La Iglesia pierde su capacidad de contratar y despedir profesores de Religión
Los educadores tendrán que pasar una prueba para impartir la asignatura, aunque no les da derecho a asumir otras
27-09-2006 ALFONSO OJEA / CADENA SER
El Gobierno ha acordado hoy con la plana mayor de la Conferencia Episcopal española un nuevo estatus de los profesores de Religión, por el cuál será sólo el Ejecutivo quien contrate o despida a estos, según ha podido saber la Cadena SER. Con esta reforma se evitará las rescisiones de contrato por parte de la Iglesia por motivos de moral (estar divorciados o convivir con sus parejas fuera del matrimonio) de los responsables de esta asignatura. La reunión entre la plana mayor del Ministerio de Educación y el núcleo duro de los obispos se ha desarrollado en un clima afable, sin fricciones, que contrasta con las últimas citas de este tipo donde la tensión era visible.
Desde el Gobierno se ha entregado a los prelados una serie de informes sobre el temario de la asignatura de Religión católica en todo el sistema educativo y sobre la futura situación laboral y docente de los profesores de esta asignatura.
El Ejecutivo socialista propone que los profesores de esta materia precisen de una serie de documentos necesarios para poder acudir a un concurso de plazas. Estos documentos serían el certificado de diplomado o licenciado, el certificado de profesor especialista en esa materia y la autorización obispal. Después deberán afrontar un examen para obtener una plaza, aunque en ningún caso ese examen tiene carácter de oposición, ni dará plaza en propiedad.
Los docentes de esta asignatura serán contratados por la Administración y despedidos por ella con todas las garantías del Estatuto de los Trabajadores, unas garantías que hasta el momento no tenían.
Si son despedidos no podrán seguir en otra asignatura
Esos concursos serán convocados por las Comunidades Autónomas, según las necesidades. Cuando sean despedidos no podrán de ninguna manera continuar como profesores de otras asignaturas.
El Gobierno mantiene que esta formula es la mas adecuada para ejercitar el articulo 27.3 de la Constitución, que otorga a los padres el derecho de educar a sus hijos en la religión elegida. Pero sobre todo garantiza a los profesores que ya no habrá decisiones arbitrarias de los obispos para despedirlos por causas como divorciarse o vivir en pareja sin pasar por el altar.