La era digital llega al Informe Pisa
La OCDE medirá en 2009 la capacidad lectora en formatos electrónicos de los alumnos – El examen se hará con una aplicación que simula Internet
J. A. AUNIÓN – Madrid – 09/02/2009. El País
El alumno, de 15 años, mete un lápiz de memoria en el ordenador. En él encontrará las preguntas y, buceando en la computadora como si lo hiciera en Internet, hallará pistas para responderlas. Al terminar, el estudiante entregará el lápiz de memoria, con las respuestas, al examinador. Esto es la sociedad de la información y la comunicación entrando en el informe Pisa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, foro de los países más ricos del mundo), que este año medirá por primera vez las capacidades de los alumnos para manejarse en la era digital a través de una prueba de lectura en formato electrónico.
- España es uno de los 17 países que evaluarán la nueva competencia
- Las habilidades trascienden a las necesarias en la lectura tradicional
Los estudiantes tendrán 40 minutos para contestar 27 preguntas
El próximo mes de mayo, los chicos y chicas de 60 países de todo el mundo volverán a hacer el examen del Informe Pisa, pero con esa novedad de la prueba de lectura electrónica, que se sumará a los exámenes que se han hecho hasta ahora (matemáticas, ciencias y lectura) y que han provocado enconados debates en ediciones anteriores por los mediocres resultados obtenidos por España (las notas de esta cuarta edición llegarán en 2010). No todos los países participantes en Pisa 2009 evaluarán a sus alumnos de esta nueva competencia, debido a que es bastante caro por los recursos técnicos y humanos que requiere, explica un portavoz de la OCDE. Lo harán 17 países, entre ellos, España, Francia, Corea y Japón.
Se trata de medir los recursos necesarios para «acceder, manejar, integrar y evaluar información; construir nuevos conocimientos a partir de textos electrónicos», algo «bastante distinto a hacerlo con textos impresos», explica el director del Informe Pisa, Andreas Schleicher. Así, el objetivo de esta prueba trasciende la mera capacidad lectora, tal y como comúnmente se entiende, aunque «no es tanto sobre tecnologías, sino más bien sobre las competencias cognitivas que hacen falta para el uso efectivo de la tecnología», añade Schleicher.
Todas estas explicaciones se entienden muy bien al conocer los detalles de la prueba. ésta no consiste simplemente en leer unos textos que aparecen en la pantalla de un ordenador, sino que los alumnos tendrán que buscar información en una aplicación electrónica que simula Internet y que ayuda a responder a las preguntas. Igual que el que navega por la Red, de una información a otra interconectada, el alumno tendrá, por ejemplo, que navegar hasta un texto, leerlo, sacar la información necesaria para contestar y responder a través de la pantalla.
«Los buenos lectores en formato digital deben ser capaces de navegar alrededor de los textos a través de información explícita y de hipervínculos, además de dominar las herramientas de navegación por Internet, como los menús», explicaron en una conferencia Juliette Mendelovits, Tom Lumley y Barry McCrae, del instituto de investigación educativa de Australia, país que también participa en la versión digital de Pisa 2009.
Además, la prueba intentará evaluar si los jóvenes son capaces de «juzgar la relevancia y la corrección de una información (algo necesario para utilizar cosas como Google o Wikipedia), a diferencia del uso de una enciclopedia, donde la información ya está ordenada y se asume que es correcta», añade Schleicher. «Por supuesto, todas esas habilidades de alguna manera estarán correlacionadas con las de la lectura tradicional, pero mucho menos de lo que a menudo se asume», continúa el director de Pisa. De hecho, los resultados de la prueba de lectura electrónica se ofrecerán de forma independiente de los de lectura impresa.
En 2009 sólo una avanzadilla de chavales harán el test digital (unos 2.100 de los 25.000 alumnos que harán las pruebas de Pisa en España). Tendrán 40 minutos para completar 27 preguntas, a diferencia de las dos horas que tienen para completar las pruebas sobre papel de matemáticas, ciencias y lectura. Cada año la prueba tiene más preguntas sobre una de ellas y esta vez será la lectura.
La hora de la verdad
En Pisa 2006, la media de los alumnos españoles en lectura cayó 20 puntos respecto a la prueba anterior, la mayor bajada de todos los países desarrollados dentro de un descenso general de todos los participantes. El dato, incontestable, fue un varapalo para el sistema educativo español, en permanente cuestión y en permanente búsqueda de soluciones a través de sucesivas leyes.
Sí hubo muchas matizaciones. Sobre todo, las que se refieren a que Pisa se centra cada año en una competencia (matemáticas, lectura o ciencias), la cual acapara la mayoría de las preguntas de las pruebas, por lo que los resultados de lectura en 2003 y 2006, aunque son un referente, no son directamente comparables con los de 2000, que sí tuvo como centro la capacidad lectora de los chavales de 15 años.
Pero en 2009 la prueba se vuelve a centrar en ella, así que no hay excusas, y Pisa confirmará, o no, si realmente los alumnos españoles son tan malos en lectura. Y, aunque aceptemos las explicaciones oficiales que dicen que los resultados no son mediocres, sino que están muy cerca de la media y de los países de su entorno, Pisa 2009 podría confirmar algo igualmente o más preocupante: si los resultados van a peor en esta capacidad instrumental, necesaria para acceder a cualquier otro conocimiento. Aunque también podría decir que se está mejorando. La respuesta llegará en 2010.
Además, la cuarta edición del informe Pisa coincide con su máximo esplendor, tanto en el mundo como en España. Globalmente, los participantes han llegado ya a los 60 países de todo el mundo, habiendo empezado en 2000 con 32 Estados. En España, tras el llamamiento de la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, para que todas las comunidades autónomas participen en las pruebas (para tener resultados específicos de cada región hay que aumentar la muestra de alumnos que hacen el examen), lo harán la mayoría de ellas. Sólo se quedan fuera Extremadura, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. En 2003 sólo se presentaron voluntarias tres autonomías para tener datos propios: Castilla y León, Cataluña y País Vasco.
Con todo ello, con Pisa 2009 llegará la hora de la verdad, ya que ofrecerá, sin excusas, la evolución del sistema educativo español y el mapa más detallado sobre su funcionamiento en cada región. Y, por supuesto, su comparación con el resto del mundo.
La prueba en cifras
– 60 países participarán en Pisa 2009, los 30 pertenecientes a la OCDE y otros 30.
– En lectura digital serán 17 países: Australia, Dinamarca, Austria, Bélgica, Chile, Francia, China (Hong Kong y Macao) Hungría, Islandia, Irlanda, Japón, Korea, Neva Zelanda, Noruega, Polonia, España y Suecia.
– En España,25.000 alumnos harán las pruebas del informe en lectura, matemáticas y ciencias, y 2.100 de ellos harán también el de lectura electrónica.
– 14 comunidadesautónomas tendrán resultados específicos de los alumnos de su región.
– El examenserá entre abril y mayo de 2009 y los resultados se harán publicos a finales de 2010.
Es una pena que los resultados no serán muy útiles puesto que algunos gobiernos, como el del Perú, están modificando la muestra por lo que los datos que se extraigan carecerán de valor.
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