La consejera de Educación no quiere nada con la Pública

30/05/12. Publicado en El Ventano.
La única explicación lógica al conjunto de despropósitos que se han vivido esta tarde a la entrada de la reunión entre la consejera de Educación, Dolores Serrat, y las Ampas es que Serrat huye de la pública.
Se había convocado por carta a las Asociaciones de Madres y Padres (Ampas) de la pública y de la concertada para explicarles los hachazos que va a aplicar a la enseñanza, especialmente a la pública. El texto invitaba a dos representantes de cada Ampa, saltándose la invitación a la Fapar, la federación de padres de la pública.
Los problemas surgieron a la hora de entrar a la reunión en el colegio Joaquín Costa, fuertemente custodiado por una sobrada dotación de antidisturbios. Nadie sabía qué había que presentar para poder atravesar el cordón azul de la policía.
Había quien pasaba porque iba con traje, otros y otras lo consiguieron cuando alguien situado al otro lado del telón azul aseguraban que eran de alguna Ampa. Unos llevaban la carta de invitación y otras no, porque el texto no decía que había que llevarla. Además, cualquiera podría haber hecho fotocopias.
Los agentes estaban materialmente ‘vendidos’ a la incompetencia, mala fe o táctica de provocación urdida por el equipo de asesores del Departamento. Los que parece que no tuvieron ningún problema en entrar fueron los de la concertada, aunque nadie se explicaba cómo habían hecho para pasar.
El presidente de la Fapar tuvo que emplearse a fondo para asegurar que no era un terrorista, aunque llevase la camiseta verde con las tijeras en el pecho. Hasta que pudo pasar, pero otros y otras no lo lograron, a pesar de mostrar la carta de invitación y el carnet de identidad en la boca.
Con varios representantes de las Ampas de la pública en la acera aún, dentro la consejera empezó su discurso como si ya estuvieran los que ella esperaba. El presidente de la Fapar logró alzar la voz para leer un breve comunicado de protesta, que la consejera cortó a la segunda línea.
Ante el paripé en que la reunión se convirtió, los representantes de la pública optaron por largarse y dejar a la consejera con la compañía que más le gusta. La tensión subió un poco cuando los concentrados cortaron el tráfico durante unos minutos. Unos empujones de los agentes fue suficiente para volver a la acera.
Nadie quería emular la mala educación que había mostrado la Consejera de Educación del Gobierno aragonés, de nombre Dolores Serrat. Los gritos más coreados fueron de ‘¡Sinvergüenza!’, ‘¡Dimisión!’, ‘¡Menos asesores, más profesores!’ y ‘¡Ni un puto euro a la privada!’. Parece que Serrat y su Gobierno los van a oir muchas veces más.