La DGA asiste a 800 niños a los que se ha detectado algún déficit
El programa de atención temprana del IASS se ha extendido a las comarcas. Se atiende a niños con retraso, con rasgos autistas o dificultades con el lenguaje. Las familias piden que la asistencia se extienda hasta los 18
MARÍA EUGENIA CARREY. El Periódico de Aragón
Un total de 800 niños con edades comprendidas entre los 0 y los 6 años son atendidos en el programa de atención temprana que desarrolla el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), cuyo objetivo es coordinar los recursos existentes entre los departamentos de Salud, Educación y Servicios Sociales para dar asistencia a los pequeños que presentan discapacidades, como retraso mental, o que se encuentran en situación de riesgo, como los niños prematuros de bajo peso o los que tienen dificultades en la adquisición del habla.
Este programa pivota sobre los centros base, que, además de realizar la evaluación de los niños que son derivados, participan igualmente en el tratamiento ambulatorio de los pequeños y sus familias, como centro proveedor del servicio de atención temprana. Pero, ¿cómo llegan los pequeños hasta estos centros? «Suelen llegar vía pediatra, del hospital Infantil o del sistema educativo. Tienen que venir con un informe previo, no se trata de que los padres nos los traigan sin más», indica Francisco Eguinoa, responsable del programa.
UNA MARCADA EVOLUCIÓN
Y la tipología de los niños que requieren este tipo de atención se ha transformado mucho en los últimos años. «Ha cambiado la patología clásica. Antes veíamos, sobre todo, a pequeños con retraso mental, como síndrome de Down. La novedad ahora es que estamos trabajando con niños prematuros y también con chavales de adopciones internacionales. Se está cambiando hacia el concepto de riesgo y trabajamos mucho también con niños que tienen algún rasgo autista. Los pediatras ven comportamientos extraños en los niños y nos los mandan», explica.
Una vez que un chaval llega a uno de estos centros se le realiza una valoración y se elabora un dictamen, en el que se especifica si el niño es incluido o no en el programa. En caso afirmativo se coordinan los distintos departamentos para organizar una atención a la carta para el chaval, que puede pasar por el centro educativo, el sanitario o por el propio dispositivo de atención temprana, que dispone de recursos asistenciales propios. Por ejemplo, en el caso de que existan problemas con el lenguaje se le facilita al chaval un logopeda.
El servicio, que existía desde 1986 pero fue remodelado en el 2003 para darle un formato nuevo y ampliar la edad a los seis años –antes el límite eran tres–, ha conseguido en los últimos años uno de sus retos: extenderse por las comarcas gracias a centros concertados, de modo que el servicio no se centralice solo en las tres capitales.
Así, actualmente hay dispositivos en Caspe, Calatayud y Ejea, en la provincia de Zaragoza; en Barbastro y Sabiñánigo, en la provincia oscense; y en Alcañiz, en la turolense. Esto ha sido posible gracias a la colaboración con las entidades locales y comarcales y los centros, que ponen los medios materiales y humanos. De este modo, el IASS paga por niño atendido.
Soy madre de una niña con hiperactividad y deficit de atención diagnosticada, con desarrollo de retraso madurativo global, en este caso va a un colegio de educación especial. Para mi es duro decirlo, pero es así, no queria asimilarlo, pero llego la fecha, aquí estoy, a veces nadie me ve y lloro mucho para desarollar mis penas, en fin es duro llevarlo pero tengo que hacerlo, no quisiera que nadie pase por este vache tan duro, y hecho realidad, la verdad que no tengo ganas de sufrir nunca más, pero es así, me tocó entre tantas papeletas, en fin.