¿Influye la tecnología en la elección de colegio de mis hijos?
Las cosas han cambiado. Puede que la Educación en general se siga resistiendo al cambio, pero los padres de hoy exigen cuestiones que ayer ni les preocupaban. Hay varios estudios que indican que, a la hora de elegir un colegio para sus hijos, los padres valoran cada vez más el “ítem” tecnología.
Por supuesto que se sigue valorando la cercanía, los campos de deportes, el nivel de aprobados en selectividad y, en algunos casos, el ideario del centro. Pero ahora se añade una nueva cuestión: ¿utilizan los alumnos la tecnología en las clases?
Conozco a una niña, Andrea se llama, que desde muy pequeña usa la tecnología con normalidad. De hecho, un “premio” que utilizan sus padres es dejarla usar durante un tiempo el iPad de su padre. ¿Qué pasaría si Andrea fuese a un colegio que no usa la tecnología? No es su caso, pero sí el de otros muchos niños.
También sé –me lo ha dicho él– que un joven de la ESO, Lucas, le ha pedido a sus padres que le cambien al nuevo colegio de su hermano porque ve que trabaja con el ordenador todos los días, que sus presentaciones las hace con PowerPoint y no “a pelo” como le toca ahora a él, y porque, además –añade–, termina antes los deberes.
He aquí dos ejemplos claros de lo que hoy ocurre en la Educación. Los alumnos son los que nos reclaman que utilicemos la tecnología para enseñar, porque ellos ya han descubierto que les sirve para aprender.
La cuestión es que los padres sepamos qué queremos cuando pedimos a los centros escolares que empleen la tecnología en el aula. No nos dejemos engañar por el hecho de que veamos en las paredes pizarras digitales interactivas. O porque sepamos que existe una o más aulas de informática en el centro. O, como ocurre en muchos centros, porque nos manden un SMS cuando el niño o la niña no han ido al colegio. Todo eso está muy bien y además es necesario, pero no es suficiente.
La tecnología en un centro escolar debe ser transparente, no debe lucir más que la calidad educativa. Por eso, no nos debemos quedar sólo en la cantidad de medios que existe, sino que hemos de conseguir que nos expliquen cómo se ha logrado la incorporación de la tecnología en los procesos de aprendizaje, cómo se ayuda a nuestros hijos a desarrollar la inteligencia con tecnología, cómo se logra que la información se convierta en conocimiento dentro de sus cerebros. Así sí merece la pena incorporar tecnología en el ámbito educativo.
Los colegios tienen que ayudar a los padres a orientar a sus hijos en el uso de las redes sociales. Pero no me refiero sólo, y ya es muy importante, a advertirles de los posibles peligros, no. Me refiero a capacitarles para tener espíritu crítico y dar opiniones fundamentadas, para tener suficiente empatía con el fin de entender al otro y respetar su libertad. En definitiva, capacitarles para practicar algo que a todos nos viene bien: un verdadero espíritu democrático que defienda los valores fundamentales de la persona.
Cuando una líder de la Educación, como la presidenta del Global Education Forum, Nieves Segovia, habla de que hoy educamos a alumnos que trabajarán en profesiones que aún no existen, nos invita a pensar en todo esto. Nos hace pensar en que la Educación es un viaje, y hay que saber llenar la maleta de cosas importantes y dejar en el camino lo accesorio.
Ya no hay vuelta atrás. Hoy los centros tienen que contar con la elección digital de los padres, se debe conseguir una complicidad entre ellos. Entre todos deben compartir sus puntos de vista sobre el aprendizaje móvil, el aprendizaje en línea y el uso de contenidos digitales. Sólo de esta manera se hará verdad que el aprendizaje se realiza a lo largo de toda la vida. Y sólo así se pondrán buenos cimientos desde la Educación no universitaria.
Silvia Pradas Montilla spradas@fundacionsek.es
Coordinadora del Global Education Forum. Fundación SEK