La universidad publicará el índice de aprobados de cada asignatura
Educación.Los estudiantes sabrán los porcentajes de éxito antes de formalizar la matrícula. El objetivo es subsanar anomalías en materias con cifras de suspensos alarmantes.
Martes, 17 de Febrero de 2009. El Periódico de Aragón. M. VALLéS
Los alumnos que se matriculen en la Universidad de Zaragoza sabrán, antes de que se abra el proceso de preinscripción, el porcentaje de aprobados que cada una de las asignaturas que cursarán ha tenido durante los últimos tres años. Así lo contempla el borrador del Estatuto del Estudiante remitido recientemente por el Ministerio de Ciencia e Innovación a todas los comunidades.
Una medida que quiere garantizar la calidad de la docencia en la universidad, pero también detectar y subsanar los problemas de algunas asignaturas que registran porcentajes de suspensos que se consideran «alarmantes». En el caso de la Universidad de Zaragoza el 5% acumula índices de fracaso «preocupantes». Un ejemplo sería una materia con 100 alumnos matriculados, de los cuales solo 20 se presentan a examen y de ellos solo aprueban cinco.
«Publicar los datos de éxito de cada asignatura nos parece positivo para detectar aquellas materias que no están cumpliendo con los objetivos. Es un cambio muy importante porque significa que el éxito será un elemento que se tendrá en cuenta. Y las materias que no cumplan tendrán que cambiar. Se analizará qué hay detrás de cada una de ellas y por qué tienen los datos que tienen», explicó Fernando Zulaica, vicerrector de Estudiantes y Empleo. Una transformación sustancial, que deriva también de las modificaciones docentes que implica el Plan Bolonia. En su opinión «es una garantía de calidad». Y una medida que servirá para bajar las tasas de abandono y de suspensos.
Las características de estas asignaturas, conocidas como huesos, son muy variadas. «No se pueden circunscribir a un área concreta, sino que están en todos los ámbitos de la universidad. Nuestra intención es solucionar los problemas, hablando con los profesores para que introduzcan algunos cambios. Aunque el escollo no siempre es el docente, hay que analizar todos los factores y tratarlos uno a uno», explicó José Antonio Mayoral, vicerrector de Profesorado. Aunque matizó que las materias con índices de suspensos elevados son «una minoría».
En la línea de mejorar los porcentajes de éxito va otro de los cambios que están de camino. Se trata de las evaluaciones compensatorias. Es decir, aquellas que se aplican a los estudiantes que han agotado las convocatorias de una asignatura y no pueden obtener el título. Para poder llevarlas a cabo será necesario modificar la normativa de exámenes que en Zaragoza data de 1991.
Compensatoria significa tener en cuenta los resultados académicos del alumno en todas las materias y también las notas obtenidas en la asignatura que no logra superar. En función de estos dos parámetros se determina, si es posible, el apto, que permite conseguir el título. Algunos centros lo están haciendo ya en el campus zaragozano, aunque con diferentes metodologías. La intención del rectorado es extenderlo a todas las facultades, con criterios unitarios. Es decir, una fórmula matemática aplicable, de forma objetiva, para todos los casos.
La compensatoria va en la línea de la metodología que se postula en el Espacio Europeo de educación superior. Esta transformación, que en ocasiones pasa desapercibida en medio del debate sobre la mercantilización, entraña en sí misma un nuevo sistema de evaluación. «Bolonia apuesta por premiar el esfuerzo del estudiante. Las pruebas en las que el alumno se lo juega todo a un carta, tendrán que desaparecer. Habrá que valorar el trabajo que cada estudiante ha hecho durante todo el curso. Creo que a medio plazo los exámenes desaparecerán», auguró el vicerrector de Estudiantes.