LEA: Fines con pocos compromisos

La consejera de Educación, Cultura y Deporte, María Victoria Broto, anunció la semana pasada en las Cortes, que la Ley de Educación iniciará su tramitación parlamentaria a finales de este año. Por el momento, solo se conoce el anteproyecto. Con un formato, en cuanto al articulado, novedoso y repleto de principios y fines, el documento presentado por el Gobierno de Aragón adolece, en la mayoría de los puntos de concreción.

PRINCIPIOS BÁSICOS

El anteproyecto de Ley de Educación de Aragón se fundamenta en cuatro principios básicos: la equidad, la calidad, la corresponsabilidad y el compromiso social. En el caso de la corresponsabilidad se indica que el fin será lograr mayores niveles de éxito escolar. De estos cuatro conceptos se derivan una serie de fines, entre los que destaca, por su carácter innovador la formación en valores de respeto hacia el medio ambiente, en particular a la conservación de los espacios forestales e hídricos y el fomento de un desarrollo sostenible. Las lenguas extranjeras adquieren también un papel esencial y se indica que el alumnado deberá tener capacitación para la comunicación en el idioma oficial y en dos o más foráneos.

ESCOLARIZACIÓN

El texto estipula que se facilitará la escolarización más próxima al domicilio familiar o al centro de trabajo. Del mismo modo, se indica que el proceso de escolarización del alumnado procurará el equilibrio entre los centros públicos y los concertados. Además, se tendrá en cuenta en el proceso de admisión al alumnado que participe en programas deportivos de alto rendimiento o a los que cursen enseñanzas musicales, con el objetivo de compatibilizar dichas actividades con la educación reglada. Podrán modificarse las ratios de los centros para dar cabida al alumnado que tenga necesidades educativas especiales. Además, se establece que debe haber un equilibrio en la asignación de plazas entre los centros públicos y los concertados. En esta línea, se recomienda que la escolarización de estos alumnos deberá hacerse, preferentemente, en centros ordinarios. También se destina un apartado específico para los estudiantes con un elevado rendimiento escolar y de altas capacidades, así como a aquellos que tiene una escolarización tardía –mayoritariamente inmigrantes–, aunque no se concretan medidas para su integración.

CALIDAD

Uno de los aspectos más destacados del anteproyecto es el que hace referencia a la calidad. En este punto se detallan una serie de metas a conseguir, como el éxito escolar, la formación en idiomas, la utilización de las tecnologías de la información, la escolarización temprana o la formación del profesorado. En este mismo apartado, adquiere relevancia el tratamiento que se le da a la escuela rural, que tendrá, según el documento, prioridad en la asignación de recursos. La primera lengua extranjera, indica el anteproyecto, se cursará a partir del primer curso del segundo ciclo de la Educación Infantil. Se sumará una segunda a partir del tercer ciclo de Educación Primaria. También hay espacio para las lenguas propias, aunque se remite a la futura Ley de Lenguas de Aragón. De todas formas, abre la puerta a la utilización del catalán y el aragonés de forma vehicular en los colegios de las zonas en las que se emplean.

Figuran artículos específicos para el fomento de la lectura, y el la innovación e investigación. El capítulo séptimo está dedicado al impulso de la calidad de la función docente. En este sentido se habla de la carrera docente y de potenciar la excelencia en el desempeño de la enseñanza, sin entrar en un desglose de las acciones. Lo mismo sucede con la función orientadora y tutorial, que queda reducida a un compendio de buenas intenciones.

TRAMOS EDUCATIVOS

Tras todos estos aspectos, se abre el capítulo de las enseñanzas y los centros. Especial mención merece la educación Infantil, de la que se dice que tiene un carácter voluntario, pero que deberá garantizarse la oferta suficiente de plazas gratuitas en el tramo de 3 a 6 años. En cuanto a las de 0 a 3 años, la administración deberá promover iniciativas para la ampliación de la oferta, especialmente en el ámbito rural. De esta forma, se van desgranando los diferentes periodos de enseñanza, hasta llegar al Bachillerato y la Formación Profesional.

La última parte del anteproyecto está dedicada a la corresponsabilidad en la educación. Aquí se marcan los principios de convivencia en los centros, así como la participación del profesorado, el alumnado o las familias.

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13/10/2008