La DGA y los padres defienden la jornada partida frente a los docentes
PATRICIA CIRIA. Zaragoza | Heraldo
Los horarios escolares y sus modificaciones se han convertido en una constante fuente de polémica en la comunidad educativa. Padres y profesores defienden sus posturas y hacen lo posible por garantizar sus intereses. Mientras que la mayoría de los docentes y equipos directivos defienden el acercamiento del horario a la jornada continua, todavía inviable en la Comunidad aragonesa, los padres intentan demorar la salida de los niños.
HERALDO DE ARAGÓN: Cuando se plantea el tipo de turnos de clase se enfrentan los intereses de las familias, los profesores y la Administración y en ocasiones se olvida lo que realmente conviene al niño. ¿La jornada continua repercute negativamente en el pequeño?.
CARMEN MARTÍNEZ URTASUN: (C. M. U.) Directora general de Política Educativa: Hay estudios que demuestran que no beneficia el aprendizaje de los niños y que éstos se fatigan más. En las Comunidades que se ha implantado se han registrado graves deficiencias: fracaso escolar, niños que apenas practican deporte… No nos convence ese modelo y la DGA va en sentido opuesto. Apostamos por alargar a apertura de centros porque el interés de los alumnos es lo principal.
SANTIAGO VICENTE:(S. V.)Miembro del secretariado federal del sindicato STEA: Los estudios pueden manipularse. Además, no hay que confundir términos. Nosotros abogamos por la jornada continua del profesorado, eso no quita que los centros puedan estar abiertos 10 o 12 horas para cubrir las necesidades de los padres y los alumnos. Eso dependerá de si las familias quieren o no dejarlos en el colegio haciendo otras actividades.
JUAN ANTONIO PLANAS (J. A. P.)Profesor y presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía: Cuantas más horas estén abiertos los centros, mejor. Para un niño de tres años, entrar antes de las 10.00 a clase es madrugar mucho, pero cuando son más mayores esto cambia. Hay que tender hacia un horario de mañana a medida que el niño crezca y dejar algunas tardes libres para reuniones, por ejemplo. Habría que repartir las asignaturas y poner las instrumentales (Matemáticas, Lengua…) a primera hora, y las menos duras a última.
LORENZO ORO (L. O.)Director del colegio público Tío Jorge de Zaragoza: Con el horario actual, muchos niños pasan todo el día en el colegio y, después, apenas tienen tiempo para los idiomas, el deporte o la música. Hay chavales que salen de clase a las 17.00 y de 18.00 a 20.00 tienen entrenamiento de fútbol. No les queda tiempo para jugar ni para estar con sus familias. Cada escuela debería poder marcar su horario.
TERESA PANIELLO (T. P.)Presidenta de Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (FAPAR): La jornada partida tiene un altísimo grado de satisfacción entre las familias. No ocurre lo mismo con la continua que tienen los chavales de Secundaria, que acaban el día agotados y hambrientos porque salen de casa a las 7.00 y vuelven a las 16.00. El horario continuo crea diferencias sociales entre aquellos niños cuyos padres les pueden pagar actividades extraescolares y aquellos que no. Para cambiar la jornada tendría que haber argumentos de peso y por ahora no los hay.
PEDRO MARTÍNEZ (P. M.)Presidente de la Federación Católica de Padres de Alumnos (FECAPA): El turno continuo causaría desigualdades brutales. Los niños necesitan descansos y ocupar las tardes con extraescolares que no están reguladas ni organizadas sería un grave error.
Clases por la tarde
HERALDO: Los defensores de la jornada continua apuestan por cubrir el tiempo de la tarde con actividades extraescolares. ¿Quién debe impartirlas? ¿Y quién las pagaría?.
T. P.: Cuando se implantó la jornada continua en Secundaria se dijo que los profesores tendrían más tiempo para formarse y los alumnos para estudiar. No se ha reducido el fracaso escolar y los docentes de Primaria están igual de formados. No permitiremos que sólo obtengan buenas notas los que puedan pagar clases de repaso.
