Eva Almunia: "La innovación educativa está en la escuela rural"

ENTREVISTA A LA SECRETARIA DE ESTADO DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL
20/04/2008 MICHEL VALLéS. El Periódico de Aragón.
- Eva Almunia, en la Consejería de Educación, esta semana. fFoto: NURIA SOLER
NACIMIENTO: ESPLÚS, EN 1960.
TRAYECTORIA: FUE CONCEJALA DEL AYUNTAMIENTO DE ESPLÚS (83–99). SE ENCARGÓ DEL ÁREA DE EDUCACIÓN EN LA DIPUTACIÓN DE HUESCA (87–95) Y EN EL 2001 FUE NOMBRADA CONSEJERA.
–¿Contenta?
–Pues sí, contenta y cansada, las dos cosas. Han sido días de mucho ajetreo. Empiezo una nueva etapa y tengo una sensación agridulce porque dejo aquí a gente con la que he trabajado muy a gusto durante los últimos años. Pero mi nuevo cargo me llena de esperanza.
–¿Se lleva alguna pizarra digital a Madrid?
–Sí. No tengo ninguna duda. La uso todos los días para tareas personales. Además, con mi hija tendré que comunicarme de muchas maneras, entre ellas a través del messenger…
–Llamó el otro día descreídos a los periodistas. Usted tendría más datos.
–Claro. Yo, personalmente, no sabía nada de mi nuevo cargo, pero esperaba que hubiese más representación aragonesa en el Gobierno central. Eso sí lo sabía. Siempre quisimos un Ejecutivo en Madrid que entendiera los problemas de los aragoneses y creo que lo hemos conseguido. Formo parte de un proyecto político que encabeza Marcelino Iglesias y yo soy una pieza más de ese programa.
–¿Cuáles son sus prioridades en la Secretaría de Estado de Educación y Formación Profesional?
–Pues lo primero, quiero decirle que el nombramiento me lo tomo como un reconocimiento a las políticas que estamos desarrollando en Aragón. Así que continuaré impulsando políticas de entendimiento en materia educativa para llegar a acuerdos con todas las partes. Y además, mi objetivo es impulsar programas importantes desde el punto de vista de la innovación, como son las pizarras digitales. A mí la ministra me comentó que quería caras nuevas y que había pensado en mí. Y yo estoy encantada de poder ofrecerle lo mejor. Aúna educación y política social, algo que los laboristas británicos ya han puesto en marcha. Quiero abordar sobre todo aquello que más le afecta a la familia. Soy una persona que en su actividad profesional, en este caso la política, le gusta estar muy cerca de las personas. En este ministerio creo que lo podremos hacer.
–¿Tiene perfilado su equipo?
–Es lo primero que quiero hacer porque el ministerio es nuevo. Debemos ser una cartera próxima a las familias. Y para ello es fundamental dar un contenido que aúne la educación y la política social.
–Ahora tendrá que vérselas con todas las comunidades autónomas.
–Ese es mi problema… Ahora veré los toros desde el otro lado de la barrera. Pero creo que los problemas son muy similares de unas comunidades autónomas a otras y todas tenemos elementos positivos que es bueno que conozcamos y que aprendamos de ellas.
–¿No cree que hay demasiadas diferencias entre la educación de unas regiones y otras?
–Todas están regidas por la LOE, que dice cómo debe ser nuestra educación. Aunque luego hay 17 formas distintas de gestionarla, en función de las peculiaridades de cada comunidad. No hay grandes diferencias, sino adaptaciones al territorio porque, entre otras cosas, los partidos que las gobiernan no son los mismos.
–Además de las pizarras digitales, ¿qué otros programas destaca de su paso por la consejería?
–Las pizarras han sido instrumentos revolucionarios dentro del aula. Pero también me siento muy satisfecha del convenio que firmamos toda la comunidad educativa con el tema de la convivencia escolar. Estoy muy orgullosa de las aulas de altas capacidades, que es un proyecto que acaba de empezar. Pero yo soy una mujer que intento disfrutar siempre con mis obligaciones. Durante estos años he tenido muchísimas satisfacciones. Yo me quedo sobre todo con la gente con la que he trabajado, que me han aportado muchísimo.
