Los menús que toman los escolares tienen poco pescado y muchas grasas y fritos
La comida de los colegios tiene carencias en los segundos platos.
Los postres mejoran y hay más fruta.
M. H.. 20m. 26.10.2007
Los niños zaragozanos comen poco pescado en el colegio y, sin embargo, se exceden con las grasas y los fritos, según un análisis de los menús escolares realizado por 20 minutos en varios centros educativos.
Este curso, casi 19.000 escolares comen regularmente en el colegio y, a juicio de los nutricionistas, aunque ha mejorado con respecto a cursos anteriores, la alimentación que reciben no está siempre bien equilibrada.
La mayoría de los menús consultados ofrecen pescado sólo una vez por semana, casi siempre productos rebozados o precocinados, cuando lo recomendable son cuatro raciones semanales. Carnes rebozadas, san jacobos y salchichas de frankfurt, por su parte, son segundos platos muy habituales.
Algo parecido sucede con los primeros platos, donde predominan pasta y arroces y escasean las verduras, que se ofrecen una media de dos veces por semana.
El postre, por su parte, es la parte más saludable del menú. Los centros cada vez dan a los niños menos productos de bollería y casi todos ofrecen todos los días la posibilidad de tomar una pieza de fruta.
Los padres deben dar ejemplo y enseñar a sus hijos a comer bien
Según Juan Revenga, de la Asociación de Nutricionistas, para que un menú escolar sea equilibrado debería alternar un día de carne con otro de pescado y hacer lo mismo con las verduras y los hidratos de carbono (arroz, pasta y legumbres).
Claves de la alimentación
Alternativas. Especialistas en nutrición aconsejan ir más allá de los platos cocidos o fritos y elaborar menús que resulten más atractivos para los niños.
Obesidad. El 15% de los escolares aragoneses sufren obesidad, según los expertos.
Educación. «Los padres tienen que enseñar a los niños a comer dándoles ejemplo, si no, no lo harán en el colegio», señala Juan Revenga.
«La calidad aún debe mejorar»
Aunque las empresas de catering que sirven la comida a la mayoría de los colegios tienen en plantilla a expertos que les ayudan a diseñar los menús, los nutricionistas destacan que la comida escolar aún debe mejorar. «El presupuesto les obliga a utilizar productos más baratos, de menor calidad, o alimentos preparados que se hacen más rápido», explican.
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Los niños cada vez comen más rápido en el colegio
Casi 19.000 escolares se quedan en los centros y las monitoras dicen que muchos tienen sólo 15 minutos para la comida porque deben hacer turnos.
Miles de niños zaragozanos comen en poco más de un cuarto de hora por la elevada demanda del servicio de comedor escolar. Así lo aseguran las monitoras de comedor, que un curso más se quejan de la falta de tiempo y plantilla para atender a los niños en condiciones.Los 110 comedores escolares que funcionan en Zaragoza atienden este año a 18.865 niños, unos 60 más que el curso pasado, de los que se ocupan más de 700 monitoras.
Estas trabajadoras han presentado un conflicto colectivo contra las dos empresas que gestionan los comedores escolares por el recorte de sus tiempos de trabajo. Denuncian que cada vez son más los colegios que dejan sólo dos horas libres para comer, pero necesitan tres horas para hacer su trabajo.
«Cada vez tenemos más niños y menos tiempo para atenderlos. Además, si tenemos menos horas de trabajo, también se nos recorta el sueldo», explica Carmen Brusel, representante de este colectivo. Las monitoras, en el mejor de los casos, trabajan unas tres horas al día, por las que no llegan a cobrar 600 euros al mes.Hoy tienen una reunión en el Servicio Aragonés de Mediación de Arbitraje y, si no llegan a un acuerdo con las empresas, se plantean llevar el asunto a los tribunales. En cualquier caso, las monitoras quieren tranquilizar a los padres, ya que, de momento, no se plantean repetir la huelga del año pasado.
«El trabajo cada vez va a peor»
Las monitoras de comedor aseguran que en un cuarto de hora no se puede enseñar a los niños a comer bien, sobre todo a los más pequeños. «En muchos casos hasta tenemos que meterles prisa para que coman porque tiene que entrar otro turno», dicen. El año pasado, tras la huelga, se estableció que un técnico imparcial visitaría los comedores para evaluar el tiempo que se necesita para dar de comer a los pequeños. «El acuerdo no se ha cumplido y nuestro trabajo cada vez va peor», asegura Carmen Brusel.
Un servicio fundamental
Límite de niños: Los colegios deben tener un monitor de comedor por cada 15 niños de Infantil y otro por cada 22 escolares de Primaria, aunque en algunos centros consultados un mismo profesional atiende hasta 25 niños. Estos trabajadores tienen que tener el título de monitor de tiempo libre.
Más caro que el año pasado: Comer en el colegio cuesta este año 70 euros al mes (un 3,7% más que el curso pasado) o 5 euros por comida si el niño se queda días sueltos. En los colegios concertados el precio oscila entre los 96 y los 125 euros mensuales.
Los padres, satisfechos: Los padres aragoneses están satisfechos con el servicio de comedor que se presta en los colegios. «Es un servicio público que nos ayuda a conciliar familia y trabajo, además educa a los niños y los menús son de calidad», explica Teresa Paniello, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres (Fapar).