La CEAPA celebra la propuesta del Govern Balear sobre Religión porque ¿libera? a los estudiantes de la carga lectiva

La Confederación Española de Asociación de Madres y Padres de Alumnos (CEAPA) destacó hoy que el borrador elaborado por el Govern en el que se plantea sacar la asignatura de Religión del horario lectivo de Bachillerato ¿es un paso importante? en materia educativa.
El portavoz de CEAPA en materia de educación religiosa, Fernando Martín, valoró positivamente esta propuesta ya que se circunscribe en la línea declarada por la asociación de orientar la religión ¿hacia el ámbito privado?.
Martín también subrayó que la misma supondrá ¿liberar? a los alumnos de Bachillerato de la carga lectiva de que por sí ya soportan, con 33 horas semanales -se pasaría a 32 horas- aunque consideró que sería ¿más conveniente? aplicarla en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) ya que es la que presenta mayor número de horas lectivas.
No obstante, el portavoz de este colectivo de padres aseguró que dicha propuesta ¿supone un primer paso? para poder extender esta medida a la ESO. Al respecto, también detalló que el borrador responde a la situación social actual y señaló que el concordato con la Iglesia católica en materia educativa ¿ya no es asumible? en la situación presente.
Finalmente, Martín también considero positiva la propuesta de permitir compaginar asignaturas de primer y segundo curso de bachillerato para los alumnos que suspendan más de tres asignaturas porque es una medida que frenaría el abandono escolar en Baleares, y criticó la oposición expresada por el PP a esta estrategia.
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BALEARES
El Govern quiere sacar la Religión del horario normal de los institutos
Los alumnos de Bachillerato que opten por la asignatura deberán sumar dos horas más a las 32 del resto de sus compañeros
DIARIO DE MALLORCA / F. GUIJARRO / PALMA / 14-02-08
Los alumnos de primero de Bachillerato que deseen cursar la asignatura de Religión deberán permanecer en los institutos dos horas semanales más que el resto de sus compañeros, ante la decisión del Govern de dejar esta materia fuera del horario habitual de clases. La medida, que aparece en el borrador del decreto que establecerá la nueva estructura y el currículo del Bachillerato en las islas, puede generar importantes fricciones entre el Ejecutivo autonómico y la Iglesia católica, según reconoce tanto el sindicato STEI como la propia directora general de Administración Educativa, Maria Gener, en un momento marcado por las tensiones que se han abierto entre el PSOE y la Conferencia Episcopal y por la proximidad de unas elecciones generales.
El borrador de decreto elaborado por la conselleria de Educación, que ahora está en periodo de información para la presentación de sugerencias, contempla una reducción del horario semanal del Bachillerato de las 33 horas actuales a 32, equiparándolo a la Educación Secundaria Obligatoria, un recorte que se adopta al considerar que la carga para los estudiantes del archipiélago es excesiva. Como ejemplo, Maria Gener destaca que en Cataluña no se alcanzan las 30 horas semanales.
Junto a esta reducción, en primero de Bachillerato se incorpora una nueva asignatura de dos horas semanales, Ciencias para el mundo contemporáneo, que incluye materias de física, química o biología y que tiene como objetivo que los alumnos comprendan fenómenos actuales como el cambio climático, según declaró la directora general.
La materia de Religión va a ser la primera afectada por esta reforma. La nueva asignatura antes señalada va a desplazar, según el plan previsto, las dos horas que hasta ahora se dedicaban a la Religión para los alumnos que lo desearan -el resto las utilizaba para el estudio-, hasta dejarlas fuera del horario normal.
Más horas para Religión
La directora general indicó que en los centros públicos sólo un 10% de los alumnos cursan Religión, por lo que sólo éstos se van a ver afectados por la ampliación de horarios durante el primer curso de Bachillerato. Sin embargo, se admite que en los colegios católicos, en los que todo el alumnado cursa esta materia, se deberán realizar al menos 34 horas semanales, pese a insistirse en que las 33 ahora en vigor ya suponen una carga excesiva.
La segunda materia afectada es la de Filosofía y ciudadanía de primer curso, que pasa de las tres horas semanales actuales a dos. Los profesores de esta asignatura ya están haciendo público su malestar por este recorte, que Maria Gener defiende alegando que Filosofía es la única materia, además de las de Lengua, que se cursa tanto en primero como en segundo de Bachillerato.
