La DGA mantiene ´miniescuelas´ en 34 pueblos con escasez de niños

La enseñanza en la comunidad.
Reabrirá al menos un colegio al inicio de curso y no decide cierres hasta septiembre. Garantiza los centros rurales siempre que tengan un mínimo de tres alumnos.
CARMEN MARTÍNEZ ALFONSO | El periódico de Aragón
«Los colegios son el oxígeno del medio rural»
Al cole en familia
El departamento de Educación de la DGA tiene decidida la reapertura de al menos un centro escolar rural el próximo curso y descarta señalar cierres hasta septiembre, fecha se la que se revisará el censo de alumnos para ajustar la lista de las escuelas con una sola aula y menos de cinco alumnos en las pequeñas localidades de Aragón. En el periodo 2006-2007 DGA mantiene 34 miniescuelas en la comunidad, aunque la relación varía en función de la llegada y salida de menores en los pueblos.
El volumen de alumnado en esta situación se mueve entre los 150 y los 160 chavales de Infantil y Primaria. Es una cifra mínima respecto de las decenas de miles que se barajan solo en Zaragoza ciudad. Sin embargo, la política de la consejería autonómica es sostener los pequeños centros de los pueblos incluso en situaciones extremas, sobre todo en los puntos geográficos donde las comunicaciones son especialmente complicadas.
«Contar con una escuela abierta es una cuestión de importancia capital en un pueblo. Además resulta imprescindible a la hora de atraer población y se hace necesario en los casos en que las carreteras se complican en época de invierno», señalaron fuentes de la consejería. «Es prácticamente imposible que una familia con niños –añadieron– se plantee instalarse en una localidad sin escuela, o con problemas de traslado para los alumnos».
CINCO SON SUFICIENTES
Tradicionalmente, el número clave para mantener o clausuras un colegio rural es el cinco alumnos. Sin embargo, la política de la DGA se flexibiliza en favor de este tipo de aulas unitarias, que se arropan por zonas desde los Centros Rurales Agrupados (CRA). A cada colegio va un profesor, pero en los CRA tienen su base los itinerantes de Educación Física, de Música, de Inglés.
«Si se consiguen tres alumnos, no se cierra», insisten en Educación. Con esta escasa clientela se atienden incluso solicitudes de reapertura. Y si los aspirantes a contar con un colegio sin salir del pueblo suman cuatro, las perspectivas son mucho más favorables. Las condiciones fluctúan durante el curso, pero el número de colegios de aula única varía poco.
Es el caso de Gistaín, en el Pirineo. Dentro del panorama de pueblos con un mínimo puñado de escolares, es el único que por ahora tienen asegurada la reinauguración de sus viejas escuelas. En el centros hay poco más de un centenar de habitantes, pero cuatro de ellos cursan infantil y otros dos bebés están en lista de espera.
OTRO QUE SIGUE A una treintena de kilómetros está Lafortunada, que ha perdido alguno de sus escasos alumnos y espera recuperarse a lo largo del verano. Según la consejería de Educación, tiene todas las papeletas para seguir formando parte de la comunidad de las escuelas unitarias rurales.
La montaña es uno de los sectores donde más se dan los colegios que abren cada día para tres o cinco chavales. Este año serán una docena, incluyendo el citado de Gistaín. Sin embargo, la palma de la pequeña escuela rural se la lleva Teruel, la provincia con mayores problemas de despoblación y envejecimiento del censo.
En ella, la DGA contabiliza 16 centros de cinco o menos niños. Los que están más ´en familia´ son los de Mezquita de Jarque, Venta del Aire, Cañizar del Olivar y Cutanda. Si no cambia la situación para el próximo curso, este año cada una de estas escuela tenía tres alumnos.
En la misma situación está Carenas, en la provincia de Zaragoza, o Capdesaso, en Huesca.
Las aulas más pequeñas, repartidas en las tres provincias
La lista de centros escolares con menos de cinco alumnos es muy cambiante, pero la DGA facilita una relación que se centra en Teruel –Camarillas, Mezquita de Jarque, Tornos, Allepuz, El Pobo, Arcos de las Salinas, Torrijas, Venta del Aire, Cañizar del Olivar, Cortes de Aragón, Cutanda, El Poyo del Cid, Cabra de Mora, Torremocha de Jiloca, Griegos, Alba y Terriente–, sigue con Huesca –Caldearenas, Castillazuelo, Lascuarre, Secastilla, Naval, Capdesaso, Albalatillo, Pertusa, Escalona y Lafortunada– y concluye con los de la provincia de Zaragoza:Moyuela, Valpalmas, Santa Cruz de Grío, Campillo, Cimballa, Mara y Carenas.