Los alumnos deberán pasar una entrevista en inglés para entrar en la Universidad

P. CIRIA. Heraldo Los estudiantes que quieran acceder a una carrera universitaria deberán superar una entrevista personal en inglés en la que se evaluará la capacidad comunicativa, la complejidad lingüística y la fluidez del alumno. Esta prueba forma parte de la nueva Selectividad que prepara el Ministerio en colaboración con las comunidades autónomas y que afectará a los jóvenes que en en septiembre empiecen primero de Bachillerato.
Un tribunal de profesores -universitarios y de Secundaria-se desplazará a los institutos para hacer una entrevista a los alumnos que vayan a presentarse a la prueba de acceso a la universidad. El ejercicio durará entre cinco y diez minutos y se hará unos días antes que el resto de los exámenes de Selectividad, para que los estudiantes no estén tan nerviosos.
Esta parte, junto a una práctica que consistirá en que los jóvenes escuchen una conversación grabada y después respondan a unas preguntas, valdrá el 30% de la nota total del examen de idiomas. "Las características más concretas de esta prueba se están trabajando para intentar unificar el examen y que sea parecido en todas las comunidades autónomas", explica Carmen Pérez-Llantada, catedrática de la Escuela Universitaria y profesora del departamento de Filología Inglesa y Alemana de la Universidad de Zaragoza.
Esta comenta que se está planteando la posibilidad de grabar la entrevista que se mantenga con cada alumno, para poder revisarla después en caso de duda o de reclamación. Apunta, además, que la preparación para este ejercicio requerirá un esfuerzo extra por parte de los profesores, que deberán adaptar los programas para que les dé tiempo a formar a los estudiantes para que pasen tanto la prueba oral como la escrita.
Según cuenta Pérez-Llantada, la Universidad hizo el pasado mes de febrero una encuesta a un centenar de docentes de Secundaria de la comunidad. Las conclusiones revelan que el 77% de ellos está a favor de la prueba oral, pero que el 85% reconoce que no puede dedicar en sus clases el tiempo necesario para trabajar esas destrezas. "La mayoría coincide en que tres horas semanales de inglés son insuficientes y a esto suman otros inconvenientes como la falta de recursos didácticos y humanos o el poco interés que demuestran algunos alumnos", afirma la catedrática.
En la encuesta, los docentes reconocen que en los últimos años, la administración ha hecho un esfuerzo por mejorar la enseñanza del inglés, adelantando las clases de esta lengua a edades tempranas, fomentando las escuelas bilingües y aumentando las subvenciones para hacer intercambios con alumnos de otros países europeos. No obstante, insisten en la falta de tiempo para que los alumnos adquieran destrezas orales. "Los docentes están preocupados por el reto que tienen que afrontar, pero a la vez se encuentran ilusionados porque la prueba oral puede conseguir que aumente el interés de los jóvenes por aprender inglés, que es una lengua viva e imprescindible para la comunicación internacional", apunta Pérez-Llantada.
Otras novedades
La entrevista personal en inglés llegará dentro de dos cursos, pero antes, en junio de 2010 ya se comenzarán a aplicar algunos cambios en la selectividad. A partir de esa convocatoria, los jóvenes deberán hacer una prueba común con tres materias: Lengua y Literatura, Lengua extranjera y Filosofía o Historia (una de las dos). Completarán el examen con otra asignatura que ellos elijan y esta tendrá que ser una de las específicas del tipo de Bachillerato que han elegido. Por ejemplo, un matriculado en el de Ciencias Sociales puede escoger Economía. Como ocurre ahora, la nota que obtengan en esas evaluaciones contará un 40% y el 60% restante será la calificación media de Bachillerato.
Si el resultado total no es suficiente para que el joven entre en la carrera deseada, no deberá esperar a septiembre para repetir la Selectividad. El estudiante dejará de jugarse su futuro a una carta porque tendrá la oportunidad de subir nota con un examen voluntario de tipo test que diseñará a su gusto. Elegirá de qué asignaturas quiere examinarse: cualquier materia de modalidad, -es decir, específica de cada Bachillerato- que se le dé bien o le guste. Después, se tendrán en cuenta solo las dos en las que se haya tenido más nota. Cada prueba podrá subir un punto en la nota de Selectividad.