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EDUCACIÓN. LA CONSELLERIA QUIERE EXCLUIR LA RELIGIÓN DEL HORARIO NORMAL DE BACHILLERATO. POSTURA DE LAS ASOCIACIONES DE PADRES DE ALUMNOS ANTE EL BORRADOR DE DECRETO
El Obispado acusa al Govern de romper el acuerdo con la Santa Sede
El proyecto de Educación abre una fuerte polémica entre asociaciones de padres, sindicatos y organizaciones católicas
DIARIO DE MALLORCA / F. GUIJARRO. PALMA / 15-02-08
El proyecto de la conselleria de Educación de excluir la asignatura de Religión del horario lectivo normal de Bachillerato, adelantado ayer por DIARIO de MALLORCA, ha abierto una intensa polémica entre asociaciones de padres, sindicatos, organizaciones católicas y partidos políticos, que se han ido posicionando a favor o en contra de la propuesta, incluso con amenazas de recurrir a los Tribunales si finalmente se aprueba esta medida. En concreto, desde el Obispado de Mallorca se ha acusado ya al Govern balear de pretender romper los acuerdos en vigor que en materia de enseñanza existen entre el Estado español y la Santa Sede, en los que se contempla que la materia de Religión debe de recibir el mismo tratamiento que las demás disciplinas fundamentales.
Como se recordará, el borrador de decreto sobre Bachillerato reduce el horario semanal de las 33 horas actuales a 32, pero deja a la Religión fuera del mismo, por lo que los alumnos de primero que deseen cursar esta materia deberán realizar dos horas más que los demás. Según la Conselleria, esta situación afectará a un 6% de los estudiantes en los institutos. La delegada de Enseñanza del Obispado, Maria Dolors García, fue la encargada de denunciar el citado incumplimiento por parte del Ejecutivo autonómico, al tiempo que anunció la movilización de padres, alumnos, profesores de religión y centros escolares mediante el envío de cartas en contra del proyecto de decreto sobre el Bachillerato. Y las consecuencias de esa amenaza ya han tenido su reflejo en el funcionamiento de la conselleria de Educación, con el envío masivo de correos y faxes a la dirección general de Administración Educativa.
La delegada del Obispado anunció la presentación de alegaciones contra el proyecto del Govern, al considerar que además supondrá una discriminación para los jóvenes que deseen estudiar Religión, a los que se les generarán problemas añadidos como en el transporte escolar.
Más recortes en ESO
Además, destacó que en el borrador para fijar la nueva estructura de la educación secundaria también se quiere reducir de dos horas semanales a una el tiempo que se dedica a la materia de Religión en el cuarto curso de ESO.
Esta crítica a los planes del Govern es compartida por el presidente de la organización de padres Faib-Concapa, Jordi Llabrés, el cual mantiene que se va a penalizar a los estudiantes que decidan apostar por su formación religiosa y, de forma más matizada, por el portavoz de la asociación de centros concertados Escola Catòlica, Marc González.
Este último aseguró que la decisión del Gabinete de Francesc Antich no va a afectar apenas a los centros católicos, ya que éstos impartirán la asignatura de Religión entre todos sus alumnos, aunque ello suponga realizar 34 horas semanales en lugar de 32, una cuestión a la que no dio trascendencia entre estudiantes que se están preparando para entrar en la universidad. Sin embargo, Marc González criticó el trato discriminatorio que se va a registrar en los institutos, y lamentó que se desincentive de esa forma el que los jóvenes puedan contar con una cultura religiosa. En cualquier caso, hizo un reconocimiento al trabajo realizado por la directora de Administración Educativa, Maria Gener, para intentar cuadrar los horarios de Bachillerato.
Mucho más radical fue la postura del presidente del Instituto de Política Familiar, Agustín Buades, el cual aseguró que su organización recurrirá a la vía judicial si el Govern aprueba finalmente el proyecto de decreto, que calificó de «inconstitucional» por «discriminatorio e injusto».
Frente a estas críticas, el presidente de la confederación de padres de alumnos de Balears (Coapa), Fernando Martín. y el portavoz del sindicato Stei, Gabriel Caldentey, se posicionaron claramente a favor de la decisión de la Conselleria de plantear que las clases de Religión se impartan fuera del horario de clases.
Caldentey opinó que en un Estado laico esa materia debería quedar excluida de los centros públicos, aunque consideró que la decisión del Govern supone una fórmula intermedia asumible tanto para los partidarios de la enseñanza católica como las que apuestas por una formación no confesional. Sin embargo, se declaró contrario a que se recorte en una hora semanal el tiempo dedicado a la asignatura de Filosofía y ciudadanía en Bachillerato.
El debate alcanzó también a los partidos políticos. El portavoz del PSOE balear, Antoni Diéguez, señaló que con un horario limitado es necesario reforzar aquellas asignaturas en las que el alumnado presenta las mayores carencias, y apuntó que éstas no se dan en la formación religiosa, sino en aspectos como la comprensión de la lectura o en matemáticas y lengua extranjera.
Diéguez subrayó que se respeta el derecho de los jóvenes a recibir formación religiosa, aunque se haga ampliando el horario normal de clases, y que se da prioridad a las materias donde se registran las mayores carencias entre el alumnado. En su opinión, «la Administración educativa debe primar los intereses de los estudiantes y no los de las confesiones religiosas». Por contra, el portavoz del PP de Balears, Miquel Ramis, declaró que con este tipo de acciones «estamos asistiendo a la ruptura de la idea de matrimonio, de Estado, una forma de quebrar las costumbre y tradiciones para movilizar al electorado socialista».