–Pero también se han quedado cosas en el tintero como la Ley de Lenguas.
–La Ley de Lenguas, al igual que la de Educación, es algo que iba a salir ya, pero ya no lo haré yo, sino Mariví Broto. Y eso me duele. Son leyes que hemos trabajado mucho. Los resultados los vamos a ver en poco tiempo, aunque claro, yo ya no estaré aquí para verlo y defenderlo. Lo tendrán que hacer otros, que son los que ahora toman el relevo.
–¿Y la Ley de Lenguas por qué ha costado tanto?
–Siendo importante el desarrollo de nuestro Estatuto, yo soy de las que cree que una Ley de Lenguas debe cimentarse en el acuerdo. No puede ser una norma que lo que haga es confrontar a una parte del territorio con otra. Así nunca avanzaremos. Y en ese sentido tenía que haber ciertas condiciones políticas que permitiesen llevar la ley a las Cortes. En la pasada legislatura no fue así, debido a la confrontación. Ahora creo que se dan mejores circunstancias. La Ley de Lenguas nos debe unir. Es una norma en la que nos hemos esforzado mucho y vamos a tenerla en breve. Fue uno de nuestro compromisos de campaña y vamos a cumplirlo. Pero puedes estar seguro que será una ley que unirá a los aragoneses.
–Y también han faltado infraestructuras como el Teatro Fleta.
–Si el Fleta hubiera dependido al 100% del Gobierno de Aragón ya estaría resuelto hace mucho tiempo. Sabíamos que era complicado porque el que tenía la catalogación era el ayuntamiento de Zaragoza, y ahí residía la complejidad. Creo que la solución que se le ha dado es buena. Eso también se lo dejo a Mariví…
–La escolarización de los niños sigue tomando tintes dramáticos en algunos momentos…
–Mire, ahora que me voy le diré algo y ha pasado el tiempo. Los primeros años fueron muy duros. Pero era algo comprensible y entendíamos que solo el paso del tiempo era capaz de limarlo. Pero estoy satisfecha de cómo hemos ido resolviendo todos los problemas que han surgido. Para algunos colegios fue complicado asumir que los metiéramos en el mismo saco de los centros públicos y que fuera la Administración la que marcara las condiciones. Ahora todo funciona mejor. Y conocemos los casos de todos y cada uno de los niños que quedan fuera de los colegios que habían elegido. Somos una Administración más cercana de lo que a veces quieren pintar.
–Puede, ¿pero la meta no debería ser que las 700 familias que no pueden acceder al colegio de primera elección, lo hagan?
–Todos los años tenemos casos de familias que denuncian a otras por falsear los datos. ¿Cree que llegaremos a hacer todos las cosas como es debido? Ese es el tema… Pero yo creo que al final el mejor centro educativo es al que va tu hijo. Hay una leyenda urbana con este tema que está muy extendida y que entre todos deberíamos dejar en su lugar.
–También queda pendiente el dominio de los idiomas.
–Seguimos sin saber hablar idiomas. Es un déficit histórico que es necesario salvarlo. Ya se están dado pasos, pero es complicado porque requiere una formación muy específica del profesorado. Son necesarios programas que vayan acompasando el cambio del sistema educativo.
–Padres y sindicatos dicen que faltan colegios.
–Hay zonas con muchos colegios y pocos niños y otras con muchos escolares y pocos centros. En los últimos 8 años se han construido unos 50. Creo que se ha hecho un esfuerzo importante.
–¿Podemos hablar de igualdad en la educación del medio rural y urbano?
— Sí. Debemos trabajar más en la permanencia de los profesores en los pueblos, pero la calidad es la misma. Además, la verdadera innovación educativa y el dinamismo están en la escuela rural.
–¿Qué planes tiene para la Formación Profesional?
–Hay que buscar una mayor implicación entre la Formación Profesional y la empresa. Ningún joven debe perder una oportunidad laboral por no tener una cualificación adecuada.