FAPAR rechaza el final de curso que se está produciendo en Secundaria
Cuando quedan 8 días para el final del curso en secundaria, FAPAR quiere manifestar el profundo malestar y el rechazo que compartimos con las numerosas familias que están viendo desde hace días, cómo la actividad lectiva en los centros de secundaria se ha venido ralentizando hasta su paralización prácticamente general en el día de hoy.
Hemos vivido un curso escolar inédito, extraño y extraordinariamente difícil, marcado por la pandemia que ha condicionado la organización y actividad en los centros de Secundaria, por la borrasca Filomena y ahora por un final de curso en el que se han incluido, por primera vez, las pruebas extraordinarias dentro del calendario lectivo, coincidiendo con la realización de la EVAU en muchos centros, la convocatoria de oposiciones, el disfrute de días de libre disposición, etc…..
Ante esta situación desde FAPAR manifestamos lo siguiente:
– El calendario escolar se conoce desde hace un año, marca el final de la actividad lectiva el martes 22 de junio y obliga, como todos los cursos, a los centros a planificar su programación
hasta esa fecha.
– Preocupados por lo que podía ser un final complicado, trasladamos a la Administración la necesidad de que se garantizase el cumplimiento del calendario escolar. Y así, las instrucciones de fin de curso señalan que los Equipos Directivos deben establecer las medidas organizativas necesarias para garantizar que todo el alumnado mantenga su actividad lectiva hasta las fechas de finalización del curso establecidas para cada enseñanza, así como las medidas sanitarias. La asistencia del alumnado a clase será obligatoria hasta el 22 de junio. Instrucciones que son de obligado cumplimiento para los centros.
– Que las pruebas extraordinarias se hayan incluido en el calendario obliga a adelantar la evaluación final del curso, fijar las fechas de la prueba extraordinaria y combinar la atención
al alumnado que tiene superadas las materias con la atención y trabajo del alumnado que debe presentarse a esa prueba extraordinaria. Esto, sin duda, presenta complejidad, pero en
ningún caso puede suponer un recorte de días a un calendario ya de por sí minimizado y trastocado este curso escolar.
Este final de curso está planteando dos problemas:
Por un lado organizativo, en el que no se puede entender que las actividades que se desarrollen en un aula tengan que estar exclusivamente vinculadas a un temario cerrado, reduciendo el concepto de aprendizaje y mermando la importancia que la figura del docente tiene en ese proceso.
Por otro lado el adelanto de las pruebas extraordinarias a junio no puede plantearse en términos de segundas oportunidades, que evidentemente no existen examinando de una materia completa dos días después de una evaluación final. El aprendizaje es continuo, la evaluación también y eso no se garantiza cuando se saca del sistema educativo la responsabilidad del mismo, dejándolo exclusivamente en manos de las familias y generando desigualdad. No puede confundirse la adquisición de competencias con la memorización de contenidos. La Escuela no puede ser una institución para examinar sino para aprender y en ese proceso participamos todos, centro, docentes, familias, alumnado y la administración.
Lamentamos este desastroso final que no puede volver a repetirse.
Zaragoza, a 14 de junio de 2021
FAPAR