Facebook o la intimidad imposible
REDES SOCIALES
Con más de dos millones de usuarios en España, la red social más popular de Internet preocupa a algunos padres que creen que la exposición pública de sus hijos menores de edad es excesiva. Los expertos aconsejan activar filtros de seguridad para evitar disgustos.
SERGIO DEL MOLINO. Zaragoza. Heraldo de Aragón
Prácticamente desconocidas en el mundo hispano hasta hace poco más de un año, las llamadas redes sociales de Internet son ya un fenómeno de masas y global. Desde que el jaqués -aunque afincado en California- Javier Oliván lanzara en enero de 2008 la versión en castellano de Facebook, la implantación en España ha sido un bombazo.
En junio de 2008, seis meses después de abrirse la sucursal en castellano, la red tenía 670.000 usuarios registrados. En octubre de ese año ya eran 1.370.000, y hoy son más de dos millones -y sumando- los adictos a este invento. Aunque hay otras redes, ninguna crece tanto como Facebook, y la inmensísima mayoría de sus 'clientes' (concepto difícil de aplicar aquí, puesto que es un servicio gratuito) tiene menos de 30 años. Esta semana, Facebook cumplió cinco años de existencia: pocos inventos han tenido una aceptación tan masiva y mundial en tan poco tiempo. Su creador, Mark Zuckerberg, es ya, con solo 24 años, una de las personas más ricas e influyentes del planeta.
Esta eclosión ha pillado a contrapié a muchos padres y, como siempre que se mezclan Internet y adolescencia, han empezado a mostrarse suspicaces. Un par de episodios turbios en los que la red social se ha visto involucrada y las denuncias y advertencias de algunos grupos y organismos públicos, que han alertado sobre los peligros de la exposición pública de los menores, han terminado por consolidar la desconfianza paterna: ¿qué diantres está haciendo mi hijo en Internet?, se preguntan.
Las redes sociales son, básicamente, foros o puntos de encuentro de internautas que comparten aficiones, intereses o amigos comunes. La idea es sencilla, y en esa simpleza está la clave de su éxito. Todo funciona como una gran conversación. En Facebook se puede chatear, intercambiar fotos y vídeos, organizar 'quedadas', crear blogs…
Pero la clave del arco, el mayor problema que han visto algunas organizaciones dedicadas a la protección de la infancia -como Protégeles- es la cuestión del perfil. Cuando se abre una cuenta hay que rellenar una serie de cuestionarios de información personal: cuantos más datos se den, más posibilidades hay de encontrar conocidos y personas afines a uno en la red. Por ejemplo, quien dice que estudió en tal universidad entre tal y tal año, podrá ponerse en contacto con ex compañeros de facultad y saber de sus vidas. Lo mismo sucede si uno dice que vivió en tal ciudad extranjera en tal año o que le gusta el cine de Hitchcock. Cuanta más información haya, más atinará Facebook en la búsqueda de ‘amigos’ interesantes. Pero también sabrá más el mundo de esa persona y, en consecuencia, más vulnerable será. En muchos sentidos, estar en Facebook significa estar localizable para cualquier persona que quiera localizarte, por los motivos que sean.
Varias contraseñas
«Si se siguen unas normas sencillas, como no publicar direcciones ni números de teléfono, ni por supuesto cuentas bancarias u horarios de trabajo, no tiene por qué haber ningún problema -aseguran desde la Unidad de Delitos Telemáticos de la Policía-. Las complicaciones más graves que estamos viendo vienen porque la gente no se conciencia de que tiene que diversificar sus contraseñas. Muchas personas tienen la misma clave de acceso en su móvil, en su tarjeta de crédito y en Facebook. Y esta última es bastante fácil de violar para un ‘hacker».
Los problemas de intimidad van más allá de asuntos puntuales de seguridad bancaria. El caso del estadounidense Kevin Colvin es muy ilustrativo: dijo en su empresa que estaba enfermo para no ir a trabajar, pero su jefe descubrió en la red social una foto suya celebrando una fiesta el día que se suponía que estaba enfermo. Fue despedido.
De hecho, muchos departamentos de recursos humanos están empezando a utilizar la herramienta sistemáticamente para investigar a los aspirantes a algunos puestos de trabajo. Por eso Sophos, una de las grandes empresas estadounidenses de seguridad informática, ha difundido una pequeña guía para evitar disgustos y sorpresas desagradables. «La mayoría de los usuarios de Facebook desconoce que la red social tiene dispositivos para proteger la intimidad, pero hay que saber usarlos», advierten en su página web (sophos.com), donde enseñan a usuarios -y a padres- cómo manejar los filtros de seguridad de la red.
«Algunos pensarán que restringir la configuración de Facebook limita la diversión, pero yo lo prefiero así, sabiendo que solo me van a encontrar quienes yo quiero que me encuentren», asegura Miguel Ángel Mata, abogado madrileño especializado en nuevas tecnologías.
Se puede estar en Facebook y conservar la intimidad. Solo hay que seguir algunas instrucciones.
Hola ta bien ta bien