La comunidad educativa ante la financiación de libros de Religión
La noticia de la publicación de un libro de texto de Religión islámica financiado con dinero público ha sido un verdadero jarro de agua fría para la mayoría de confederaciones y asociaciones educativas y familiares. Los argumentos que estas entidades esgrimen son claras:
Lolá Abelló, presidenta de CEAPA (Confederación Española de Padres y Madres), niega la mayor. «Nosotros somos partidarios de que cualquier religión permanezca en el ámbito privado y, por lo tanto, fuera de la escuela, por lo que aún nos parece peor si los libros de texto de Religión, como es este caso, son financiados con fondos públicos», señala. «Yo no digo que no se conozca la religión desde la historia, las ciencias sociales, etc. Pero sí deben quedar fuera de la escuela todos los dogmas», señala Abelló.
«¿Por qué el libro de Religión islámica lo financia el Estado y el de otras religiones, como la católica, tienen que abonarlo las familias?». ésta es la pregunta que se hace José Luis Fernández Santillana, secretario general de la Federación de Enseñanza Uso (Unión Sindical Obrera). Con este lazamiento editorial «se abre la caja de Pandora», añade, porque «se plantea un agravio comparativo con otras religiones y con las otras asignaturas». «Nosotros hemos defendido siempre que todas las materias tengan el mismo tratamiento y, sin embargo, aquí se plantea un agravio comparativo», añade.
El presidente de la Confederación de Padres Católicos (Concapa), Luis Carbonel, sigue en la misma línea que Fernández Santillana y afirma que es «una gran discriminación para con los católicos» que la edición de este libro lo haya financiado el Estado. «Los católicos -señaló- somos mayoría en España y nunca se nos han pagado los textos. Exigimos un trato de igualdad, si no mejor». Carbonel, no obstante, señaló que desde su asociación se defiende que los padres puedan educar libremente a sus hijos de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas, por lo que «también defendemos el derecho de los padres musulmanes a que sus hijos puedan aprender su religión en la escuela». En cambio, a su juicio, este derecho «debería estar también garantizado en los países con mayoría islámica para los padres católicos».
De esta misma opinión es la presidenta de la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (Cofapa), Mercedes Coloma: «Me parece una injusticia que a la religión católica que es la mayoritaria en nuestro país se la discrimine y luego se financie con mis impuestos el libro de texto de Religión islámica. Con mi dinero estoy financiando ese texto y a la vez tengo que pagar el libro de religión católica de mis hijos, por lo que, al final, debo duplicar el gasto», añade con indignación.
Pero para Coloma hay un aspecto que es todavía de mayor gravedad. Se trata del supuesto «negocio» que la Unión de Comunidades Islámicas de España podría llegar a hacer con la venta de estos libros de texto. «A esta entidad islámica -explica- se le dan todos los libros completamente gratis y luego ellos los venden y se sacan un millón trescientos mil euros. Me parece increíble, pero no me extraña porque esta actuación está en la línea del sectarismo de este Gobierno».
Por su parte, a Isabel Bazo, la presidenta de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), le preocupa, sobre todo, el contenido del libro y señaló que es necesario cuidarlo para adecuarlo a la Constitución Española. «Hay preceptos en el islam -indicó-, como la poligamia, que si vienen dados en un texto escolar chocarían con nuestros derechos y libertades constitucionales». Es distinto, en su opinión, «que se explique quién es Alá, las relaciones de la religión islámica con otras, como la judía, etc. Eso es cultura y es otra cosa», apuntó.
Para la Asociación Nacional de Profesores de Enseñanza (ANPE), está claro que «hay que ofertar en los centros la enseñanza de las distintas religiones, porque es una demanda de los padres». Así lo explica su responsable, Carmen Guaita. Sin embargo, aclara, esta oferta debe cumplir unos requisitos. A su juicio, «es imprescindible que los profesores cuenten con la titulación necesaria». A parte de esta condición, la representante de ANPE coincide con el resto de asociaciones y critica que el nuevo texto de islam para Primaria se haya financiado con fondos públicos. «Si se hace con esta religión debe hacerse con todas, los musulmanes no pueden tener un trato diferente», apunta.
Por su parte, Eugenio Nasarre, portavoz de Educación del Partido Popular, además de incidir en el problema de la financiación que, según explica, «plantea un trato de favor hacia una confesión, que no me parece ni fundamentado ni razonable y del cual debería dar explicaciones el Gobierno». También expresa su «perplejidad ante el hecho de que una editorial católica, cuya titularidad es de una entidad católica y que tiene un carácter confesional, edite los libros de texto de la Religión islámica». Ante estas críticas, el director general de la editorial SM, Javier Cortés, defiende su postura. «Desde el punto de vista cristiano lo que hay que hacer es favorecer una presentación positiva, incluso depurada, de las direntes tradiciones religiosas», explica en declaraciones a Veritas. «Nuestro compromiso es con la educación y con las realidades educativas que se dan en nuestro país, y ahí está el fundamento de la razón por la que lo hemos hecho», añade.Respaldo a la iniciativa
Pero, como no podía ser de otra manera, también hay opiniones a favor de la publicación de este libro de texto. Este es el caso de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE) y de la Confederación de Centros Católicos (CECA), que agrupa a la mayoría de los colegios de las órdenes religiosas católicas. Su secretario general, Manuel de Castro, asegura que «todo lo que sea normalizar las relaciones entre las distintas religiones resulta positivo». Tampoco critica el hecho de que el Estado haya financiado la edición del libro. «No me parece mal porque no hay otras ayudas y es un esfuerzo de integración», señala, y asegura que en el caso de la religión católica, «no se financian los libros de texto, pero sí otras cosas». Por su parte, el secretario general de la Comisión Islámica de España, Mansur Escudero, subrayó que el primer libro de texto de Religión islámica para escolares de Primaria es algo «muy positivo y necesario».
Pero, a su juicio, con esto no basta, ya que, según explica, el número de profesores que, actualmente, imparten Religión islámica en España, pagados con fondos públicos, es «totalmente insuficiente, cuando la demanda de alumnos es muchísimo mayor». «Es como dar un poquito para que parezca que no se está discriminando», añadió Escudero.