¿Sabías que fumar porros cuando estudias impide retener lo que estás leyendo?
Un experto en tóxicos nos asesora sobre lo que deberías y no deberías hacer para preparar exámenes:estudia durante periodos cortos, deja que la mente descanse y nada de porros.
| ADN. Gustavo Bravo
Las sustancias que tomamos influyen siempre de algún modo en nuestro cuerpo, aunque no siempre lo notemos, y selectividad es uno de esos periodos en los que metemos más fichas de lo debido para poder estudiar las horas que sean necesarias, aunque en algunos casos podamos estar forzando la máquina.
Formas de estudiar hay miles, aunque casi ninguna con más razones que la de estar a gusto. En biblioteca o en casa; de día o de noche; solos o acompañados… La teoría parece fácil: todo se resume en pasar ese montón de hojas hacia la izquierda, y que según entran por los ojos se queden en la cabeza. Al principio uno se conforma con quedarse con lo importante, otras uno se sorprende al ver que no es capaz de descifrar sobre qué demonios está leyendo.
Y al lado de las hojas, sorteando los fosforitos, encontramos la taza de café o la botella de agua, las vitaminas, la lata de Coca-cola y de forma más reciente la de Red-Bull. Todos los que estudian tienden a pensar que esas sustancias amigas nunca son malas, y casi nadie pone en duda su capacidad de decisión sobre las dosis, aunque la realidad podría ser otra.
¿Sabías que si fumas porros cuando estudias es muy posible que tu cerebro se vuelva antiadherente? Conversando con el Doctor Manuel Repetto, experto en toxicología, nos explica que experimentos con animales en laberintos demuestran que eran incapaces de recordar los caminos una vez rociados con el humo del cannabis, cuando en circunstancias normales eso no sucedía. «Así que bueno, en otros momentos del año igual no pasa tanto, pero yo recomendaría unas semanas de abstinencia», explica.
La cafeína suele ser el principal aliado, y «no hay ningún problema en que se tome uno dos tazas de café a lo largo de la noche, o dos refrescos de cola, aunque también es algo que depende mucho de la persona», explica. «Esto excluye por completo a quien tenga tensión arterial alta o de un sistema nervioso propenso a desequilibrarse, que no es una generalidad».
Los cócteles de riesgo
«Las bebidas estimulantes y energéticas son peligrosas, y en muchos países no están permitidas». Repetto desconfía de los mensajes emitidos desde las empresas que distribuyen este tipo de brebajes mágicos, «cuando han necesitado explicar la seguridad de sus productos han dicho que se trataban de componentes propios del cuerpo, como si eso ya no fuera nocivo. Pero toda sustancia lo es en cantidades inapropiadas. Si uno puede verse afectado por una ingesta excesiva de agua, imagina cómo será con otras sustancias. Precisamente porque están en nuestro cuerpo funcionan».
El ejemplo más conocido de esas sustancias es la taurina, que podría describírsele como un aminoácido «extraño» y presente en la bilis, que actúa como neurotransmisor. «No pasa nada por tomar una lata o dos en un momento determinado, pero su consumo continuado podría ocasionar daños peligrosos y permanentes en el futuro», explica.
«Pasa igual con las anfetaminas, conozco de cerca el caso de unos alumnos míos que las tomaron y estuvieron impotentes durante más de 9 meses. Dos compañeros míos de la carrera las utilizaban para los exámenes y después de la carrera, con los años, llegaron los efectos secundarios, añade».
El mejor método de estudio
Según Repetto lo más importante es retener lo que se lee, y a veces aunque parezca que no, es mejor estudiar 20 minutos y descansar 10, que estudiar 30. «Al aprender algo se establecen conexiones en las neuronas y se fijan nuevas proteínas, lo que requiere una media hora, y si uno no se relaja eso es imposible». Lo mejor es dejar la mente en pausa durante un tiempo, dar un paseo, moverse o incluso charlar, pero sin discutir.
«El estudio debe hacerse de forma programada con descansos, sin hacer nunca más de dos horas seguidas. Lo mejor es descansar cada 45 minutos, aunque parezca que no al final cunde más», explica.
La alimentación también es importante, no deberías tomar nada de alcohol (cuyo efecto depresor provoca sueño, que es lo último que se quiere), y reducir tu dieta a una comida sana baja en grasas, que por unos días tampoco pasa nada. Si vas a tomar vitaminas mejor que sea un complejo vitamínico, que ya vienen preparados y no van a hacerte mal. «Es mejor que las vitaminas sueltas», concluye Repetto.