P. M.: La mayoría de los padres trabajamos a jornada partida y no queremos delegar la educación de nuestros hijos en monitores. Hay que conciliar la vida laboral y la familiar, y con el horario continuo resulta imposible.
J. A. P.: Cada comarca, pueblo o barrio tendría que poder decidir los horarios de sus centros, porque las necesidades de una familia de un pequeño municipio y de una capital son muy distintas. Además, los Ayuntamientos y la Administración deben implicarse para subvencionar las actividades al terminar las clases.
L. O.: Las actividades extraescolares son un negocio, pero se podrían estudiar medidas para mantener los centros abiertos sin que a los padres les cueste dinero.
Colegio-guardería
HERALDO: ¿Se están convirtiendo los colegios en guarderías?.
C. M. U.: Puede haber casos puntuales de padres que usen los centros para que cuiden a sus hijos, pero habría que pensar qué estarían haciendo esos pequeños si no estuvieran en el colegio. ¿Hay que dejarlos en la calle? .
J. A. P.: Corremos el peligro de cargar a los niños con un horario más largo que el de un adulto. Si va a clase, a una academia de idiomas, a programas de refuerzo… Al final, no tendrá tiempo para jugar ni para estar con sus padres.
S. V.: Habría que pelear por conseguir que los padres tengan una jornada laboral más corta y así no tendrían que dejar a sus hijos 10 horas en el colegio.
P.M.: Buena idea, pero mientras no lleguen esas mejoras para los adultos, no se pueden cambiar los turnos de los alumnos.
HERALDO: Los horarios los modifica el consejo escolar de los centros. ¿Habría que dar más autonomía a los colegios o ponderar el papel de los padres?.
C. M. U.: En la Ley de Educación Aragonesa y en la LOE se apuesta por dar autonomía a los centros para que se organicen de acuerdo al contexto en el que están ubicados porque la organización de los tiempos escolares está obsoleta . Eso sí, el Gobierno de Aragón establecerá unos mínimos y controlará los pasos que den. La jornada continua no se plantea.
P. M.: Sería más efectivo dar fuerza a la comunidad educativa. Los padres deben participar de una forma más activa en las decisiones que se toman en los consejos escolares. Algunos son demasiado cerrados y a las familias les cuesta entrar.
S. V.: No nos parece mal que haya una proporción idéntica de profesores y padres en el consejo escolar. Pero los centros deberían tener más capacidad de organizarse y de intervenir en aspectos como el calendario escolar.
J. A. P.: Hay que flexibilizar las normas para que los centros se organicen en función de sus usuarios y la zona en la que estén ubicados.
L.O.: Las familias participan y si no lo hacen es porque no tienen tiempo. En los consejos suele haber acuerdo entre docentes y padres.
T.P.: Autonomía sí, pero con límites para que no haya demasiadas desigualdades entre escuelas. Hay que crear más cauces de participación, que haya una representación paritaria en los consejos y que las decisiones se tomen por una mayoría cualificada.
La sexta hora
HERALDO: Los padres piden que en Aragón se implante una sexta hora en Primaria. ¿Mejoraría el rendimiento de los alumnos?.
P.M.: Siempre estaremos a favor de que se les den a nuestros hijos más horas de estudios.
T. P.: Se necesita esa ampliación de tiempos escolares para acabar con el escalón que hay entre Primaria y Secundaria y entre los centros públicos y los concertados.
L.O.: Los profesores piden en ocasiones también ese tiempo extra para que les dé tiempo a impartir sus materias. Sería una medida acertada.
S. V.: Nos oponemos en rotundo. Ese tiempo no servirá para mejorar los resultados académicos. Si se pone en la pública, la privada pondrá una séptima hora para diferenciarse. Hay debates más importantes que abordar.