Faltan plazas de estudio en el campus de la plaza San Francisco
Los estudiantes deben hacer cola a las puertas del pabellón de Filología para encontrar un sitio. El rectorado se está planteando habilitar una nueva sala para atender la creciente demanda.
Periódico de Aragón 26/01/2009 M. VALLéS
Faltan plazas de estudio en el campus de San Francisco. Esto obliga a los estudiantes a hacer cola antes de la apertura del pabellón de Filología, el único habilitado dentro de la ciudad universitaria para que los alumnos puedan preparar sus exámenes. Tanto es así que a las nueve de la mañana, una hora después de que abra sus puertas, es casi imposible encontrar una silla libre. Por este motivo, desde el rectorado se están planteando la posibilidad de abrir algún nuevo espacio en otra facultad.
Lo que está claro es que los jóvenes optan cada vez más por las salas de estudio para preparar sus exámenes. Los responsables del campus lo saben y sobre todo en periodo de exámenes amplían los horarios. «Somos conscientes de la creciente demanda que existe y que en San Francisco no tenemos suficientes plazas cuando se acercan las fechas de las pruebas», explicó Fernando Zulaica, vicerrector de Estudiantes y Empleo. Aunque matiza que en las otras salas de estudios, la de la Facultad de Económicas y la del campus Río Ebro, siempre hay sillas libres. Para tratar de dar respuesta a la demanda, la sala de de Filosofía abrirá hasta las dos de la madrugada.
Lo que está claro es que el pabellón de Filología es el predilecto para los estudiantes. Y eso que es la sala más antigua y la que dispone de menos comodidades para los alumnos. De hecho, son habituales las goteras cuando llueve y las sillas no siempre son las más cómodas. «Hay que tener en cuenta que la Facultad de Filosofía y Letras es ya antigua, pero tenemos pendiente acometer una serie de reparaciones en los techos. Además, se han comprado entre 60 y 100 sillas y se han sustituido las que estaban en peor estado», precisó Zulaica. Pese a ello, reconoce que tanto la sala de Económicas como la del CPS están mejor. «De todas formas, el estado de las instalaciones se debe, la mayoría de las veces, a la falta de civismo de los usuarios».
Bien distinta es la situación en la sala de estudio de la Facultad de Económicas, otra de las que también han ampliado los horarios con motivo de los exámenes. «El nivel de ocupación durante los fines de semana está resultando muy bueno. No hay aglomeraciones», dijo Zulaica. Aunque claro, todo tiene sus inconvenientes. Y este es el espacio de los tres que tiene la universidad, en el que hay más ruido. La gente suele hablar mucho, lo que ocasiona las protestas de algunos estudiantes. «Es una situación que se repite y aunque los encargados de este espacio lo intentan atajar, no lo consiguen. Pero hay que reconocer que en ocasiones es complicado concentrarse debido al nivel de las conversaciones».
En el campus Río Ebro se encuentra la tercera y última sala de estudio. Ubicada en el edificio Betancourt, la biblioteca Hypatia es la más moderna y amplia. Tiene 464 plazas y 80 ordenadores con internet. Además, todas las mesas cuentan con enchufes para poder alimentar los portátiles. El inconveniente es su situación, demasiado alejada del centro de la ciudad.
Las opciones de los estudiantes no se acaban en las instalaciones propias de las universidad. Algunas entidades financieras cuentan con espacios reservados para preparar los exámenes. Aunque uno de los lugares más concurridos sigue siendo la Biblioteca de Aragón, en la calle Doctor Cerrada, que aunque no adapta sus horarios en periodo de pruebas, siempre está llena.