Multados con 720 euros por no llevar a sus dos hijos al colegio
Los menores faltaron a clase.123 y 136 días, respectivamente.La fiscala pedía cuatro meses de cárcel pero acordó la pena con la defensa.
Un matrimonio de mediana edad de Zaragoza ha sido condenado a una multa de 720 euros por no llevar a sus hijos al colegio. Los menores, un muchacho de 16 años y un niña de 13, faltaron 123 y 136 días a clase, respectivamente, durante los cursos 2006-2007 y 2007-2008. Estudiaban en dos centros de Zaragoza, el instituto Elaios y el colegio Río Ebro, pero con frecuencia estaban diez y más días seguidos sin presentarse en el aula.
23/10/2009 F. V. L. El Periódico de Aragón
Uno de los menores asistía a clases al instituto Elaios, en el Actur.
Foto:EL PERIÓDICO
Los padres, que se dedican a la venta ambulante, fueron juzgados el pasado miércoles por un delito de abandono de hogar. La fiscala solicitaba inicialmente cuatro meses de cárcel para cada uno de ellos, pero llegó a un acuerdo con la defensa y cambió la pena de prisión por otra económica. La representante legal de los progenitores, la letrada Carmen Sánchez Herrero, presentó pruebas de que el muchacho, al término de la educación obligatoria, se ha inscrito en un curso de albañilería al que acude con asiduidad. Además, demostró que la niña vuelve a ir al colegio de forma regular, por lo que ya no cabe hablar de absentismo escolar.
El oficio de los padres no justificaba la falta de asistencia a clase, ya que montan su puesto en los rastros que se celebran en Zaragoza y en las poblaciones y barrios de su entorno. Los progenitores explicaron que si sus hijos no iban a clase era "porque no les gusta" y "no había forma de convencerles para que fueran".
Sin embargo, la jueza encargada del caso ha considerado que tanto el marido como la esposa habían hecho dejación de sus funciones paternas y permitían que los pequeños hicieran lo que querían, sin preocuparse de la forma en que pasaban las mañanas de los días de colegio.
De hecho, la dirección del instituto Elaios y del centro de enseñanza Río Ebro había tenido que recurrir a los servicios sociales para intentar controlar a los menores. Sin embargo, pese a los esfuerzos realizados para que acudieran a clase, los dos hermanos siguieron eludiendo la vida escolar.
RIESGO DE EXCLUSIÓN Los informes elaborados sobre ellos decían claramente que existía "un riesgo evidente" de que quedaran al margen de la sociedad si no cursaban la educación obligatoria.
Por todo ello, la jueza recordó a los padres sus obligaciones como tales. Les habló de la "importancia" de que sus hijos reciban una formación que les permita encontrar trabajo el día de mañana. Además, les advirtió de que una escolarización deficiente o incompleta puede llevar a problemas de exclusión social.
En el plano jurídico, la sustitución de la cárcel por la sanción económica de 720 euros (la mitad cada uno de ellos) no evita que la condena impuesta finalmente por el juzgado se compute a efectos de antecedentes judiciales, según explicó ayer Carmen Sánchez Herrero.