España ocupa la cola de los países de la UE en universitarios becados
LA FINANCIACIÓN DE LA UNIVERSIDAD.
Solo el 13,5% de alumnos de la enseñanza superior reciben subvenciones para sus carreras. La posibilidad de aumentar las tasas para mejorar las ayudas no prospera por su impopularidad.
JORDI CASABELLA. PERIÓDICIO DE ARAGÓN
La financiación de la universidad española dista de poder homologarse a la de los países de su entorno, pero si en un capítulo la brecha se hace más visible, este es el de las becas y ayudas a los estudiantes. Mientras que la Unión Europea (UE) destina a ese cometido alrededor del 16% de los recursos públicos que invierte en la enseñanza superior, en España ese porcentaje se reduce a la mitad.
Un análisis comparativo sobre el tratamiento que la UE ha otorgado a las becas entre los cursos 2003-2004 y 2005-2006 elaborado por el área de estudios del Comisionado para Universidades e Investigación de la Generalitat de Cataluña evidencia que ese desequilibrio sitúa a España a la cola de Europa en número de becarios, el 13,5% del total de estudiantes universitarios.
POCOS BECARIOS
Si se excluye a los estudiantes que han accedido a las ayudas por el hecho de formar parte de una familia numerosa, una categoría que en los últimos años la Administración diferencia de la del becario estricto, 198.195 estudiantes españoles de entre cerca de 1,5 millones percibieron ayudas en el curso 2004-2005.
Las perspectivas de que el desfase con la UE se reduzca de manera sustancial en los próximos años no son, por otra parte, halagüeñas. El informe que evaluaba las necesidades de financiación de la educación superior presentado el año pasado por el Consejo de Coordinación Universitario, que ahora ha pasado a depender del Ministerio de Ciencia e Innovación, y que en los próximos meses ha de ser objeto de debate con las comunidades autónomas, reservaba 244 millones, entre los 2.733 que se calcula que precisa la universidad en cinco años, al capítulo de becas y ayudas, una cifra que equivale a menos del 9% del total.
LA TÍMIDA VOZ DE LOS RECTORES
Ante esa tesitura, la única vía que parece factible para lograr el objetivo de reconducir la situación y disponer de más recursos pasa por incrementar el porcentaje del coste de los estudios que recae sobre los estudiantes, que actualmente se encuentra por debajo del 20% de su coste total. A pesar de la elevada impopularidad que una medida de este tipo acarrea entre la población estudiantil, los rectores de las universidades han comenzado a referirse a ello con la boca pequeña.
El estudio del comisionado recoge el resultado de una encuesta sobre la percepción social de la educación superior en Cataluña, efectuada en el 2006 entre una muestra representativa de más de 2.000 personas de edad superior a los 16 años. La mitad de los preguntados considera «demasiado elevado» el coste anual medio de los estudios universitarios para los estudiantes.
La misma encuesta señala que la mayoría, el 49%, cree que los recursos adicionales que requieren los centros universitarios para mejorar su financiación han de proceder del erario; el 34%, mientras, opina que del mundo empresarial, a través de convenios y contratos de patrocinio, y únicamente un escuálido 4,4% demanda una mayor contribución por parte de los alumnos.
DESCONOCIMIENTO
Paralelamente, tres de cada 10 preguntados sobre la cuestión manifestaron que ignoraban por completo el porcentaje que pagan los estudiantes a través de las tasas del coste total de los estudios. Otros tres creían que era «significativamente superior» al real. Y solo un tercio de los encuestados acertó a indicar que las tasas que se satisfacen equivalen a entre el 10% y el 30% del coste real de las carreras.