La hasta ahora consejera de Educación y Cultura será relevada por la titular de Ciencia y Tecnología.
Almunia se va con Zapatero y fuerza a Iglesias a renovar su Gobierno
Podría haber más cambios, que se sabrán esta semana, pero no afectarán a la parte del PAR.
15/04/2008 A. IBÁÑEZ / M. VALLéS. El Periódico de Aragón
-
El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.
FOTO: EFE
Eva Almunia, hasta ayer consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón y una de las delfines del presidente Iglesias, será el próximo número dos del ministerio de Educación, Política Social y Deporte que dirige Mercedes Cabrera. Este nombramiento, que era algo previsible ya que su nombre entraba en todas las quinielas, provocará más cambios en el Ejecutivo de Iglesias, que está viviendo su primera crisis de gobierno de la legislatura.
Todo indica que esta salida servirá para hacer más cambios, aunque Marcelino Iglesias esperará a ver cómo se cierra el organigrama del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Almunia dejará su puesto, casi con toda seguridad, a otra mujer y consejera actualmente, Maria Victoria Broto, que ocupa la cartera de Ciencia, Tecnología y Universidad. Hasta que el pasado mes de junio fue llamada por Iglesias para ocupar este Departamento, Broto había sido la persona de confianza de Almunia en Educación y Cultura, pues había sido la número dos de esta Consejería. No se descartan más cambios, incluido el de algunas otras consejeras, como la de Salud, Luisa María Noeno.
En cualquier caso, la crisis no afectará a los cuatro consejeros del PAR, a pesar de que las actuaciones de Aliaga y Biel en la operación de Gran Scala habían hecho pensar en una operación de maquillaje político. Descartado rotundamente. Más bien al contrario. Seguirán, al menos por ahora.
DISEÑADORA DE CAMPAÑA. La designación de Almunia era algo previsible. Responsable de las políticas educativas del PSOE y miembro de la Ejecutiva Federal de este partido, ya había sido la responsable de diseñar el programa electoral en materia educativa del candidato Zapatero. Además, desde la llegada de Mercedes Cabrera al ministerio de Educación y Cultura, se había convertido en una de sus principales asesoras.
Iglesias tiene ya todo decidido, pero no lo hará público hasta mañana o pasado. Quiere saber cómo quedará configurado finalmente el organigrama del Gobierno de España. Sí parece seguro el cambio de Broto, que heredará una gestión con muchas luces pero también sonadas sombras. Su primer reto, la Ley de Educación y la de Lenguas, que deben aprobarse este año según el compromiso adquirido por Iglesias en el debate de investidura. Tiene otros asuntos pendientes en Cultura, como la resolución de la polémica de los bienes de la Franja o el Teatro Fleta. En este apartado, el trabajo del viceconsejero Juan José Vázquez será determinante y el Departamento tendrá dos parcelas bien diferenciadas.
La más que probable salida de Broto al frente de Ciencia y Tecnología ofrece más interrogantes acerca de su relevo. Una cosa tiene clara el presidente Iglesias: se mantendrá la paridad entre los consejeros socialistas. Esto no quiere decir que la Consejería de Ciencia deba ser ocupada por una mujer, pero en el caso de que se sentara en el despacho un hombre obligaría a hacer más cambios en el Ejecutivo del Pignatelli. Este departamento ha sido uno de los que más cambios de titular ha tenido desde su creación.
En este caso, la baraja de nombres y las quinielas se amplían notablemente. Desde la posible entrada del exrector Felipe Pétriz (poco improbable) a otras que se han barajado pero que están prácticamente descartadas: la entrada en Ciencia del consejero de Obras Públicas Alfonso Vicente. Esta opción está ya descartada. Un nombre que, sin embargo, suena para ocupar una cartera es el de Pilar García-Ventura, directora general de Función Pública. Esta podría suceder a Broto o ocupar alguno de los sillones que se movieran.
PERFIL POLÍTICO. El primer Gobierno de la Séptima Legislatura se caracterizó por tener un fuerte perfil político, que se quiere mantener. Fuentes del Pignatelli aseguraron ayer que podría haber sorpresas y que ninguno de los nombres antes citados sean los que al final prometan el cargo, pero garantizaron que en ningún caso serían personas desconocidas, y entrarían dentro de las quinielas razonables.
Las mismas fuentes desvincularon cualquier cambio en los departamentos de la crisis y la incertidumbre abierta tras Gran Scala, pero algunas fuentes sí aseguraron ayer que el debate sobre el proyecto y la actuación de la parte PAR sobrevuela de una u otra forma el Pignatelli.