de tres años.
Cid explicó que, para completar el compromiso que sobre esta cuestión figura en el proyecto de pacto por la educación, en septiembre «habrá que comenzar a financiar la sexta hora en algunos centros concertados», una práctica que se haría extensible a toda la red privada a lo largo de un quinquenio. Esa sexta hora, que se oferta en la gran mayoría de colegios concertados, es ahora financiada por las familias. Enric Puig, secretario general de la mayor patronal concertada, la Fundació Escola Cristiana, confirmó que ya había recibido «un ofrecimiento» de la consellera en ese sentido.
La titular del departamento de Educació afirma que se trata de introducir «una mejora cualitativa» en la red pública, que es la que «soporta un alto porcentaje de la diversidad del alumnado». Y adelanta que la hora adicional no conllevará un incremento de la materia curricular, de los contenidos que se enseñan, sino que cada centro podrá destinarla a reforzar aquellos aprendizajes que considere necesarios.
MODELOS ORGANIZATIVOS
Preguntada por las reticencias del profesorado, dice que, una vez que les ha explicado que la iniciativa va acompañada del refuerzo necesario de la plantilla y que no hay un incremento de la carga lectiva, no ha visto que la medida levante oposición. Admite, no obstante, que todavía resta presentarles una serie de modelos organizativos, basados en la experiencia de unas pocas escuelas públicas que ya disponen de esa sexta ahora, para acabar de disipar los temores que conlleva la mudanza.
Respecto de los sindicatos que se han manifestado abiertamente contrarios, Cid manifestó que se le hace difícil «entender su actitud». «Yo creo que los sindicatos están para generar puestos de trabajo», agregó.