Miret Magdalena apuesta por una escuela pública que enseñe una moral común
El teólogo y escritor Enrique Miret Magdalena apostó hoy por ‘una escuela pública que enseñe una moral común y que eduque en la convivencia humana dentro de los preceptos de todo ser humano’.
En una entrevista con EFE con motivo de la publicación de su nuevo libro ‘Creer o no creer’, editado por Aguilar, Magdalena se mostró en contra de que se imparta en los colegios una religión sólo para los católicos, otra sólo para protestantes u otra para los islámicos y dijo que ‘eso es un galimatías’.
‘Lo importante es que en la escuela pública se enseñe una moral natural propia de cualquier religión y maneras de pensar’, algo que opinó que es lo que quiere el Gobierno y que ‘quizás no acierta a explicar’.
Para Miret Magdalena, los preceptos religiosos deben aprenderse en otros lugares como dentro de la familia o en los diferentes grupos religiosos.
El autor, que se define como ‘un católico agnóstico’, reúne en su libro, que subtitula ‘Hacia una sociedad laica’, una selección de artículos publicados en el diario ‘El País’ desde su fundación, en los que analiza distintos aspectos de la sociedad española.
Con 93 años y una veintena de libros publicados, Enrique Miret se define como un pensador con una postura ‘abierta en el sentido social, político y religioso’ y que busca respuestas en el diálogo y la razón.
Por ello se define como partidario de la razón antes que de la fe, aunque mantiene en todo momento su posición de creyente católico y considera que los dirigentes de la Iglesia católica son falibles y mantienen ‘muchas cosas discutibles’, aunque confía en que se produzcan cambios.
Sobre la Iglesia en España dice que es ‘una de las más conservadoras del mundo actual’ y opina que en la sociedad española se ha producido una gran crisis y un vuelco muy importante desde el punto de vista religioso.
Mientras que hace unos años todos los españoles eran católicos ‘por costumbre’ y pocos se separaban de la religión, hoy se declaran católicos un 80% y, de ellos, la mitad reconocen que no siguen a la jerarquía y que no practican la religión, lo que supone ‘un cambio enorme’.
Para Miret Magdalena el mundo clerical se ha hecho demasiado con el poder e influye demasiado en la vida normal, cuando a su juicio habría que ‘respetar más a los seglares y darles más voz’.
También apuntó que muchas opiniones de la Iglesia deben cambiar porque se han producido equivocaciones que habría que modificar y respecto al actual Papa, del que en su libro dice que es un buen teólogo, pero un mal gobernante, dice que tiene ‘perspectivas positivas de cambio en la Iglesia’, aunque reconoció que todavía son ‘muy lentas’.
Una de las cuestiones que dice que habría que abordar es la reforma de la curia romana, que en su opinión tiene una influencia mayor de lo que sería deseable, y tener una estructura más abierta que tuviera en cuenta las diferentes culturas que hay en el mundo católico como la iberoamericana o la oriental.
Otra de las situaciones en las que hace hincapié Miret Magdalena es en la necesidad de que la Iglesia sea más abierta respecto a los avances de la ciencia porque ‘no se puede decir que no a cualquier novedad’.
A favor de la admisión del divorcio por parte de la Iglesia siempre que sea responsable, Miret Magdalena dice también que cuando la vida psíquica ha terminado y la situación es irreversible ‘no sirve para nada mantener una vida que no es vida’.
Crítico con la actual ‘crispación política’ en España, Miret Magdalena cree que es necesario un ‘desarrollo mayor de la convivencia’, en la que los partidos políticos defiendan sus ideas de manera razonable porque ‘hay que ceder para llegar a un consenso y no quedarse solo en enfrentamientos radicales’.