FAPAR manifiesta su preocupación por la no obligatoriedad de cinturones en los autobuses de transporte escolar
En los últimos meses se han sucedido noticias de padres y madres que piden que sus hijos viajen en autobuses de rutas escolares con toda la seguridad que se exige en los vehículos privados.
Efectivamente, la normativa actual permite usar autobuses antiguos que no cuentan con cinturones de seguridad. No obstante, entendemos que el caso del transporte escolar debe contar con las máximas garantías, teniendo en cuenta que se transportan alumnos desde los 3 años. Es absurdo que cuando llevamos a nuestros hijos en vehículos particulares tengamos que llevarlos con cinturones de seguridad, como es lógico, pero eso no sea obligatorio en las rutas de transporte escolar. Incluso las nuevas normas de tráfico recién aprobadas son mucho más exigentes en cuanto a la seguridad de los niños en los vehículos particulares, como que con el nuevo código, de forma genérica no podrán viajar en los asientos delanteros los menores que midan menos de 1,35 metros (la excepción es que los asientos traseros estén ocupados por otros menores o que el vehículo carezca de asientos traseros). En el caso de incumplir la norma, las autoridades podrán inmovilizar el vehículo e imponer una sanción de 200 euros. ¿Cómo puede ser que estos criterios de seguridad no se hagan extensivos a los autobuses que llevan niños? Resulta increíblemente paradójico que se permita tener en uso para rutas escolares, autobuses viejos que no disponen de cinturones de seguridad.
En estos momentos, en Aragón se cubren muchas rutas de transporte escolar que unen diferentes localidades de zonas cuyas carreteras son complicadas y peligrosas. Carreteras secundarias, poco mantenidas, con hielo y nieve en muchos momentos del año, curvas sinuosas, etc. En esta situación, el choque con cualquier obstáculo que pueda surgir, sea un tractor o un animal que se cruce en la carretera, puede ser fatal para niños que viajen en autobuses que no cuenten con cinturones de seguridad.
Por este motivo, instamos al Departamento de Educación a incrementar las exigencias que garanticen la máxima seguridad para nuestros hijos y no el alargamiento de la vida de los vehículos, cuando además en las mismas flotas de transporte se tienen autobuses con cinturones. Los criterios de seguridad para viajar con menores deben hacerse extensivos a los autobuses.
Zaragoza, a 13 de mayo de 2014
FAPAR