Las tecnologías en las aulas españolas
Un estudio analiza la introducción de las tecnologías en las aulas españolas
Por José M. Lacasa (magisnet.com) 31/03/2009
Un estudio presentado la semana pasada en Madrid, en el marco de las ferias Aula e Interdidac, ofrece datos sobre la penetración de las nuevas tecnologías en los centros españoles. Basado en una encuesta a más de 1.500 centros, ha sido realizado por el instituto de Técnicas Educativas de la CECE (Confederación Española de Centros de Enseñanza).
Fue presentado por Xavier Gisbert, director general de Evaluación de la Comunidad de Madrid, y Mariano del Castillo, director del Instituto de Técnicas Educativas. Del Castillo señaló la larga atención del Instituto en el proceso de informatización de las aulas españolas, señalando algunos de los errores cometidos. Para él, hay que tener en cuenta que “estamos hablando de informatizar centros educativos, no oficinas”.
El estudio ofrece unos primeros resultados, centrándose sobre todo en los datos de penetración de los equipos informáticos en los centros, así como su destino en el propio centro. Por ejemplo, el informe apunta a que hay de media 32 docentes por centro, mientras que habría 55 equipos informáticos.
Estos equipos informáticos se repartirían en los centros de la siguiente manera: 24 se encuentran en las aulas informáticas, 19 en las clases ordinarias, ocho en los despachos para uso de los docentes y cuatro se usan en la administración del centro. En los que hay cañones (dos terceras partes) o pizarras digitales (un 27%), la media es de tres videoproyectores y de dos pizarras.
Distintos tipos
Sin embargo, el estudio apunta a que hay una enorme variabilidad de estos datos por centros: los hay con más de 800 ordenadores como los hay sin ninguno. Lo mismo pasa con las ratios: el estudio apunta a que hay siete alumnos por ordenador en un centro, aunque si se cuentan sólo los equipos situados en las aulas ordinarias, tocan a un computador por cada veinte alumnos.
En el caso de los docentes, hay casi dos ordenadores por cada profesor. Pero sólo hay un ordenador en los despachos por cada cuatro profesores, lo que hace concluir al estudio que “es probable que el profesor sea uno de los pocos trabajadores con estudios universitarios que hoy día no dispone de un ordenador propio para realizar su labor”. Y que “difícil será que el docente utilice el ordenador en las clases si no tiene uno donde preparar los materiales”.
En el estudio se han dividido los centros en tres grandes grupos, dependiendo de su titularidad y de los niveles que imparten. Entre estos grupos de centros se detectarían distintos grados de penetración de las nuevas tecnologías. Así, los centros públicos de Primaria son los que menos ordenadores por centro tienen, 32, pero también son los centros más pequeños, pues tienen 22 maestros y 257 alumnos de media. Después, los centros privados, que disponen de 52 ordenadores por centro, pero para colegios bastante más grandes: 37 docentes y 545 alumnos. Los que disponen de más ordenadores son los centros públicos de Secundaria, básicamente IES, pues llegan a 119 ordenadores y 58 docentes para un número muy similar de alumnos –559– que los centros privados.
Otra diferencia es que, mientras que más de la mitad de los ordenadores de los centros privados se ubican en las aulas de informática (31), la mayoría de los equipos de los centros públicos de Secundaria se encuentran en las aulas ordinarias (49).
Naturalmente, al analizar las ratios el escenario cambia radicalmente: si en los centros públicos de Secundaria hay cinco alumnos por ordenador, en los de Primaria suben a ocho, mientras que en los privados tocan a más de diez alumnos por computadora.
No es que los privados estén infradotados sin más, sino que atienden en general a otro modelo: si se tienen en cuenta los ordenadores que están en las aulas ordinarias, es decir, aquellos disponibles para la marcha de una clase, los privados tienen poco más de uno por clase, mientras que los públicos de Secundaria tienen ocho. Sin embargo, los privados tienen 19 ordenadores por aula de informática, poco más o menos igual que los 18 de los centros públicos de Secundaria.
Ordenadores y tamaños
Otro aspecto que el informe tiene en cuenta es la distribución de los ordenadores por el tamaño del centro y por el tamaño del municipio. En el primer caso, cuando el centro tiene menos de 100 alumnos, hay alrededor de tres alumnos por ordenador, pero al aumentar el tamaño del centro las variaciones son mínimas, estando la ratio de alumnos por ordenador alrededor de siete.
Sí que hay más diferencias atendiendo al tamaño del municipio donde está ubicado el centro: mientras que los centros rurales –menos de 3.000 habitantes– tienen cuatro alumnos por ordenador, en las ciudades de tamaño medio (entre 15.000 y 100.000) la ratio ya es de ocho alumnos, mientras que en las grandes ciudades de más de un millón de habitantes, la ratio llega hasta los diez alumnos por ordenador. Aunque en general los centros rurales parecen mejor dotados que los demás, parte de la diferencia se debería a la mayor proporción de privados cuanto más grande es el municipio.
Cañones y pizarras digitales
·La encuesta, realizada a finales del pasado año, permite ver cómo se están introduciendo algunas de las tecnologías más modernas, que irían sustituyendo paulatinamente a otras o, al menos, superponiéndose a otros equipos menos funcionales. El caso de la introducción de las pizarras digitales y los videoproyectores puede ser un buen ejemplo. Según el estudio sobre tecnología educativa presentado por el Instituto de Técnicas Educativas de la CECE, más de dos terceras partes de los centros tienen videoproyectores o cañones, unas veces instalados en un aula, y otras ligados a portátiles para poder instalarlos cuando se precise. Los centros que tienen esta tecnología suelen disponer de tres de estos equipos como media, aunque son más abundantes en centros públicos de Secundaria (seis de promedio) o en los privados (cuatro). En cuanto a porcentaje de centros que disponen de esta tecnología, el 76% de los públicos de Secundaria dispone de estos aparatos, frente al 64% de los centros públicos de Primaria.
·En el caso de las pizarras digitales, su uso es mucho menor, aunque la encuesta parece detectar una implantación progresiva de estos aparatos tan avanzados.
Actualmente, el 27% de los centros dispone de al menos una pizarra digital, porcentaje que varía poco según el tipo de centro: mientras que el 24% de los públicos de Primaria tienen pizarra digital, en los privados este porcentaje es del 28%. Los centros que más disponen de estos aparatos son de nuevo los públicos de Secundaria, pues está presente en el 32% de éstos. En cuanto al número, y sólo considerando a los centros que tienen al menos uno de estos aparatos, aunque la media para todos los centros sea de dos pizarras, los privados y los públicos de Secundaria tocan a tres, mientras que los públicos de Primaria tocan a una y media.Por frecuencias, la mayoría de los centros tiene sólo una, como si la estuvieran “probando”, aunque muchas veces se debe a algún “premio” otorgado por una Consejería o a alguna acción de márketing de una editorial.
·Si nos centramos en el tamaño del centro, tanto cañones como pizar
ras digitales aumentan su número a medida que suben los alumnos, aunque el salto cualitativo se da en centros a partir de 500 alumnos. Parece que es necesario un cierto tamaño para facilitar la introducción de estas tecnologías, usualmente más caras que los equipos informáticos usuales.
·En cuanto al tamaño del municipio donde está radicado el centro, el salto cualitativo se da en cuanto el municipio tiene más de 3.000 habitantes. una vez superada la barrera de los centros rurales, apenas hay diferencias de dotación en vídeoproyectores o en pizarras digitales dependiendo de la cantidad de habitantes del municipio donde el centro está ubicado. Sólo se dan más pizarras en grandes capitales de un millón de personas.