Los alumnos de 1º de Bachillerato con la mitad de asignaturas aprobadas no tendrán que repetir curso
Los alumnos de primero de Bachillerato que hayan superado más de la mitad de las materias no tendrán que repetir el curso en su totalidad sino que estudiarán las asignaturas suspendidas junto con otras de segundo, según la propuesta del Real Decreto de Bachillerato que desarrolla la Ley Orgánica de Educación (LOE), presentada por el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC). No obstante, se seguirá promocionando de curso con un máximo de dos disciplinas suspendidas.
Con esta nueva vía, los estudiantes podrán consolidar los resultados aprobados en primero e ir avanzando con otras materias de segundo curso, «introduciéndoles también en una dinámica del curso superior», explicó el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, en rueda de prensa para dar a conocer el reglamento, que se debatirá con las comunidades autónomas el próximo 24 de abril en la Comisión General de Educación.
Como máximo, los alumnos tendrán cuatro años para cursar esta etapa. De esta forma, se persigue concentrar sus esfuerzos en las materias no superadas y completar su jornada escolar con asignaturas del curso siguiente, posibilidad a la que no podrán acogerse aquellos jóvenes que aprueben «muy pocas» asignaturas.
«Se trata de un estímulo para seguir avanzando en los estudios», explicó Tiana, matizando que las comunidades autónomas y los centros serán los encargados de diseñar esta fórmula según su casuística. Además de esta novedad, se introduce Ciencias para el Mundo Contemporáneo entre las asignaturas comunes a las tres modalidades de Bachillerato: Artes, que se dividirá en dos vías, una de Imagen, Artes Plásticas y Diseño, y otra de Música, Danza y Artes Escénicas; Ciencias y Tecnología y Humanidades y Ciencias Sociales.
Así, todos los estudiantes de Bachillerato cursarán esta disciplina sobre «cuestiones científicas más relevantes», dijo el secretario general de Educación. Sus contenidos, que impartirán profesores de Ciencias, se estructurarán en cinco bloques: ‘Contenidos Comunes’, ‘Nuestro lugar en el Universo’, ‘Vivir más, vivir mejor’, ‘Hacia una gestión sostenible del planeta’, ‘Nuevas necesidades, nuevos materiales’ y ‘La aldea global. De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento’. Esta materia responde a las demandas de la comunidad científica –subrayó Tiana– que se quejaban de que las disciplinas comunes siempre versaban sobre cultura humanística.
Se persigue enseñar a valorar informaciones sobre temas científicos, analizar su aportación a los problemas de la humanidad, las personas y su calidad de vida; realizar estudios sobre cuestiones sociales con base científico-tecnológica, identificar problemas ambientales, los factores que los intensifican y las aportaciones de la Ciencia a mitigarlos; diferenciar las enfermedades más frecuentes, conocer las bases de la manipulación genética y embrionaria y analizar las explicaciones científicas sobre el origen de la vida.
En esta línea, se ha introducido una modificación en la materia de ética de primero, pasándose a denominar Filosofía y Ciudadanía e incluyendo en su currículum «algo más de peso de filosofía moral y política» pero sin ningún tipo de adoctrinamiento.
«El sistema educativo en democracia no adoctrina», respondió el secretario general de Educación a preguntas de la prensa, sobre la posibilidad de que se viertan críticas en este sentido a esta disciplina.
Así, se incluirán enseñanzas sobre los fundamentos de la acción moral (libertad y responsabilidad), las teorías éticas ante los retos de la sociedad actual (felicidad y justicia), la construcción filosófica de la ciudadanía (génesis histórica y fundamentación filosófica), el origen y la legitimidad del poder político, los fundamentes filosóficos del Estado democrático y de derecho y la democracia mediática y ciudadanía global, entre otros.
El resto de materias comunes son Educación Física, Historia de la Filosofía, Historia de España, Lengua castellana y Literatura, Lengua extranjera, Lengua cooficial y su Literatura y Religión, para los alumnos que la deseen.
Para las de modalidad, que diseña el Estado, se establece un número en torno a las doce asignaturas para las distintas modalidades, dando a los alumnos «cierto margen» para elegir seis disciplinas de su vía de Bachillerato, aunque una de ellas pueda ser de una rama distinta. De las optativas, que estructuran las comunidades autónomas, los estudiantes también tendrán la oportunidad de escoger una para cursar como de modalidad, ascendiendo a un máximo de siete las asignaturas de modalidad que se podrán estudiar en Bachillerato, con el fin de «no cerrar de manera tan estricta» las distintas vías de esta etapa sino que los alumnos puedan orientar mejor su preparación para estudios posteriores, concretó Tiana.
Para Artes se fijan las siguientes asignaturas de modalidad: Cultura audiovisual, Dibujo artístico I y II, Dibujo técnico I y II, Diseño, Historia del Arte, Técnicas de expresión grafico-plástica y Volumen, para la vía de Plásticas, Imagen y Diseño, y Biología, Biología y Geología, Ciencias de la Tierra y medioambientales, Dibujo técnico I y II, Electrotecnia, Física, Física y Química, Matemáticas I y II, Química y Tecnología industrial I y II. Economía, Economía de la Empresa, Geografía, Griego I y II, Historia del Arte, Historia del mundo contemporáneo, Latín I y II, Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales I y II y Literatura universal serán las materias de modalidad entre las que podrán elegir los estudiantes de las vías de Humanidades y Ciencias Sociales del Bachillerato.