Los conciertos escolares favorecen la estratificación social según un estudio
Un estudio de profesores de Economía de la Universidad de Zaragoza considera que la existencia de los conciertos educativos «favorece la estratificación social» del alumnado y la configuración de un sistema «altamente segregado», que determina los logros académicos y, por tanto, el porvenir de los individuos.
EFE 24/03/2010
Al cumplirse 25 años del sistema de conciertos, sus aportaciones a la eficiencia y equidad educativas son «francamente pobres», entre otras conclusiones de los autores, María Jesús Mancebón y Domingo Pérez, que han analizado datos del Informe PISA de 2006.
Por el contrario, los conciertos contribuyen a la «persistencia» de un modelo social basado en un determinismo socioeconómico del que dependen los resultados escolares. «La política de conciertos seguida en España constituye un ejemplo claro de ineficiencia económica y debería por ello ser seriamente revisada», según los investigadores.
El informe, presentado hoy, indica que los centros privados concertados no son más eficientes que los públicos, ya que sus mejores resultados académicos no se deben al modelo de gestión, sino a que disponen de un alumnado «más selecto» por sus características socioeconómicas y culturales.
En relación con la equidad, los profesores mantienen que los conciertos no han logrado equiparar las oportunidades de elección de centro escolar de todas las familias, sino que han propiciado que las rentas medias-altas hayan abandonado la educación pública. Simultáneamente, ésta se ha convertido en receptora de los estudiantes más desfavorecidos.
El informe precisa que esta «segregación» no tiene base racial o étnica, ya que problema era «previo» a la llegada masiva de inmigrantes. Por ello los profesores defienden políticas de distribución «homogénea» entre todos los centros sostenidos con fondos públicos. También entiende como «urgente» que se difunda información sobre las características de los centros (alumnado mayoritario, resultados de las pruebas de diagnóstico, perfil del profesorado) y campañas sobre el valor de la educación y el derecho de elegir escuela.
Además alertan contra las cuotas por servicios que algunos centros concertados «exigen», que pueden disuadir a las familias con menos recursos económicos, y contra «prácticas encubiertas de selección» de alumnos.
Así, piden controles «rigurosos» de las exigencias de los centros y que «comisiones locales» gestionen las solicitudes de plazas «excluyendo totalmente» a las escuelas del proceso de escolarización, particularmente en los casos de empate de puntos. Otra propuesta consiste en reducir el valor de la cercanía del domicilio familiar a la escuela y financiar el transporte de los alumnos de renta baja.
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¿Qué diferencia hay entre el fracaso escolar en centros públicos y en centros concertados? ¿Quién se atreve a dar el dato?