Expertos denuncian la incorrecta alimentación de los escolares
Aprender a comer. Expertos denuncian la incorrecta alimentación de los escolares
Ruth Mayayo (Periódico del Estudiante)
Muy poca fruta, verdura y legumbres, mucha carne y una cantidad de pescado totalmente insuficiente. Estos son los ingredientes principales de los menús de los comedores escolares. Con el paso del tiempo, se ha mejorado mucho, sin embargo los menús escolares no acaban de ajustarse a las necesidades dietéticas de los estudiantes, según ha advertido la Asociación Española de Pediatría (AEP), que estima que el 14% de los menores padece obesidad. En Aragón, los problemas de alimentación afectan al 40% de los niños de uno a diez años.
Y el problema no está sólo en los centros escolares porque parece que los padres, en lugar de complementar esa dieta en casa, ceden a los deseos de los pequeños para ahorrarse malas caras, con lo cual hay muchos niños que no comen ni verdura ni pescado. Mientras, el sobrepeso sigue aumentando en la infancia y en la adolescencia en la población española. Y se afirma que los niños que comen a diario en sus centros no reciben el aporte necesario de vitaminas, proteínas, grasas… En definitiva, no consumen una dieta equilibrada.
En el crecimiento de una persona inciden tres vertientes: la genética, la llegada de la pubertad y la alimentación. Sobre las dos primeras, causas internas, no se puede influir. Sin embargo, la alimentación constituye el factor externo más importante para el crecimiento y desarrollo de los niños. Está demostrado que la inadecuada alimentación desde los primeros años afecta al rendimiento académico y que los hábitos alimentarios adquiridos durante la infancia perduran en la edad adulta.
ADIÓS A LA COMIDA EN FAMILIA
El ritmo de vida al que se ven sometidos los niños actualmente es cada vez más acelerado debido a las largas jornadas en el colegio, las clases de apoyo, los deportes y las actividades extraescolares. Todo ello ha cambiado el estilo de vida y la forma de alimentarse y alimentar a los más pequeños. «La comida en familia, sobre todo en el medio urbano, prácticamente ha desaparecido o se limita a los fines de semana. Los platos tradicionales se han sustituido por alimentos más prácticos y sencillos, generalmente a base de carbohidratos más simples, proteínas animales y exceso de grasas», explica el profesor Alfonso Delgado, presidente de la AEP.
A todo esto ha contribuido la incorporación de la mujer al trabajo y la aparición de nuevos modelos familiares, que ha hecho que cada vez más niños tengan que hacer uso de los comedores de los centros educativos. Este servicio facilita en buena medida la compatibilidad de la vida laboral y familiar de muchas familias aragonesas. En lo que va de curso escolar 2008-2009, el departamento de Educación, Cultura y Deporte ha puesto en marcha 19 nuevos comedores en Aragón, 10 en Zaragoza, 5 en Teruel y 4 en Huesca, que dan servicio a cerca de 1.000 nuevos alumnos. De esta forma, el sistema educativo aragonés cuenta en la actualidad con 205 comedores en servicio, 122 en Zaragoza, 25 en Teruel y 58 en Huesca, en los que se atiende a 28.740 alumnos.
Al suspenso en la elaboración de las dietas de los comedores escolares, se suma el hecho de el 40% de los niños zaragozanos de uno a diez años es mal comedor, según el Estudio Zaragoza sobre niños mal comedores. Las encuestas revelaron como causas principales los malos hábitos alimentarios de los padres, que se convierten en ejemplarizantes para los niños, así como el poco tiempo que pasan los progenitores con sus hijos.
Las edades críticas en este comportamiento son las comprendidas entre 1 y 8 años, siendo el primer año el más complicado según explicó la pediatra Teresa Cenaro. «El cambio de alimentación a esa edad hay que hacerlo lentamente, es natural el rechazo de nuevas texturas y sabores y cada niño lleva su ritmo», indicó.
El estudio revela que entre el 30% y el 40% de los padres de niños mal comedores no suele comer ni cenar con ellos durante el fin de semana, ni estar presentes en el desayuno. Así, el 63% de los niños que come mal lo hace con la televisión encendida o juguetes.
RENDIMIENTO ESCOLAR
Lo peor es que las consecuencias de estos hábitos pueden provocar enfermedades y afectar al crecimiento, pero también disminuir el rendimiento escolar y la capacidad de concentración de los niños. Sin embargo, los niños que comen mal no tienen por qué estar delgados, pues un tercio de los padres encuestados afirmó que sus hijos tienen un peso normal. A su vez, el comer mal puede producir transtornos a largo plazo como hiperactividad u obesidad. Por eso, se dice que la salud empieza en la mesa.
A DEBATE: Una dieta equilibrada ayuda a combatir el cambio climático
Una dieta equilibrada podría ayudar a combatir el cambio climático. Dos estudios revelan que comer menos carne y lácteos reduciría las emisiones de CO2. Además, pone de manifiesto que España es el país del mundo donde más sube el consumo de grasas. En los años 60, el consumo medio de calorías de un español era de 2.673 al día. Ahora hemos pasado a las 3.405 calorías, con más grasas y colesterol y menos hidratos de carbono, lo que ocurre en las dietas anglosajonas de Reino Unidos y EEUU.
Dicen que los padres son quienes dan ejemplo en la mesa a sus hijos. Valorad en qué medida tiene razón esta afirmación. ¿Os influye lo que hacen vuestros padres?